Find Me [namkook]

1: Blue & Grey

El teléfono vibraba a su lado derecho, la pantalla se encendía una y otra vez, la luz que salía de ella era la única que iluminaba el jardín a media noche, el único amigo que le quedaba era muy insistentes y tenía suerte por ello, porque sino no quedaría ninguno, nadie soportaría a alguien tan intermitente como él.

Sin embargo, no podía simplemente contestarles, no podía responder sus preguntas, no sabía cómo, era demasiado abrumador. Si hablaba de que se sentía solo, sería egoísta. Si hablaba de lo mucho que se estaba saboteando y retrayendo, ellos no le darían la importancia; dirían: "No parece que tengas un problema".

No, una batalla constante se desarrollaba en su interior mientras hacía cosas que para los demás eran normales y comunes, algo tan básico como pedir la parada del autobús, hacerle una pregunta a un profesor, pedirle algo a un compañero, preguntar el precio de un producto, contestar un mensaje de :"¿Como estas?". Se derrumbaba demasiadas veces al día como para decirle a alguien tal incontable cantidad de veces que lo ayude.

Tal como en ese momento, sus ojos ardían por las lágrimas gruesas y sus huesos temblaban del frío, prefirió recibir la fuerza de la tormenta en progreso que pasar un segundo más rodeado de personas en la universidad y finalmente estaba en su casa, en su jardín trasero, sintiéndose destruido por no ser capaz de controlarse.

-Solo quiero funcionar como una persona normal ¿Porqué no puedo serlo? -Preguntó a la nada, aferrándose a sus rodillas en el suelo, encogiendose en sí mismo, como sabía hacer. Y esa era una pregunta que se hacía recurrentemente; ¿Porque no era normal? ¿Alguna vez sería normal? ¿Alguna vez sería una persona común que tiene tratos sociales sin sentirse drenado?

Al menos el cielo sufría con él y se venía abajo, los rayos brillaban en el cielo, a los segundos el trueno llegaba y lo hacía estremecer. En uno de tantos, el golpe del trueno vino acompañado con el sonido de ramas rompiéndose y algo moviendose entre sus arbustos. Preocupado porque fuese una de las ratas del vecino que Namjoon se niega a recibir en su casa, alzó la vista y encendió la linterna para ver mejor, escuchó las hojas moverse y estando ya mojado no le molesto buscar el origen del sonido entre las plantas, le persiguió un poco hasta que lo vio acorralado al final del jardín, contra la pared y un pequeño árbol. No era una rata.

-Oh, pobre cosita

Un enlodado y empapado conejito se estremecía en el rincón, las orejas grande y llenas de barro caían cubriendo sus ojos y entorpeciendo su vista, solo era una bola húmeda que temblaba y respiraba con miedo, rompiendo el corazón ya aporreado de Namjoon.

Definitivamente tenía que auxiliarle.

-Ven conmigo, y no tengas miedo porque yo también tengo

Le sorprendió lo fácil que fue llegar a él y levantarlo, los conejos son rápidos y ágiles a la hora de huir, pero este parecía dejarse con facilidad, quizá era el frío, el miedo, su condición, o quizá le había dado un voto de confianza. Se iba a quedar con lo último.