Después del escaneo de los papeles, finalmente nos permitieron pasar al barco. Mi padre y mi madre cogieron bastantes cosas, las maletas no cabían en el maletero, por lo que tuvieron que poner dos en los asientos traseros.
Imen y yo nos turnábamos para sentarnos al lado de la ventana. Y sé que lo normal sería poner las maletas en el medio y que cada una se sentara en el lado que quisiera, pero sería mucho más incómodo de esa manera.
El viaje duraría mínimo 6 horas, yo estába muy cansada para salir a dar vueltas, pero Imen quería ver el amanecer desde el barco y mis padres me pidieron que la acompañara, cómo no.
- Ay tía, ¿me haces una foto aquí? - dijo Imen de nuevo, ya iban por lo menos 8 fotos en el mismo sitio
- ¿Otra vez? Si ya te he hecho - dije cansada
- Porfa - dijo suplicando otra vez más
- Sólo una - condicioné
- Sí sí, una nada más - respondió
- Venga dame - dije refiriéndome a su móvil
Ella me lo da y yo abro la cámara desde la pantalla de bloqueo. Al hacer la foto aparece una notificación de almacenamiento lleno, era de esperar.
- No tienes espacio - dije dándole el móvil
- Pues házmela desde el tuyo - dijo bastante obvia
- Tía vámonos ya porfa, que estoy muy cansada - pedí, no dormí muy bien
- No tía, que acaba de amanecer - dijo sin la intención ninguna de irse
- Porfa tía - volví a pedir
- Venga unas fotos y nos vamos - rodó los ojos
- Jura - era raro que haya cedido tan rápido
- Wallah - dijo finalmente
Saqué mi móvil del bolsillo de mi pantalón y le hice varias fotos, una no le bastaba.
- Ya está, toma - dije dándole el móvil para que las mirara
Al girarme vi al chico de ayer dirigiéndose a la dirección contraria. En ese momento lo único que quería hacer es irme, no quería que Imen supiera quién me ayudó ni nada de eso.
- Venga vámonos - dije arrastrándola
- Espérate déjame mirarlas al menos - dijo con la mirada puesta en el móvil
- Ya las mirarás en la habitación, ahora vámonos - dije y finalmente comenzó a andar
Fue un gran trabajo hacer que Imen se fuera, a ella le encantaba hacerse fotos, y más aún cuándo las vistas eran tan bonitas, pero ya se hizo suficientes y yo estaba bastante cansada.
Volvimos a los pasillos de los camarotes y buscamos nuestra habitación, teníamos la 138.
- Ciento veintinueve - murmuré mirando el número de las habitaciones
- Oye Nihed - dijo Imen detrás de mí
- ¿Qué pasa? - pregunté mirando aún el número de las habitaciones
- ¿Te has traído tu vestido azul? - preguntó aún por detrás
- ¿Cuál? ¿El liso? - respondí, tenía dos
- No, el de lunares - respondió
- ¡Aquí, ciento treinta y ocho! - dije sacando la llave - Sí, está en mi maleta - respondí a Imen entrando a la habitación
- Me lo vas a dejar para el cumple de Hannan - dijo dándolo por hecho
- No guapa, me lo he traído para mí - negué, quería ponérmelo yo
- Venga tía, tú ponte uno mío - dijo intentando convencerme
- Que no - volví a negar
- Porfa Nihed - me miró sonriendo con la intención de conseguir ponérselo
- Ya veremos - no lo decía enserio, sé lo iba a dejar
- ¿Sí? - dijo emocionada
- InSha'Allah - ¿traducción? era un sí
- Te amo - dijo finalmente sentándose
Yo me quité la sudadera y me quedé en mangas cortas, después me quité los zapatos y me tumbé en la cama.
- ¿Dónde están mama y papa? - pregunté, ellos no estaban en la habitación
- Están en el restaurante del barco, me han avisado - contestó mirando al móvil
- ¿Cuándo vuelven? - pregunté de nuevo
- No lo sé, mama está con una amiga suya y papa igual, con el marido de la amiga seguramente - respondió
- ¿Qué amiga? - dije levantando mi cabeza de mi almohada para sentarme
- Weiew, preguntas mucho Nihed - dijo acercándose para coger algo - No me acuerdo pero ayer le dijo a papa que la tita Nawal iría también a Marruecos, creo que es ella - respondió finalmente a mi pregunta
- Ah vale - hice una pausa - Y te aguantas - dije refiriéndome a su primera frase
Ella suspiró y volvió a sentarse. Yo volví a tumbarme en la almohada y a pensar en qué haría estas dos semanas y, sin darme cuenta, me quedé dormida.
- Ten cuidado Imen, no le vayas a dar a Nihed - escucho la voz de mi padre de lejos
- Vale - Imen responde
Abro los ojos poco a poco, el sueño no me permite abrirlos enteros de un sólo movimiento.
- ¿Qué hora es? - pregunto desde la cama en un tono bajo
- Son las 9:10 - responde Imen cogiendo la maleta - ¿Te has despertado ya? - hizo una pregunta bastante obvia
- No - respondí sarcástica
- Nihed ino, levanta venga, que el barco está apunto de llegar - dice mi madre
Yo me quito las sábanas de encima y me pongo los zapatos. Me arreglo el pelo y me vuelvo a poner la sudadera con la que vine, aunque no hacía tanto frío aquí.
Después de media hora, fuimos bajando al garaje del barco y nos montamos todos en el coche para desembarcar.
- Mañana tenemos visita, así que tenemos que preparar todo rápido - dice mi madre desde el asiento del copiloto
- Uff - suspiro, no tenía ganas de prepar nada por hoy
- ¿Quién va a venir por dios? Si acabamos de llegar - dice Imen, ella tampoco quería al parecer
- Va a venir tita Nawal y sus hijos - le responde mi madre - Y ha está dicho, las cosas no van a cambiar - dice obvia
- ¿No se podía esperar? - dijo Imen de nuevo
- Iwa safe, relajaros ya - dijo mi padre desde el asiento del conductor
Imen resopló de nuevo - No quiero - se quejó
- Imen cállate - dije, no quería ver a mi madre enfadada
- Vale
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Casualidad
RomansaCuando pasa algo tan repetitivo, es por alguna razón. Pero, ¿y si no hay una razón? ¿Y si es algo pasajero? ¿O una etapa? ¿Y si ha sido una lección de vida? ¿Y si ha sido un error? ¿Y si ha sido CASUALIDAD?