IN LOVE [F4 THAILAND] | ᴛʜʏᴍᴇ

Capitulo XIII

Actualmente, el grupo de amigos, a excepción de Ren, se encontraba en el aeropuerto, para despedir a Mira. Aunque, Jaidee prefería haberse quedado en casa, en todo el camino al aeropuerto, había estado llorando de manera silenciosa, sin importar cuantas veces Mira se fuera o viajara, no le gustaba despedirse de ella.

-Gracias por venir a despedirme. Tenían que levantarse temprano.

-No hay problema, Mira — aclaró Kavin —. Es bueno que vengamos aquí. Este lugar está lleno de hermosas damas.

-Mejor vista que un amanecer — concordó MJ.

-Te visitaremos alguna vez. Buena suerte — Thyme dijo.

-Tu también. Te estaré vigilando — señaló Mira —. Linda,  ¿por qué estás mirando hacía otro lado? Nos estás dando la espalda, cariño.

-Estaba verificando algo. Últimamente hay muchas cosas volando que de repente me entran en el ojo — se quejó, limpiando sus lágrimas, no estaba acostumbrada a llorar, mucho menos en un lugar público.

-Mi niña — Mira tomó de los hombros a la castaña, dándole la vuelta para luego abrazarla y acariciar el cabello de esta —. Sé que no te gustan las despedidas, Jai. No llores, porque sabes que yo también lo haré. Nos veremos pronto, mantendremos el contacto. Sabes que puedes visitarme cuando lo desees, estaré disponible para ti.

Permanecieron unos segundos más abrazadas, y con una seña de Mira hacia Thyme, este se acercó, rodeando los hombros de Jaidee para cuando ambas se separaron del abrazo. Seguido a eso, escucharon los pasos de alguien corriendo en dirección a ellos, así que voltearon a ver, encontrándose a Gorya.

-¡P'Mira! — la mencionada caminó hasta quedar frente a Gorya.

-Gracias, Gorya. Por venir aquí.

-¿Dónde está P'Ren? — preguntó Gorya.

-No creo que venga. Dile que me despido — Mira abrazó a la contraria —. Nos vemos.

-Buen viaje.

-Nos vemos, chicos — finalmente, Mira se fue.

Justo unos segundos después, Ren llegó, causando que todos pusieran su atención en él, el castaño caminó hasta quedar frente a Gorya —. ¿Qué estabas haciendo? — cuestionó la chica, un poco molesta —. Es muy tarde ahora, ¿no vas a hacer algo?

-¿Quién dijo que no hice nada? — Ren sacó su boleto de avión y pasaporte —. Seguiré a Mira a Francia. No evitaré un problema como siempre lo he hecho, Jaidee me ayudó mucho en esta decisión. ¿De qué manera terminará? No lo sé, pero lo intentaré. Gracias a ti, he reunido mis fuerzas para luchar — el castaño acarició la cabeza de Gorya —. Eso es lo que más me gusta de ti. Gracias — finalizó, dándole un beso en la frente.

Jaidee contemplaba la escena con una pequeña sonrisa, ella estaba al tanto de la decisión de su amigo, habían estado horas hablando sobre las posibilidades, sobre lo que podía y no suceder, pero para eso Ren tenía que intentarlo. El chico se acercó a la castaña, envolviéndola en un abrazo —. ¿Debo decirte que te amo más que a nada? Porque creo que eso ya lo sabes. Desde siempre, has estado para mí, en mis malos y buenos momentos, siempre estás allí. Gracias por apoyarme, por impulsarme a dar este paso, por decirme que no podía evitar este problema.

-Yo también te amo. No dudes en acudir a mi si algo sucede, si necesitas ayuda o apoyo, estaré allí para ti, Ren — la chica dió unas leves palmadas en la espalda del contrario, sintiendo como este daba un pequeño beso en su cuello y luego en su mejilla, separándose del abrazo —. Cuidate mucho, pero, sobre todo, sé fuerte.