GIGANTE

CAPÍTULOS DEL 13 AL 18

CAPÍTULO 13

La multitud de personas de buen corazón que miraban le contaron al tío Zhang cómo sucedió todo e incluso agregaron un poco de color y énfasis al comportamiento de la tía Zhang, lo que inmediatamente hizo que el tío Zhang se enfureciera. Incluso si por lo general era locuaz, en realidad era demasiado hablarle así a una niña pequeña. El tío Zhang entendió toda la maldad ante sus ojos.

Wang Ziyu pasó siete días trabajando en su tienda de bollos rellenos al vapor; sin mencionar que ha estado en contacto con ellos todos los días. Antes de trabajar en la tienda de bollos rellenos al vapor, el tío Zhang ya sabía que esta niña era buena. Después de trabajar con ellos, normalmente trabajaba rápido y muy duro. Sintió que le habían dado muy poco dinero. Si la tía Zhang no se hubiera opuesto, le habría dado un aumento de salario.

"Zhang liangzhong, todavía eres lento. Ven y detén a este lunático Wang Cheng. Quiere borrar todo lo que hay en nuestra tienda de bollos rellenos al vapor."

Ver a su marido era lo mismo que ver a su salvador, la tía Zhang inmediatamente se alegró. Tenía confianza en que podría castigar a Wang Cheng, el pequeño demonio, pero la reacción de su marido la sobresaltó.

Zhang Liangzhong se acercó al preocupado Wang Ziyu y, para sorpresa de uno, pareció darle una palmada en el hombro para consolarla. También dijo palabras que la tía Zhang no pudo oír y esto la enfureció hasta la muerte. Wang Cheng, que escuchó el nombre del tío Zhang, de repente dejó de irrumpir en la tienda. Miró hacia atrás y, efectivamente, vio al tío Zhang, que estaba de pie junto a su hermana. El tío Zhang se acercó a él con expresión de culpa.

"Wang Cheng, sobre este asunto, el tío Zhang los compensará a usted y a su hermana."

"¿¡Compensación por qué!? ¡Él destrozó nuestra tienda, así que es él quien debe compensarnos, de lo contrario, este asunto no ha terminado! La tía Zhang salió corriendo de la esquina cuando vio que ya no había peligro. Cuando escuchó lo que dijo el tío Zhang, inmediatamente provocó un alboroto con una expresión feroz en su rostro.

El tío Zhang no esperó a que Wang Cheng respondiera. Giró la mano y abofeteó sin piedad la cara de la tía Zhang. El sonido de las bofetadas fue ensordecedor, por lo que los susurros en la entrada desaparecieron instantáneamente. Toda la tienda de bollos rellenos al vapor también se calmó. Era probable que nadie esperara que el tío Zhang, que normalmente era tranquilo y honesto y rara vez contradecía a su esposa, tuviera ese lado.

"Cállate, tú también sabes muy bien en tu corazón quién tiene razón y quién no. Incluso si Wang Cheng destrozara todo, eso es lo que les debemos."

La tía Zhang parecía estar estupefacta. El tío Zhang se dio la vuelta, sacó un billete de cuatrocientos yuanes de la caja y se lo dio a Wang Cheng: "Este es el salario de tu hermana. Tómalo primero, algún otro día el tío Zhang seguramente te visitará en tu casa y llevará a tu tía Zhang para disculparse."

Este salario en realidad era demasiado y Wang Cheng también destrozó su tienda y rompió muchas mesas y sillas cuando desahogó su ira, por lo que originalmente quería negarse; pero el tío Zhang, sin escuchar sus protestas, le metió el dinero en el bolsillo del pantalón. Sin embargo, cuando Wang Cheng vio el rostro reacio de la tía Zhang, no quiso rechazarlo. Dejar esto a la ligera no servirá, ¡sería mejor poder hacerte morir de ira, vieja zorra!

Cuando el grupo en cuestión se fue, la multitud de espectadores en la entrada naturalmente se dispersó.

Cavó el hoyo para enterrarse. Por supuesto, todos solo se atrevieron a hablar de la tía Zhang a sus espaldas, pero después de esto, todos fueron abiertos y fueron sinceros.