-Capitulo 13: Oveja de campo -

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En algún lugar diferente a la bulliciosa Valakia, lejos de cualquier reino cercano, el cielo se encontraba gris y lleno de nubes oscuras. La niebla se arremolinaba sobre los arboles como una tela blanca de humedad y los olores a tierra mojada se hacían mas intensos con cada gota de lluvia.

Los animales pequeños se ocultaban de la lluvia en sus pequeñas madrigueras y algunos monstruos simplemente andaban por ahí, sin importarles el clima frío ni las gotas que caían sobre sus cuerpos feos.

Todo el clima era extrañamente deprimente, con el sol siendo tapado por las nubes oscuras que se reunían en el cielo. Casi parecía haberse vuelto de noche.

Debajo de aquellos arboles húmedos y frondosos, se encontraba una tienda de campaña verde oscura con tenue luz saliendo de su interior. Algunas voces leves salieron de el de vez en cuando, pero el silencio reinaba la mayor parte del tiempo.

"Aquí tiene... Hermes-sama" La cálida pero apagada voz de Lidith sonó, mientras en su mano había una taza de té que entregó a su deidad patrona.

"Gracias, lidith-chan" Hermes respondió con una sonrisa dulce.

"Dentro de poco estará lista la cena. Ha llegado mi turno de guardia así que iré afuera y cambiaré con Pock".

"Está bien, ve" Hermes asintió.

Lidith caminó hasta la entrada de la tienda de campaña y salió mientras Hermes bebía su té. Cerca de el estaban Pot y Elilly quienes preparaban toda la cena con un animal que había sido cazado por ellos.

Las miró mientras hacían su labor y pudo sentir las emociones complicadas saliendo de ellas. Su rostro se frunció ante esto: "Todos están muy afectados, ahora mismo no puedo hacer nada por ellos".

Hermes no era un dios emocional ni nada por el estilo... Pero era lo suficientemente bueno como para preocuparse por sus hijos, y ahora mismo estaba algo frustrado por lo que sucedió.

Pock, el Pallum joven, entró a la tienda de campaña luego de cambiar su puesto con su capitana. Su rostro estaba ligeramente sombrío y enojado, pero dentro su corazón estaba sintiendo cosas aún más fuertes de lo que su expresión hablaba.

Se sentó en el suave suelo de la tienda de campaña y procedió a quitarse los zapatos sin mirar a Hermes. Mientras este solo lo miraba sin decir nada: "...".

"...".

"...".

"...".

"...".

"Hermes-sama..." De repente, Hermes volteó a ver a Pock cuanto este le habló: "¿Por que todo tuvo que ocurrir así?. ¿Acaso ese era el destino que ellos tenían?".

Ante estas palabras, Hermes suspiró pesadamente y expresó su opinión: "Escucha Pock-kun... Lo que pasó no fue obra del destino, era algo que podía pasar en cualquier momento y en cualquier lugar... Simplemente pasó ese día y nadie pudo haberlo previsto".

"Pero..." Pock dejó de quitarse los zapatos para ver a Hermes: "Acaso no era posible haberlos salvado del dragón negro?. No solo a... Jose, Rosa y sus hijos... ¿sino también a toda esa gente del reino?" Su expresión parecía muy caída.

Hermes lo miró y no pudo evitar sentir algo en su pecho: "Si todo hubiésemos salido juntos en ese momento, quizás ellos podrían haber sobrevivido... Pero eso no pasó, y ahora solo podemos vivir con eso".

Pock escuchó sus palabras y su corazón se afligió con cada recuerdo de su mente. Cerca de ellos estaba su hermana y la enana Elilly, quienes al escuchar las palabras de Hermes tuvieron la misma reacción que el.

[Cancelada] - Reencarnado en Danmachi con un SistemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora