05 🧁

37 8 1
                                    

Un nuevo dia, una nueva oportunidad de quedar en ridículo. Eso era lo que Jisung pensaba, desde que cierto pelinaranja tenía que ir a su casa todos los días.

Este ya era el quinto día que tendría que recibirlo para su curaciones, y aunque desde el caos del primer día ahora se levantaba temprano para preparase y verse decente, no podía evitar llorar de dolor, lo que obviamente le daba demasiada vergüenza.

Jisung odiaba llorar delante de las personas, y aun mas si no eran sus amigos o personas cercanas que sabían sobre su ansiedad y lo sensible que era, por eso, este día se propuso intentar no llorar por mas que le costara, definitivamente no quería sentirse mas abrumado de lo que ya lo hacía sentir la presencia de ese chico llamado Minho.

Respira Jisung... tu puedes, haz lo de siempre. Esta vez si podrás lograrlo. Se dijo a si mismo cuando el pelinaranja ya estaba comenzando a quitar las vendas.

Minho suspiro fuerte justo antes de apoyar la gasa con agua sobre la herida para comenzar a limpiarla. — De verdad espero que esta vez no llores, al principio era gracioso pero ahora ya hasta lastima me da... — agregó soltando otro suspiro.

El pelinaranja alzo la mirada para encontrarse con la imagen de Jisung encogiéndose, apretando sos ojos y con las manos empuñadas.

Será que si le duele tanto?... Se pregunto incrédulo en su mente, para que segundos después comenzará con su labor.

Jisung lo estaba logrando, aunque le costaba demasiado y su respiración era pesada y agitada aun no había soltado ni una sola lagrima o sollozo.

— Ya casi termino. — Dijo el pelinaranja mientras observaba al peliazul aun manteniendo su posición inicial. Era demasiado extraño verlo sin llorar o pidiéndole constantemente que parara.

Cuando el mayor llego a la parte en la que la herida era mas profunda, Jisung no pudo evitar apretar mas sus puños, y las uñas que habían estado clavando las palmas de sus manos atravesaron su piel hasta empezar a sangrar un poco. Pequeñas lagrimas empezaron a brotar de sus ojos, y aun con todo esto solo podía pensar en que había fallado de nuevo...

Cuando termino, Minho levanto su mirada para ver como estaba, pues sabia que en esa zona era donde el peliazul lloraba más, encontrándose con la imagen de ese pequeño chico con lagrimas rodando por sus mejillas mientras observaba sus manos.
Se inclino para saber que era lo que miraba en sus manos y no pudo evitar sorprenderse al verlas con marcas de las cuales salía un poco de sangre.

— N-no es n-nada... — Dijo el menor mientras escondía nervioso sus manos tras de el.

— ¿Por qué tus manos están sangrando? — Preguntó confundido y sorprendido.

— Ya te dije que no es nada... no es la primera vez qué pasa, olvídalo ¿si? — Respondió mientras no podía evitar llorar mas.

— Ahí esta de nuevo el bebé llorón — Dijo suave y casi inaudible. — Muéstrame, veré que puedo hacer... — Soltó en un suspiro.

Jisung se sentía acorralado por lo que no tuvo más opción que sacar sus manos de su escondite mientras se las acercaba para enseñarle.

Minho las observo unos segundos, dándose cuenta de que Jisung se había lastimado muy probablemente para tratar de contener su llanto.

— Puedes llorar — Dijo mientras bajaba su mirada para empezar a vendar su pierna. — Haa... si sigues así, nunca terminare de venir a tu casa a curar tus heridas —

𝐓𝐡𝐚𝐭 𝐁𝐨𝐲  ❀  [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora