- 𝐀𝐂𝐓. 𝐎𝐍𝐄۟ ׅ ͡

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— "Ya nose que es el amor, estoy ahogada en el mar, quizás me quede ahí para siempre"                                                    —Hiyori

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— "Ya nose que es el amor, estoy ahogada en el mar, quizás me quede ahí para siempre"
Hiyori

Hiyori, una chica que sufría desde que lo recuerda, ósea casi toda su adolescencia. Al principio cuando tenia solo una edad muy pequeña, era todo increíble, sus padres la amaban, siempre eran risas y felicidad pero... todo tiene un fin, ese fin llego a Hiyori. Con tan solo una edad muy joven, llegó ese fin, era el comienzo de algo que jamás se lo esperaba.

Sus padres la abandonaron, ni siquiera se dejaron o algo, la abandonaron, así como así. Fue cuando ella se encontraba dormida, cansada de la escuela, hasta que al día siguiente, nadie estaba en casa. Ese día, Hiyori pensó que sus padres habían salido y no avisaron pero Hiyori espero segundos, minutos, horas y no había señal de sus padres. Ni siquiera contestaban los mensajes de Hiyori, hasta podría decirse que la habían bloqueado.

Ella se quedó completamente sola, sin saber que hacer, ¿cómo iba a sobrevivir sin dinero? Se preguntaba Hiyori. Lo único que tenía que hacer era trabajar, ella sabía que esto no iba a ser nada fácil, Hiyori de sentía mal, muy mal, no había nadie con ella, nadie la acompañaba a ningún lugar, no había nadie a su lado.

Al final, Hiyori dejó la escuela, concentrándose a trabajar, había dejado su casa porque no podía pagar tanto, por lo que decidió mudarse a unos departamentos. Aquel lugar no era del todo bonito pero al menos tenía donde dormir, Hiyori quería salir de todo esto, por lo que ella se esforzaba mucho, tenía su dinero guardado donde ella juntaba para poder salir de todo e irse a un mejor hogar, donde quizás podría comenzar de cero, y otro para el departamento.

Hiyori se esforzaba todos los días, ella siempre visitaba los locales de la ciudad, Hiyori se sentía mucho más segura al ir a los locales, pues se decía que nadie podía hacerte algún daño por una pandilla famosa de la ciudad, aquella pandilla podría acabar con cualquier persona que te hiciera algo en tan solo unos segundos, o así se decía de la escuela Fûrin.

Hiyori se sentía tan bien al ir a aquellos locales, siempre visitaba a una señora que vendía panes, esa señora era como una mamá para Hiyori, hasta le había contado lo sucedido y la señora quería que Hiyori viviera con ella pero Hiyori quería salir sola de esto, además que no sabía si iba a incomodar, ella siempre fue de sobre pensar las cosas.

De todas formas, aquella señora siempre le dice que su casa siempre estará abierta para Hiyori, cualquier día ella puede quedarse o a vivir. La mayoría de personas eran muy buenas con Hiyori, pues aunque ella fue abandonada a una corta edad, ella era muy amable y siempre tenía una sonrisa que a cualquier podía enamorar.

A Hiyori le encantaba pintar, pintar la distraía de la realidad, solo era ella y su imaginación, algunas veces llegó a vender algunas pinturas que ella había hecho, la mayoría de aquellos locales le compraban pinturas, ella era aquella arcoíris que se formaba después de la tormenta haya terminado. Le encantaba las pinturas, algunas solían ser con cosas muy significantes para Hiyori.

Hiyori siempre era tan amable, era muy extrovertida y siempre sonreía a cualquier cosa, incluso algunas personas la llegaron a llamar sol, pues era el solecito de todas las personas que Hiyori ayudaba. Siempre les mejoraba el día con aquella sonrisa de Hiyori y sus palabras, ella era tan buena.

Pero claro, no todo es para siempre, ¿verdad?

Hiyori conoció a un chico, un chico que la hizo cambiar mucho, ella se enamoró de él, el chico siempre la trataba demasiado bien al principio, actualmente es su novio.

Al principio de todo, aquel chico llamado Michael, la trataba muy bien, el se había mudado a aquella ciudad, paseándose por los locales, hasta que vio aquella sonrisa de Hiyori, esa sonrisa podía conquistar a cualquier hombre y Michael cayó con esa sonrisa.

Nadie se esperaba que Hiyori iba a cambiar tanto e iba a perder esa sonrisa que ella solía tener todos los días. Michael empezaba a tratar mal a Hiyori, ¿por qué? Bueno, el solía ir a tomar, era algo alcohólico, por lo que siempre iba al departamento de Hiyori. Al principio solo se dormía muy rápido pero después, Michael empezó a golpear a Hiyori, cada día era un golpe y siempre era peor que el otro.

Hiyori quiso salir de aquella relación pero no podía, pues Michael siempre la amenizaba, diciéndole que le quitaría todo, su departamento, incluso llegaría a hacerle algo a aquellos dueños del pan, Hiyori no lo podía permitir.

Hubo un momento en el que Michael descubrió el dinero de Hiyori que tenía guardado, todo era un infierno para Hiyori, Michael empezó a gastar aquel dinero con cervezas, aveces lo robaba y otras veces lo agarraba asi sim importarle que Hiyori lo esté viendo.

Hiyori no sabía que hacer, sabía que matar a aquel hombre no era nada bueno, escapar no era tampoco algo bueno, pues su único lugar sería aquella tienda que vendía panes pero sabía que Michael podía encontrarla u no quería que le pasara nada a aquellos viejitos que eran como sus padres, como sus abuelos, todo.

Todos los días eran así, algunos no, pues Michael según decía que iba a trabajar aunque obviamente no era así. Hiyori ya ni podía salir de casa, pues ella tenía moretones por todo su cuerpo, aunque los escondía con maquillaje.

Hiyori decidió salir un día, extrañaba volver a ver a todos de los locales, por lo que ella fue, intentando que Michael no se diera cuenta, al momento de salir, ella tenía una mirada de vacío, al menos el lugar la hacía sentir un poco bien.

Cuando todos vieron a Hiyori, se sorprendieron, todos podían ver que esos ojos ya no eran los de antes, los que solía tener Hiyori, su sonrisa era muy seca, todos sabían que ya no era la misma Hiyori de antes, a todos les preocupo, mucho más a los señores de la tienda de pan, todo era extraños para ellos, incluso tenían pensado decirles a aquella escuela que protege la ciudad, esto no era bueno.

Hiyori estuvo aguantando a un hombre golpeador por 6 meses, Hiyori tenía pensado suicidarse pero aquella idea la descartó de inmediato, sabía que no se tenía que rendir tan rápido. Ella estaba decidida a salir de esto, si o si, sin importa cuántos golpes obtenga, ella saldrá de esto, sea pidiendo ayuda o no, pero sin que se metan con personas que ella ama aún. No todo estaba perdido para Hiyori, pues tenía a los señores de los locales, que siempre eran amables, mucho más con Hiyori.

¿Podré salir de esto?


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Espero les guste el inicio de todo

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