10. NO SOY TU PROTECTORA

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Al día siguiente.

Oficina de Becky.

-una última mirada a su amiga dijo el resto.

No hizo falta que la coreana dijera nada, con su mirada ya lo decía todo, Becky anticipó a contestarle.

-No sé qué es lo que me pasa con esa chica, Nam -volvió a caminar de un lado al otro-. Quiero decir, hace unos días estaba desesperada por empezar en la oficina y empezar a ganar dinero, pero resulta que hoy no he podido pensar en nada más que en Freen, en Nabi, en todo lo que dijo la hermana Spencer -la coreana iba a preguntar, pero decidió dejar que su amiga terminara-. No puedo hacer esto, Nam. Tengo que concentrarme y hacer lo que hemos venido hacer, y Freen está distrayéndome; eso no me gusta nada, tengo que ponerle un fin -sentenció, volviendo a su escritorio-. ¿Revisaste el contrato Walbak? preguntó sin mirar.

Nam se quedó un rato observando a su amiga y tratando de descifrarla, algo que parecía reservado para cualquier persona del círculo de Becky, pero que al parecer una cierta tailandesa lo estaba logrando hacer.

- ¡NAM! -el grito de Becky la despabiló.

-Calma tus extensiones, Becky. El contrato está perfectamente redactado, Walbak no se va a deshacer de nosotras tan fácilmente porque -el intercomunicador de la castaña la hizo callar.

-Disculpe, señorita Armstrong -era Jisoo, su secretaria-. La señorita Malaiwong está aquí y quiere hablar con usted y la señorita Nam Poolsak -Becky y Nam se miraron, no era normal la presencia de Irin en la oficina; la bailarina decía que el olor a dinero le producía alergias.

-Hazla pasar, Jisoo -anunció Becca y dos segundos después pudieron ver la sonrisa de Irin atravesar la puerta.

- ¿Pasó algo? -Nam preguntó, preocupada, aunque la sonrisa de la chica la desconcertó.

- ¿Acaso no puedo venir a visitarlas? -preguntó divertida.

Las dos amigas giraron los ojos.

-Irin, dinos a lo que viniste, tú nunca vienes a visitarnos a la oficina. ¿Recuerdas las alergias? -en cuanto Becky se lo dijo, la bailarina estornudó.

-Cierto, el olor a dinero -recordó, sacando uno de sus pañuelos.

-Irin, me estás poniendo nerviosa -Nam quería noticias.

-Vine a decirles que Freen está en su estudio de tatuajes -soltó de repente-. Según Suga.

- ¿Quién?

-Suga. Yoongi.

- ¿Qué hacías tú ahí? -la frenó Nam, enfurecida.

Irin sonrió ante los celos de la otra chica.

-Bueno, Yoongi y yo habíamos quedado para almorzar -la cara de Nam era cada vez más graciosa-. Y cuando lo acompañé de vuelta al estudio, pregunté y me dijeron que Freen ya estaba, y según Sugita -nótese el afecto-, pasó la noche ahí y ha estado trabajando desde temprano -informó.

- ¿La viste? -preguntó rápido Becky, antes de que la pelea entre sus amigas comenzara.

-Quise hacerlo -le contestó Irin-. Pero Eunha me dijo que se encerró en su oficina y pidió que no la molestaran por nada ―al parecer no solo Becky estaba de mal humor.

Nam iba a seguir hostigando a Irin, pero cuando vio a Becky agarrar su bolso cambio de objetivo.

- ¿A dónde te piensas que vas? preguntó, frenándola.

-Voy a terminar con esta estupidez ya mismo. Sarocha tiene que dejar de estar en mi cabeza como sea -se sacó a Nam de encima y siguió su camino.

La coreana miró a Becky y después a Irin, una idea llegaba a su cabeza; ese tal Yoongi iba a saber con quién jugaba.

NO SOY PARA TI - FREENBECKY (CORREGIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora