Muero por ti

Capitulo 62

Se despierta Betty primero porque tiene ganas de ir al baño, desde que está embarazada va muy seguido y cuando trata de levantarse, una mano la tiene aprisionada por la cintura como teniéndola asegurada de que no se le va a escapar.
Betty decide sacarle lentamente la mano de su esposo y luego su brazo, trata de hacer el menor ruido posible para que no se despierte.
Lo mira dormir y le fascina, sus facciones sin duda son muy bellas y a ella le fascina. Su cuerpo pareciera que fue tallado por los mismos dioses, ese hombre es su adoración y su perdición a la vez.
Se fue al baño, desnuda como estaba porque ya no aguantaba más. Hizo sus necesidades fisiológicas y luego decidió darse una ducha.
En ese instante Armando se despierta porque al darse vuelta, nota que no está su esposa ya que la cama estaba un poco fría y escucha el ruido de la ducha del baño.
Sigilosamente se va desnudo hasta el baño, al entrar la ve bañándose y no puede resistir esa tentación de meterse con su esposa.
Entonces Armando se mete a la ducha sin que ella se diera cuenta y la abraza por la espalda, ésto hace sobresaltar a Betty.
Betty:"Armando! Me asustaste?" Le dijo muy enojada, es que casi se cayó y él la tuvo que sostener. Eso provocó que se asustara ya que recién salían del inconveniente con la bolsa amniótica por culpa del balazo que le había dado Gloria a ella, como para que ahora otra vez tuviera que tener inconvenientes por culpa de su marido.
Armando:"Perdón mí amor, no quise asustarte. Menos mal que te cogí porque te podías haber caído mí vida y hacerle daño a los bebés por mí culpa. Perdóname mí cielo, yo sólo quería bañarme contigo y tal vez jugar otra vez "
Betty:"Ay mí amor, yo también quiero bañarme contigo y te deseo cada vez más. Creo que el embarazo me ha despertado el apetito sexual y no puedo parar de pensar en que me hagas tuya."
Con esas palabras ya Armando no necesitó más permiso, ni disculpas y empezó a besarla en sus labios, luego bajó a su clavícula. A Armando le fascinaba ver el agua correr por el cuerpo de su amada, sentía envidia de ella porque podía entrar a lugares que él no podía.
Luego bajó a sus pezones y les dio su merecida atención, como corresponde.
Después se acercó a su boca y la besó apasionadamente, llevándola hasta la fría pared de la ducha.
Una vez allí, Armando le sube la pierna derecha a Betty y ésta la enrolla en la cintura de su esposo. Una vez que ella hizo eso, él aprovechó a colocarle su mano izquierda en la intimidad de Betty. Ésto hizo que ella jadeara, Armando notó que su zona de placer estaba húmeda y no sólo por el agua que corría por su cuerpo, sino porque su propio cuerpo lo realizaba. Entonces Armando decidió jugar un poquitico con el clítoris de su esposa, empezó a acariciarlo y mover su mano de arriba hacia abajo. Los gemidos de Betty se escuchaban en todo el baño y traspasaban hasta llegar a la habitación. Armando siguió un rato más, hasta que ya no aguantó más y entonces decidió que ya era hora de entrar en ella. Colocó su miembro en la entrada de la intimidad de su esposa y lentamente se sumergió a esas aguas de placer que no tenían subyugado.
Sus movimientos de caderas fueron al principio lentos, pero de a poquitico empezaron a aumentar la intensidad para volverse apasionados.
Armando entraba y salía de Betty con destreza como también con fiereza, cosa que a ella le encantaba. Sus movimientos de caderas eran cada vez más rápidos y a Betty le fascinaban. Ella ya no podía aguantar más, el placer que Armando le estaba dando era tan grande que ya no aguantaba más.
Betty:"Mí amor, ya no aguanto más"
Armando:"Yo tampoco cielo, córrete para mí"
Dijeron ambos con una visible voz agitada y al cabo de unos minuticos más, ambos esposos se corrieron al unísono y a Betty se le aflojaron las piernas, pero gracias a que Armando estaba con ella, se pudo sostener.
Armando:"Estuvo delicioso amor"
Betty:"Si mí vida, nunca lo habíamos hecho en la ducha y me encantó. Pero ahora señor Mendoza, sus hijos y yo tenemos hambre. Vamos a vestirnos y ver qué nos ha preparado Manuela, tengo tanta hambre mí vida"
Armando:"Ay si yo también tengo hambre, tanto ejercicio me dieron ganas de comer. Si yo también quiero saber que estará preparando para almorzar, ojalá sea pastas"
Betty:"Bueno, entonces vamos a cambiarnos y ver qué nos hizo de almorzar "
Armando:"Estoy de acuerdo, mí doctora "
Betty:"Bueno capitán Mendoza, vamos a almorzar ya que debemos comer alimentos"
Ambos empiezan a secarse individualmente porque saben que si se ayudan, indudablemente iban a hacer el amor otra vez.
Terminan de cambiarse y cogidos de las manos, se van a la cocina a ver qué hay para comer. Mientras iban caminando hacia el lugar, sienten un exquisito olor por toda la casa que a ellos les abre más el apetito.
Entran a la cocina y estaban la cocinera junto a la servidumbre que preparaba todo para ellos.
Armando:"Buenos días Manuela, Eugenia como están?"
Betty:"Buenos días, sentimos el rico olor y nos dió más hambre del que teníamos ya. Qué es lo que está preparando, porque huele delicioso?"
Manuela:"La señora Margarita nos dijo que al señor Mendoza le gustaba mucho la lasagna y entonces decidí hacerle hoy para festejar que seguro el obstetra le había dado el alta a la señora. También hice de postre, mousse de chocolate como le gustan a ambos"
Armando:"Uy qué rico, gracias Manuela y si el doctor Fernández nos informó que ya nuestro hijo está seguro porque cerró el saco amniótico y ya no corre riesgo alguno"
Manuela:"Wow que felicidad, me alegro mucho por ustedes "
Eugenia:"Muchas felicidades señores Mendoza, ahora a disfrutar del embarazo "
Betty:"Si por fin, aunque ahora a disfrutar de la exquisita comida que hace Manuela "
Manuela:"Vayan al comedor señores que Eugenia va a poner la mesa y yo serviré los platos, no se preocupen "
Armando:"Ok muchas gracias, vamos mí vida"
El matrimonio Mendoza Pinzón se dirige al comedor donde se sientan, Armando en la cabecera y Betty a su lado derecho. Enseguida llega Eugenia y va poniendo los platos, después los respectivos cubiertos, siguiendo con las copas y la panera para terminar.
Después llega Manuela con una fuente bastante grande con la lasaña, que coloca una porción en cada plato y luego deja la fuente en una posa fuente que estaba en la mesa.
Manuela:"Buen provecho señores"
Armando/Betty:"Muchas gracias"
Armando le sirve jugo de mora a su esposa y luego se sirve el para luego decirle;
Armando:"Amor, brindo por la felicidad que me das todos éstos días y los que vendrán. Por todo el amor que nos tenemos, por nuestros hijos y por los hijos que vendrán después de ellos "
Betty:"Ay amor, todavía no nacieron éstos bebés y ya estás pensando en los siguientes?"
Armando:"Si mí vida, hay que planificar de ante mano las cosas. Bueno brindemos ahora (alza su copa) por nosotros "
Betty:"Por nosotros " brindaron con jugo de mora y siguieron conversando de todo un poco.

Continuará