KissPril 2024 (Écarlate x Mystoria)

Manigoldo (KissPrill extras)

Narra Manigoldo 

Mucho tiempo atrás 

¿Qué es la muerte? Muchos se preguntarán por qué yo he tenido esa duda. La vida para mí es una basura completamente, siempre la he desafiado y siempre la desafiaré. Tengo una ligera atracción por el Dios de la muerte, por su representación de la misma manera, pero siempre Hypnos me detiene y me regresa al santuario con mi maestro Sage.

Me llaman Manigoldo, el verdugo. El patriarca siempre me reprende por ir con Thanatos. Extrañamente, Hypnos siempre interviene en mis sueños y solo me protege porque soy el mensajero de la muerte. He presenciado muchas muertes, incluida la muerte de mi pueblo, y puedo ver las almas de los difuntos. Mi poder está ligado a Thanatos, y eso no lo puedo cambiar por más que quiera.

Cuando el patriarca me recogió, estaba solo. Mi vida era solo un montón de basura hasta que el maestro Sage me tomó como su pupilo. Me dijo que la vida era más que basura, incluyendo la mía. Sus antiguos compañeros vivieron y pelearon hasta el límite. Yo no lo entendía, mi cabeza no lo podía procesar.

Lo último que escuché fue: "Somos el universo..."

Hasta que lo conocí a él.

Era  dos años menor que yo.

Lo odié porque él representaba la vida.

Siempre poniendo su corazón al límite.

Hypnos: Niño, sé que serás mi enemigo, pero no te quiero ver triste. Quizás no me recordarás en el futuro. Vive tu vida al límite. - Cerré mis ojos, y jamás recordé a Thanatos e Hypnos. No sé por qué el Dios del sueño me protegió. Quizás mi pueblo antes servía a Hades y conservaba los últimos vestigios al servicio de los gemelos. Yo fui ese último  superviviente.

Recordé ese sueño con él, porque sus palabras me hacen llorar, aunque no recuerdo sus dos rostros... ¿Por qué? ¿Por qué no puedo recordar a personas tan importantes para mí? ¿Por qué, Hades, me los quitaste?

Con Kardia 

Manigoldo: El corazón de Kardia era basura, no duraría mucho en su estado actual. No sé por qué el excéntrico de Krest lo trajo y le salvó la vida. – Manigoldo murmuró para sí mismo mientras observaba a Kardia con una mezcla de curiosidad y desprecio. Se apoyó contra una pared, su capa ondeando ligeramente con la brisa.

Kardia: Ah... Ahh... Tsk... Un poco más... solo un poco más... Vamos, esfuérzate, Kardia. – Kardia gritó entre jadeos, sus piernas temblaban pero se negaban a rendirse. Sus manos ensangrentadas agarraban con fuerza su corazón mientras seguía elevando su cosmos , ignorando el dolor que recorría su cuerpo y su corazón. 

Manigoldo: Se irá pronto, no tiene lo que se necesita para ser un caballero como él. – Murmuró Manigoldo en la lejanía, observando a Kardia con una expresión de desdén. Se recostó contra una columna, cruzando los brazos y sacudiendo la cabeza con escepticismo. - ¿Pero como?... ¿Por qué sigue luchando?

Un año después 

Sage: Manigoldo, has llegado justo a tiempo - mientras Manigoldo se encontraba haciendo guardia, su maestro lo mando a llamar. - Kardia es el nuevo caballero dorado de escorpión - lo presento frente a su pupilo - llévense bien y no quiero quejas Manigoldo. 

Manigoldo: Este chico es más fuerte de lo que creí pensé que moriria al año...es mas perspicaz de lo que esperaba - pensó. 

Kardia: ¿Encantado de conocerte? – Dijo Kardia, mirándolo con indiferencia. Sus ojos se encontraron con los de Manigoldo por un momento antes de volver a concentrarse en su entrenamiento, sin mostrar interés en la conversación.