𓂀 "ℍ𝕖'𝕤 𝕨𝕒𝕥𝕔𝕙𝕚𝕟𝕘" 𓂀

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸

Llegó la noche y ya era momento de conocer al hijo de Veronika. Jane se vistió lo más elegante posible para no dar una "mala impresión", según su madre. Eligió un vestido sencillo pero elegante, que le daba un aire de madurez y gracia. Mientras se miraba en el espejo, peinandose el cabello, sintió una mezcla de nerviosismo. Suspiró profundamente antes de bajar las escaleras.

En la sala, sus padres ya estaban listos, con una atmósfera de formalidad que llenaba la habitación. La mesa del comedor estaba preparada con una cena elegante, y la casa estaba impecable. Jane sabía que su madre había pasado todo el día exigiedole de que todo sea perfecto.

— Jane, vienes justo a tiempo — dijo Adeline, dándole un vistazo crítico. — Te ves...bien. Recuerda comportarte y ser amable.—

Jane solamente asintió y fue a sentarse al lado de Charlotte, quien la miro con esa expresion desprecio.

Unos minutos después, la puerta sonó. Adeline se apresuró a abrir, revelando a Veronika y su hijo. Veronika, una mujer elegante y segura de sí misma, sonreía cordialmente. Y a su lado estaba su hijo, un chico mas alto que su madre, Jane calculaba que tenia unos 25 o 26 años.

— Veronika, qué gusto verte — dijo Adeline, abrazándola brevemente. — Y él debe ser tu hijo. Adelante, por favor.— 

Jane se levanto para saludar a los invitados con una sonrisa cordial.

—Hola tia— dijo Jane dandole un abrazo corto a Veronika

— Hola Jenny, tanto tiempo, ¿como has estado?— pregunto Veronika mirandola

— Bien, gracias — respondió Jane, tratando de sonar lo más natural posible. Luego se volvió hacia el hijo de Veronika. — Hola, soy Jane — 

— Mucho gusto, Jane. Soy Vladimir — dijo el joven, tomando la mano de Jane y dándole un beso en el dorso, mostrando educación.

Jane sintió un leve rubor en sus mejillas por el gesto cortés de Vladimir. No había esperado esa clase de saludo, y por un momento, se sintió algo incómoda, pero la amabilidad y la educación del joven la tranquilizaron un poco.

— El gusto es mío, Vladimir — respondió Jane, tratando de mantener la compostura.

La conversación fluyó con cierta formalidad al principio, pero Jane hizo un esfuerzo por ser amable y abierta. Vladimir parecía ser un chico educado y respetuoso, y aunque la situación seguía siendo incómoda, Jane comenzó a sentir que podría haber algo positivo en conocerlo.

Veronika y Adeline hablaban animadamente sobre el nuevo hospital y los posibles beneficios de la alianza entre las familias, mientras Amelio y Vladimir discutían sobre varios temas, mostrando que compartían intereses comunes. Jane observaba y participaba en la conversación cuando podía, tratando de conocer más a Vladimir.

A medida que la noche avanzaba, el ambiente se relajó un poco, y la conversación se volvió más fluida. Jane se dio cuenta de que, a pesar de lo inesperado de la situación, había una pequeña posibilidad de que este cambio en su vida no fuera tan malo como había imaginado.

Después de la cena, mientras todos tomaban café en la sala, Veronika sugirió que Jane y Vladimir dieran un paseo por el jardín para conocerse mejor. Jane aceptó la propuesta, sintiendo una mezcla de nerviosismo y curiosidad.

— Vamos — dijo Vladimir, ofreciéndole su brazo a Jane.

Jane tomó el brazo de Vladimir y caminaron juntos hacia el jardín. La noche estaba fresca y tranquila, y las luces del jardín creaban una atmósfera acogedora.