Teacher's pet

Capitulo 12

Narra Omicente

Un viernes, horario de orquesta, los alumnos se reunieron en la cafeteria para hablar con los cambios drasticos que ha tenido el profesor de estudiantina, los que van en percusiones han notado que ha sido con mas frecuencia al baño a vomitar segun unos testigos, que cambia mucho de emociones y que su apetito cambio. Y por estos cambios y que estan preocupados por el, idearon un plan para saber que le ocurre.

Todos inventaban ideas locas, como que pueda estar enfermo o que le haya dado una infección, pero ninguno penso que se trataba de un embarazo. Hasta que alguien hablo.

--¿Y si esta embarazado?-- Sugirio una chica que va en violin, tenia su celular en mano para investigar los sintomas del profesor--

Todos la miraron algo incredulos por pensar que podria estar embarazo, pero tiene mucho sentido, sus sintomas son los de un embarazo y sabiendo que es omega, lo encuentran muy probable.

--Tiene mucho sentido, sus nauseas, su humor...-- Todos estaban uniendo lo que sabían para llegar a un acuerdo--

--Tenemos pruebas, pero no las suficientes, depende del tiempo que este pues, embarazdo-- Lo que le faltaban a ellos eran saber el tiempo de cuanto haya estado asi, puede ser que ya varias semanas o que simplememente sean cosas de "omega"--

Todos hicieron un acuerdo, investigar a profundidad el caso del profesor y asi saber si sus sospechas son ciertas o que solo haya sido un malentendido. Antes de que se vayan otra vez a las clases, unos cuantos vieron a Jhostin con el director Joacim, esto levanto sospechas...
Fueron a ensaño general y algunos notaban miradas "sugerentes" entre ellos dos,  esto hizo sospechar mas a los alumnos y sus teorias. Ya al final de su horario, veían a los profesores hablando, Joacim estaba cuidando a Jhostin como de costumbre. La mayoría ya se había ido excepto una chica de violín quien vio a Jhostin irse en un carro, mientras que sus compañeros seguían charlando, esto hizo sospechar sobre quién era su alfa...

Narra Jhostin

La falta de apoyo de Cesar se ha convertido en un peso insoportable sobre mis hombros. El hombre con el que pensé que compartiría cada alegría y cada desafío de la vida parece haberse distanciado, como si mis emociones y mi embarazo no fueran su preocupación. Sus silencios hablan más que sus palabras, y la indiferencia en sus ojos hiere mi corazón de formas que no puedo explicar.

Mi hija Vanessa no es ajena a los cambios en el ambiente familiar. Sus miradas inquisitivas y sus preguntas disfrazadas de curiosidad me hacen sentir aún más vulnerable. Intento sonreír y ocultar mis preocupaciones, pero sé que ella está conectando los puntos y sospechando mucho más de lo que digo.

Afortunadamente, tengo a Jess a mi lado. Su apoyo incondicional y su disposición para escucharme me brindan un poco de paz en medio de esta tormenta emocional. Sin embargo, no puedo evitar temer la idea de que mis colegas de trabajo se enteren de mi situación personal. La idea de ser juzgado o discriminado en el trabajo añade una capa adicional de estrés a mi ya agitada vida. Sinceramente, ya no se lo que pueda hacer con todo esto.

(. . .)

Ha iniciado la semana de exámenes, para mi suerte y que mi materia es algo fácil se me hizo fácil no hacerlo tan cargado para mis niños, pero Cesar ha estado más estresado de lo que ya a estado, se queda dormido en su escritorio y se ve más cansado. Me siento mal por él y quiero ayudarlo pero no se que hacer para que se sienta mejor.

Pensé en hacerle un desayuno sorpresa, así que lo hice. Ya eran altas horas de la noche y por suerte terminé el desayuno de él, me acerqué a su oficina en donde ya se había quedado dormido, le dejé el plato a un lado y dejarle una manta por el frío antes de irme le di un beso en la frente para irme al cuarto y dormir.