Dulces.

666 51 18
                                    

Me gustan los dulces.

Algo raro en mi persona, siendo que soy el bebedor número uno de café.

Ni siquiera suelo echarle algo de azúcar a mi café, soy de los locos que toman su café completamente amargo.

Mientras más amargo mejor. Vamos, incluso una vez Loraine me sorprendió masticando los granos de café del jarro de café.

Café y café.

El amargo café.

Y ahora, aún sabiendo que amo el café..... También debo confesar que soy algo adicto a los caramelos.

Nada de chupetes, malvaviscos, gomitas, chocolates o algún producto azucarado, nada de eso me gusta. Pero debo admitir que los caramelos son una debilidad mía.

Que puedo decir, soy de gustos raros y únicos, me puede gustar la carne frita pero no la carne al vapor.

Solo me queda decir que los dulces son mi debilidad.

Y justo ahora, mi novia tiene unos pequeños sobres de dulces en sus manos.

"Jaja colega, esa mirada hambrienta tuya puede ser vista a kilómetros".

"Dulces", dije emocionado.

"Sip, unos bonitos dulces de varios colores".

Ella lanzo los dulces en su mano, podía ver perfectamente como la luz se reflejaba en el envoltorio de cada caramelo.

Cómo si aquellos dulces fueran las luces de una bola de cristal, y la luz reflejada en ellos fuera la fuente de energía de aquellas luces arcoiris.

"Hee...", parece que ella noto mi atención en los caramelos, ya que empezó a moverlos de un lado a otro y yo los seguí como si fuera un perro entrenado.

"¡Olé! Jaja", y ahora parece que soy un toro atraído por el rojo.

"¿Tanto te gustan los caramelos?", me preguntó.

"La princesa me hizo adicto a ellos".

"Y tú la hiciste adicta al café".

"Eso no es.... cierto", refute.

"Si como no", ella siguió moviendo su mano, yo la seguí como un oso siguiendo la miel de una colmena.

Al final acabe recostado sobre ella, pude escuchar como se reía mientras acariciaba mi cabello como a una mascota.

"Buen chico jaja".

"Wof", bromeé.

"Dame la patita".

Hice caso y le sonreí, la palma de mi mano cosquilleo al sentir el envoltorio del caramelo.

No pude evitar sonreír como un niño al sentir el caramelo en mi mano, pero antes de poder tomarlo. Ella cerro su puño mientras una sonrisa juguetona se formaba en sus labios.

"Y dime".

"¿Que cosa?", dije jugando con sus dedos.

"¿Te gustan más los dulces..... O mis besos?".

La pregunta me tomo por sorpresa, antes de poder decir algo, ella levantó su mano alejando el caramelo de mi. Pude ver en sus ojos que ella estaba expectante por mi respuesta.

Una respuesta que le di, dándole un pequeño beso en los labios.

"¿Eso responde a tú pregunta?", dije, tomando su brazo y acercando el dulce.

"Mnn... Quien sabe jeje.... Ñum".

"Oye, ¿Por qué te comiste mi dulce?".

"Fufufu...".

Ella se rió, con sus cachetes inflados mientras una gran sonrisa juguetona inundaba su rostro.

Intente tomar los demás caramelos que estaban sobre el cojin del sofá, pero ella los oculto en su mano alejándolos de mi.

"Oye..".

"Jeje".

Empezamos a jugar, aún estando recostados en el sofá, y sobre ella, intente alcanzar los caramelos. Pero ella simplemente los alejaba mientras una pequeña risa escapaba de sus labios.

Al final, termine completamente acostado sobre ella, sin aplastarla, pero estirando mi mano para tomar los dulces que ella alejo de mi.

"¿No que te gustaban más mis besos?", me dijo.

"Una cosa es diferente a la otra", reclamé.

"Hee..... Este caramelo sabe tan bien~", me provoco

"Oye".

"Y lo mejor, es que es solo mío".

Ella se rió, mientras una sonrisa curvada y temblorosa se formaba en mi rostro. Nuevamente intente tomar los caramelos pero ella los alejo, al punto de que su brazo se encontraba fuera del sofa.

"Estos dulces son míos".

"......", fruncí el seño en señal de descontento.

"Jaja bien bien, te daré uno".

"Pero quiero el que me quitaste", le dije.

"Lo siento, pero ese es completamente mío".

".....¿A si?".

"Por supuesto, conformate con est....", la tome de la mejilla.










", la tome de la mejilla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Pude escuchar un leve gemido escapar de sus labios. La tomé por sorpresa al juntar mis labios con los suyos. La bese de apasionadamente, sintiendo los latidos de su corazón sincronizarse perfectamente con los míos.

Cerro lentamente sus ojos, sus pequeñas alas que se mecian en su espalda se contrajeron a su alrededor. Y en medio del momento, el ruido de los caramelos resbalando por sus dedos se desvanecieron al tocar el suelo. Dejando solo el seductor sonido de sus labios tocando los míos.

Finalmente, nos separamos, ella respiro de manera agitada con el rostro rojo. Mientras que yo me sentía orgulloso por el agradable sabor que sentía en mi boca.

"Así que es de fresa", dije orgulloso.

"O-Oye..".

"Jaja iré por algo de café, ¿Quieres?".

"Claro...".

Me fui de la sala, entrando a nuestra cocina mientras preparaba algo para tomar.



































"El se robó mi caramelo.....", dijo mientras se tocaba sus labios.

Día a Día con una sucubo (guardian tales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora