Ropa Robada

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En una relación de pareja, es común desarrollar ciertas costumbres y hábitos.

Una vez que comienzas a convivir con tu pareja, comienzas a experimentar situaciones particulares. Por ejemplo, puedes sentir el agradable aroma de tu pareja en tu habitación, notar cómo sus productos de belleza se adueñan de los armarios del baño, y cómo tus repisas ya no son solamente tuyas. Incluso, te puedes dar cuenta de que el desorden en tu habitación se ve influenciado por el desorden de tu pareja.

Poco a poco, te das cuenta de que tu casa ya no es solo tu casa.

Y eso es algo bueno, ya que me encanta cómo mi espacio se fusiona perfectamente con el de Yuze. Recuerdo claramente la primera vez que añadió algo suyo a mi habitación. Una pequeña lámpara en forma de fresa. Al principio, pensé que era solo una decoración insignificante. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que ella trajera todas sus cosas a mi cuarto.

Al principio, me sorprendió, pero no me molestó en lo absoluto. De hecho, disfruto ver cómo mi espacio se combina con el de Yuze.

Es una clara evidencia de nuestra fuerte relación, es una marca que ella ha dejado en mi casa y es algo que amo.

Se que estoy siendo muy insistente con esto, pero que puedo decir, amo presumir que mi novia también es una dueña más de mi casa.

Pero volviendo al tema principal.

Hay algo que Yuze no ha parado de hacer desde que volvimos a estar juntos.

Algo que me encanta ver.

"Ah, yuze, no encuentro la sudadera que compre recientemente", dije, moviendo la ropa de mi armario.

"¿Ya buscaste en el sofá?".

"Si, ya lo hice, incluso le di una limpiada a los cojines".

"Tal vez está en el baño".

"¿Por qué estaría en el baño?", pregunté, sin mirarla.

"Quien sabe jeje...".

Solo suspire, mientras rodaba los ojos y me daba la vuelta para verla de frente.

Ahí estaba ella, sonriendo como una niña pequeña mientras se aferraba a la misma sudadera que estaba buscando.

Podía ver cómo sus cuernos sobresalían de la capucha de mi sudadera. También note como las mangas yacian algo holgadas en sus pequeñas manos, no solo eso, el tamaño de mi ropa era tan grande, que la parte baja de mi sudadera se había convertido en una pequeña falda para ella. Haciendo más sensuales sus largas y esbeltas piernas.

Y aunque estén con algunas cicatrices,  esas heridas la hacían ver mas bella de lo normal.

"Oye, deja de verme las piernas", me dijo mientras se tapaba las rodillas con sus mangas.

"Eres mi novia, tengo derecho a esto", dije mientras le daba una buena examinada.

Ella solo sonrió mientras se sentaba en la cama y apretaba sus manos entre sus muslos desnudos. Yo solo me acerque y la tumbe sobre las sábanas.

"¿Cuánta de mi ropa seguirás robando?", pregunte.

"Nuestra ropa jeje".

"Oye, ¿Cómo que nuestra?".

Ella solo se rió, mientras me tocaba las mejillas con las mangas de mi sudadera. Tuve que resistir las ganas de querer morderla sobre la ropa.

"Con esta ya es la novena sudadera que me robas".

"Hey, no es robo", ella estiró mis mejillas. "Lo tuyo es mío, y lo mío, mío".

"Eso no es justo", le reclamé besando sus muñecas debajo de la ropa.

"El amor no es justo fufufu".

Ella se rió, mientras me daba ligeros golpes en la cabeza, desordenando mi cabello.

Yo simplemente me acerque para besarla pero ella se cerro la capucha, dejando solo su nariz a la vista.

"Oye", reclamé.

"La fabrica de besos está cerrada".

"¿No dejaras que el dueño entre?".

"El dueño no cumplió con los pagos", pude jurar que ella se estaba riendo debajo de su escondite.

"¿Acaso debo pagar para entrar?", dije, besando la punta de su nariz

"Porrr su puesto jeje".

Sonreí de manera irónica, mientras me acercaba y le daba una pequeña mordida a su nariz haciendo que se sobresalte.

"Oye jaja", me reclamo.

"Vamos, déjame entrar".

"Nop".

Ella jalo los cordones de la ropa haciendo más pequeña la apertura de la capucha.

Tome sus piernas, mis manos acariciaron sus muslos y note como ella se sobresalto.

Nuevamente sonreí, mientras bajaba hasta sus piernas, sonriendo de manera maliciosa. "Supongo que tendré que colarme por aquí", dije, mientras metía mi cabeza por debajo de la zona baja de mi sudadera.

"Hey, no hagas trampa", me reclamo.

La ignore, metí mi cabeza debajo de la ropa, viendo su pequeño y desnudó estómago.

"¡Espera espera, tu cabello me hace cosquillas! Jaja".

Le di un beso a su ombligo, seguí con mi recorrido notando que ella no tenía nada debajo de la ropa.

Nuevamente sonreí, mientras me detenia a centímetros de sus pechos. "¿Debería hacer una parada aquí?", le pregunté de manera juguetona.

"E-Esa estación está cerrada temporalmente".

"Bueno, es una lastima que sea un infiltrado", seguí con mi camino.

"¡Kya~!, me haces muchas cosquillas jaja".

Me infiltre en medio de su escote, me asegure de hacerle cosquillas con mi cabello y mis besos, restregandome contra su piel. Cosa que logré ya que ella intento detenerme con sus brazos.

"Ya para, esa no es la fabrica a la que debes entrar jaja".

"Pero estoy muy cómodo aquí...", le dije mientras seguía besando su escote.

"¡Ya!, jaja".

Ella abrió la capucha y el cierre de mi sudadera, tratando de hacer espacio en su interior, pero yo seguí bombardeando su piel con muchos besos. 

Al final tuve que detenerme ya que ella empezó a tirar de mi cabello.

"Auch", dije.

"Eres un infiltrado muy malo".

"Si la fabrica me niega besos, entonces debo buscar algo mejor".

"Terminaras desatando algo peor si sigues así~", me dijo de manera pícara.

"Tengo curiosidad por eso".

Levanté la cabeza, las alas de mi suéter se abrieron dejando a la vista su estómago y una parte de sus pechos. Además de dejar como evidencia las innumerables marcas de besos en su piel.

"Me gusta lo que veo", exclamé.

Ella simplemente se movió, dejando un poco más de sus pechos a la vista. "Dejaste tus huellas en la escena del crimen", dijo tocando las marcas de mis besos.

"Debo marcar lo mío, ¿No?", dije acercandome.

Ella solo cerró sus ojos, dejando que bese sus labios por fin.


























Luego de eso no me importo darle mi suéter.




Día a Día con una sucubo (guardian tales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora