Euronymous

-Capítulo Uno-

Caminaba tranquilamente a la orilla de la bella playa, sobre la blanca arena, sintiendo el salado sabor del aire en mi boca y disfrutando de la agitada presencia del mar. Repentinamente escucho a alguien llamarme: "Alma... por favor... ayúdame...", pero al voltearme, no había nadie. Estos sucesos ya estaban pasando bastante seguido, escuchaba a alguien llamarme, que me hablaba en sueños, que pedía ayuda, me decía que lo sacara de abajo, que quería salir de allí, no entendía nada, simplemente pensaba que era mi imaginación o alguien tratando de molestarme.

Ya faltaba un día para mi décimo sexto cumpleaños, que era el 12 de abril, mi tía me había llamado diciendo que vendría a visitarme para mi cumpleaños.

Yo vivía sola, no conozco a mis padres, mi tía me dijo que me encontró cerca de la playa y me crió como si fuera su hija, ya que ella era incapaz de concebir niños.

Mientras volvía a casa en la montaña de Vermena, en el sector La Pólvora, eran las tres de la tarde y llegó mi único y mejor amigo, León.

Conocí a León cuando tenía siete años, estaba jugando a la orilla de la playa con mis figuras de cangrejo y pulpo, mis favoritas, fui a buscar mi balde rojo, al volver note que solo estaba la figura de cangrejo, busqué desesperada por todas partes, esas figuras eran muy especiales para mí, al darme vuelta vi que la figura de pulpo se encontraba bastante lejos, flotando en el mar. Me puse muy triste, eran los regalos de mi primer cumpleaños, comencé a llorar desconsoladamente, para peor mi tía no se encontraba cerca, ya que fue a comprar un par de cosas y me dejó con la estúpida niñera, que se pasaba todo el día hablando por teléfono.

Ya daba por perdida mi linda figura de pulpo. Iba caminando apenada, hasta que escucho a alguien llamándome.

"¡Hey tú! ¡Oye niña! ¿Este juguete es tuyo? –dijo un niño.

Me detuve a mirarlo, estiró su brazo y me entregó mi figura perdida.

"¡Sí, este es mi pulpito, muchas gracias! ¿Dónde lo encontraste?

"Mientras nadaba, chocó con mi mano" –dijo con una sonrisa.

Desde ese día, empezamos a ser amigos, hacíamos todo juntos, él era como el hermano mayor que nunca tuve y por eso aprecio mucho.

"¿Cómo está la anciana de dieciseis años? Alma, feliz cumpleaños, gracias por todos estos años de amistad, tu compañía me ha hecho muy feliz."

"¡Wow! ¿Qué rayos fue eso? ¿Acaso tienes fiebre?" –dije tocándole la frente.

"Qué mala eres"-dijo en un tono burlón.

"Lo siento, hay algo que me está molestando desde hace mucho, pero no importa."

"¡No te agobies o te saldrán arrugas!"-dijo en acelerado-"mañana a las 5 de la tarde voy a celebrar tu fiesta, tu tía dijo que también llegaría. Bueno me voy."

Cuando León se fue, sentí que me estaba ocultando algo y lo descubriría mañana por la tarde. Ya estaba anocheciendo y que sentí que una oscura presencia que me tapo los ojos con sus manos, trate de darme vuelta, pero no pude, sentí como que alguien o algo no querían que lo viera, luego de un momento pude darme vuelta y divisé a un joven de cabello negro y ojos del color del fuego. Se acercó y me dijo:

"Hola hermosa Alma, ¿cómo estas?"-dijo con tono egocéntrico

"¿Quién eres?"- le pregunté algo confundida.

"Euronymous ¿Qué acaso ya no reconoces a la persona que te habla en tus sueños? Pensé que me reconocerías dulzura."

"No me llames dulzura. Así que eras tu el que pedía mi ayuda y me llamaba cuando caminaba en la playa."