Pequeña historia a pedido de "Pandora-Star". ¡Espero les guste!
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Es chocante, al punto de ser mortificante.
Realmente asombroso en una sola imagen que, en primer lugar, lo descoloco por completo y si quedaba viéndolo más tiempo, está seguro que va a romperle el corazón (Aunque odie el sentido figurado de esa frase cliché).
Pero no puede dejar de mirar.
La pequeña y suave toalla, perfumada con tomillo, permanece en la mano del hombre más tiempo de lo que debería. Hasta que finalmente la frota contra su cara, aspirando levemente, mientras sombras humanas en uniforme se dispersan y los ruidos de fondo circulan por toda la habitación.
El doctor Xeno, de expresiones siempre indescifrables y misteriosas, mantiene una expresión en blanco, mientras sus ojos apenas se mueven del montón de cosas abultadas en la bolsa a su costado, ni siquiera levanta la vista para ver a Stanley, su esposo, que permaneció a su lado en la misma cama, esperando que lo mire.
Ninguno dice una palabra.
— Disculpen— Aparece Luna, la doctora a cargo— Pueden ir a verlo, si quieren.
— ¿Verlo? — La cabeza de Stanley prácticamente salta, haciendo un sonido doloroso de su propio cuello— ¿Solo así?
— Eeh, me pregunto qué tipo de reacción es esa...
— ¿Te parece poco? — Para tener fracciones finas y delicadas, cuando Stanley se enojaba, sí que daba miedo— ¡¿Quién dice casualmente "Ya pueden ir a ver a su bebe muerto, si quieren"?!
— ¡Qué cosa! ¡No, no! ¡Su hijo no está muerto, señores!
— ¿Y porque nos hicieron esperar por horas aquí? ¡Míralo! Esta desconectado— Stanley señalo al peliblanco, cuya mirada no se despegó de las toallas y ropa para bebe en la bolsa— También he visto a alguien del departamento de psicología dando vueltas alrededor, me conozco esas caras y de ningún modo dejare...
— ¡Por favor, no me grite! — suplico Luna, que si no fuera porque es una medica muy capaz se habría echado a correr por la feroz mirada de Stanley— No sé qué le habrán dicho o lo que pudo estar pensando, pero le aseguro que su bebe está vivo y respira, solo que...bueno, deben venir.
— ¿De casualidad ha salido deforme? — interroga Xeno, de la nada.
— ¡No, en absoluto!
— ¿Es mogólico?
— Aún es pronto para decirlo...
— Atrapaste mi curiosidad— declaro Xeno, poniéndose de pie— Debe ser especialmente grave para que lo retengan apenas al nacer.
— Sobre eso...— A Luna le impresiono muchísimo que se lo tomara con ese apremio, ella amaba a los hombres inteligentes, pero esto rayaba un poco lo insensible.
Stanley miro a su pareja con un deje de apatía.
— Si está vivo, valdrá la pena verlo. Vamos.
Su autoritarismo influyo a Luna a ceder a todas sus demandas, apresurándose a llevarlos al otro extremo del hospital. A Luna le sorprendió que no trajeran la bolsa para bebes o que lucieran como los típicos padres, al borde de un ataque de histeria por no saber de su criatura debido a algún problema de comunicación en el relevo de enfermeros.
Si bien Xeno no mostraba indicios de morderse las uñas del estrés, su mirada analítica estaba enfocada en todo, como solía suceder cuando algo lo superaba emocionalmente y su mente profundizaba la conciencia del entorno para sentirse seguro. Por lo mismo, noto que la respiración de Stan, siempre controlada y nivelada, era pesada y aparatosa a media que caminaban.
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Te apruebo como yerno
أدب الهواةLos instintos de padre de Stanley se despiertan cuando su hijo, Gen, mira hacia ese peliverde de sonrisa arrogante. Estaba bien mientras Gen sonriera feliz, hasta que el futuro astronauta toma la decisión de ir al espacio, ¿Debería intervenir ahora?