Capitulo 4

289 38 2
                                    

Era una fría mañana, y el sol comenzaba a asomarse tímidamente entre las ramas desnudas de los árboles.

Fort, con su cámara en mano y un trípode a sus pies, se encontraba en el corazón del hermoso parque.

Su mirada, llena de admiración, recorre el paisaje que se extiende frente a él. Un lago sereno reflejando los primeros rayos de luz, montañas cubiertas de vegetación que se alzan majestuosamente en el horizonte y un sendero serpenteante que invita a la exploración. Cosa que estaba amando.

Con habilidad y paciencia, Fort ajusta su cámara, buscando capturar la esencia misma del parque en una sola imagen.

Observa cómo la luz cambia sutilmente con cada minuto que pasa, creando una danza de sombras y colores sobre el paisaje. Con cada disparo, intenta congelar el momento, inmortalizando la belleza que lo rodeaba.

Podía escuchar como los pájaros cantaban melodías suaves en los árboles cercanos, y el suave murmullo del viento agita las hojas secas en el suelo.

Fort se siente completamente inmerso en la naturaleza, como si fuera parte de ella. Cada clic de su cámara es un tributo a la maravilla del mundo que lo rodea, y cada fotografía captura un pedazo de su alma enamorada del arte y la naturaleza. Era como si se estuviera uniendo a la naturaleza.

A medida que avanzaba la mañana, Fort se sumerge aún más en su trabajo, encontrando nuevas perspectivas y ángulos para capturar la esencia del parque.

Se adentro un poco más en el sendero, explorando rincones ocultos y descubriendo detalles que pasan desapercibidos para la mayoría de los visitantes, como las pequeñas ardillas comían sus nueces, abejas volando cerca de las flores, pequeños patitos nadando en el lago.

Se detuvo en frente de un árbol centenario, cuyas ramas se extienden en todas direcciones como brazos acogedores dándole una visita maravillosa de su majestuosidad.

La leve luz del sol filtra a través de las hojas, creando un juego de luces y sombras en el suelo.

Fort sonríe con satisfacción al encontrar el encuadre perfecto, y con un susurro un gracias hacia la naturaleza, antes de capturar la imagen con su cámara.

Continúo con su caminata, deteniéndose ocasionalmente para admirar la belleza que lo rodea queriendo capturar todo en su memoria.

Cada imagen era un hermoso tributo a la majestuosidad del parque y su pasión por la fotografía.

A pesar de estar siendo seguido por los guardaespaldas de su padre se sentía en paz, era como si un nuevo aire entraba a sus pulmones dándole energía extra para seguir.

Sonrió divertido al recordar como Long y Boss lo habían estado siguiendo desde que salieron de la universidad.

Black, todavía Long y Boss nos están siguiendo?- pregunto viendo al beta asentir rápidamente

Así es, el joven Boss se encuentra a 600 metros en el lado noreste cerca del arco de arboles y el joven Long se encuentra cerca de las bancas del lado norte 650 mts- dijo viendo al menor sonreír

Bueno, solo tomaré unas foto más al lago, y después iremos por un helado, les gusta esa idea?- pregunto Fort viendo a los betas asentir

Desde la distancia considerable, Boss observaba a Fort con una sonrisa de complicidad mientras se escondía tras un grupo de árboles.

Estaba de brazos cruzados sobre su pecho y con la mirada llena de orgullo, disfrutaba ver a su chico inmerso en su arte, capturando la esencia del parque con cada clic de su cámara.

Reconocía la pasión y su gran talento, y no podía evitar sentirse inspirado por su dedicación a la fotografía.

A medida que observa cómo su futuro prometido se movía con gracia entre los árboles y las rocas, se siente agradecido por tener a alguien tan talentoso y apasionado con el cual tenía pensado compartir su vida.

Dancing with the Devil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora