¿Verdadero o falso?

XXXII

Los gemidos resonaban en el camerino que estaba al final del pasillo, una cara rojiza casi adherida a la pared era la causante de aquél escándalo, su cabello mojado y largo era jalado por el que dirigía el coro, sus piernas blancas tenían marcas de las manos del moreno, sus glúteos también, poco a poco perdía la fuerza para mantenerse de pie y en un movimiento rápido y repentino él fue puesto de rodillas en el sofá que tenía el camerino, últimamente se la pasaban mucho ahí, por dicha el tour ya casi finalizaba al igual que el sexo diario

- Tenemos que dejar de hacer esto- Dijo mientras trataba de recuperar el aliento-

- Te voy a extrañar, voy a extrañar tus gritos- Se sentó al lado de Sodo y este simplemente lo golpeó- De verdad te tienes que ir?-

- Lastimosamente si- Contestó sin entusiasmo- Tengo unos asuntos pendientes pero cuándo regrese seré todo tuyo- Se sentó en las piernas de Swiss y lo besó-

- Siempre eres y serás mío- Apretó los glúteos de Sodo bastante fuerte y esto hizo que él soltará un quejido suave-

- Eso dolió- Hizo un leve puchero, su teléfono sonó y al verlo su semblante cambió completamente- Deberíamos irnos ya- Su rostro era algo desanimado, se levantó de las piernas de Swiss y empezó a vestirse-

- Pasó algo?- Preguntó, era extraña esa actitud de Sodo ya que solían quedarse más tiempo-

- No pasa nada, tranquilo- Sin decir más dejó a Swiss solo en aquella habitación-

Ya pasó una semana desde aquél momento en el que Sodo dejó a Swiss con las palabras en la boca, llevaban días sin hablar y Swiss no le escribía porque no quería molestarlo, o algo así, mientras que Sodo no lo hacía por no querer responder una pregunta que inevitablemente Swiss le va hacer

- Tenemos que hablar- Dijo mientras se sentaba al lado de su padre-

- De que?- Preguntó sin despegar su mirada del periódico-

- Pero debes ponerme atención- Su padre obedeció dejando a un lado el periódico y su cigarro-

- Te escucho-

- No te lo podía decir antes porque estaba toda la familia y honestamente sería vergonzoso pero quería que supieras que perdí al bebé... Otra vez-

- Es increíble que ni para darme nietos sirves-

- No fué mi culpa-

- Claro que lo es, apuesto a que tu pareja ni siquiera sabía y por eso te pasó lo que sea que te pasó- Su tono de voz era fuerte- Con razón Dorian no te quería, por andar escondiendo cosas-

- No tenías que mencionar a Dorian y sabes qué, jodanse tu y tu estúpida fiesta "familiar"- Se levantó de la mesa y se dirigió a la entrada en dónde esperaban sus maletas y el taxi-

Su teléfono sonó, con el corazón en la garganta lo sacó de su bolsillo y al mirar el nombre sintió como su corazón bajó de golpe al pecho, por más que no quisiera hablar tuvo que contestar

- Hola..- Murmuró-

- Hola extraño- Respondió de la
misma manera-