CAPÍTULO 12

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- ¿Hola? - preguntó Lili al contestar la llamada.

- Hola Lili, disculpa la llamada, quería pedirte un consejo acerca de un dilema social que estoy enfrentando, ¿estas ocupada?

- No, tranquilo, te escucho - estaba feliz de que le hablara a ella.

- Bien, se supone que ahora que Leonard y Penny terminaron, yo debo elegir un solo bando, eso es lo que dice Howard, pero Leonard dijo que no le importaba, sin embargo, por su tono de voz siento que en verdad estaba mintiendo - no estaba muy seguro de esto - sin embargo, he quedado en cenar con Penny, ella va a hacer espaguetis con salchicha y tú sabes que a mí me encanta ese platillo, ¿qué se supone que debo de hacer?

- Ok - miró al techo pensando en una respuesta - bueno, mi consejo es que deberías preguntarle directamente a Leonard sin que estén lo otros presentes, además, podrías comentarle acerca de la cena, estoy segura que él será compresivo y no le molestara que ustedes convivan - conocer el futuro de las personas era beneficioso en estos casos.

- ¿Por qué todos los consejos que da la gente es hablar? - estaba cansado de lo mismo.

- Bueno, creo que tanto tú como yo, estamos de acuerdo con que las palabras son poderosas si se ocupan correctamente.

El mayor coincide con lo que su amiga dice y le agradece el concejo, ya luego vería el momento en que hablaría con su mejor amigo, la llamada terminó después de unos quince minutos, esta cerró con el acuerdo de verse el miércoles para la noche de Hallo. Lili guardó su teléfono y continúo escribiendo en uno de los tantos papeles que se encontraban en la mesa.

- ¿Ya decidiste quien será tú príncipe azul? pregunta Marcus entrando a la oficina y llegando a su propio escritorio.

- Si, pero no es ninguno de tus recomendados.

- ¿A quién elegiste entonces?

- A ti - responde con sencilles.

Los parpados del joven castaño se abrieron petrificados, miraba con atención los ojos de su amiga  buscando alguna señal de que lo dicho era broma, sin embargo, no encontraba nada que le diese un indicio de esto.

- ¿Estas jugando verdad? - se atrevió a preguntar.

 Ante la mirada del contrario, la chica no pudo aguantar más, se empezó a ahogar entre risas y carcajadas que fácilmente se podían escuchar fuera de la oficina, su panza dolía mientras veía la cara fastidiada de su mejor amigo, este se levantó y se dirigió al escritorio contrario llevándose consigo su termo de agua caliente para luego ofrecérselo a Liliana y así evitar que se le irritara la garganta, aunque claro, tuvo que esperar a que la burla cesara. 

- He de decir que no bastan los 8 años que llevo conociéndote, siempre haces o dices algo que no puedo predecir - la chica aún mantenía una gran sonrisa burlona que indicaba que con gusto podía seguir riendo otro rato más.

- ¿Qué pasa postecito?, ¿no puedes conmigo? - le encantaba molestarlo.

- Por favor, básicamente yo te he cuidado todo estos años, te consuelo, te apoyo, te hago de cenar, hemos compartido departamento, compro tus pastillas y toallitas cuando estas en tus días, se muy bien cómo alegrarte el día y solo yo puedo consentirte, si llegase el remoto caso de ser tú pareja, no creo que haya mucha diferencia - la joven asintió ante lo dicho, no había nadie más que la conociese tan bien.

- Tienes razón, además de que eres guapo, atento, responsable y muy trabajador, cualquier chica tendría la fortuna de traerte atontado de amor, eres un buen partido amigo mío - el alago provocó un pequeño tono carmín en las mejillas del mayor, al notarlo se volteo dándole la espalda a la contraria - pero volviendo al tema, ya sé que decirle al jefe, tú déjamelo a mí.

- ¿Segura? - preguntó caminando hacia su respectivo lugar.

- Si, le diré que me gusta Spencer, ya hablé con él y estuvo de acuerdo, me dijo que le parece bien poder ayudar a una amiga, aunque como es un novato, estoy segura que el jefe me pedirá que lo reconsidere.

- Por su puesto - no le agradaba del todo que eligiera a Spencer, en más de una ocasión lo había cachado observando a su amiga más de lo normal.

Los dos volvieron a trabajar, las horas pasaron tan rápido que cuando se percataron de la hora ya había anochecido, era momento de ir a la oficina del jefe, ambos se encaminaron por los pasillos hasta llegar al ultimo que los ponía enfrente la puerta de la habitación a la que debían llegar, sin embargo, antes de poder siquiera acercarse, Lili recibió una llamada de emergencia, al parecer, Sheldon estaba trepado en un árbol tratando de escapar de un perro, la desesperación se percibía fácilmente a través del celular, la pelinegra le pidió a su amigo que la disculpara con el de pelo cano, ya que iría a salvar al ojiazul. Marcus asintió y vio como su amiga desapareció después de introducir algunas coordenadas en su reloj, inconscientemente, sonrió ante la preocupación de la mujer, era la primera vez que Liliana había pospuesto una reunión con Padre por tener que ir con alguien, después de unos segundo, su sonrisa desapareció, solo deseaba que esto no se volviera un problema a futuro.


Viajera del tiempo/La Teoría del Big BangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora