Lía
Ya llevo una semana aproximadamente en mi nueva manada, todavía no me siento segura aquí, no hablo mucho solo lo necesario y además sigo haciendo mis reverencias a mis superiores y los trato con mucho respeto pues no quiero que se enojen conmigo y me den un castigo, aunque no eh visto a nadie que sea castigado a lo mucho una llamada de atención pero es mejor no arriesgarme, los labores que me corresponden eran poquitos pues había más chicas ayudándome, lo que es raro son mis horarios de comida, tiene mucha comida aquí comemos tres veces, eso sí me encanta y aprovecho a comer antes de que me quiten mi comida, en mi antigua manada solo comíamos una vez al día.
Me encuentro ordenando una habitación muy grande lo malo de aquí es que las habitaciones son más grandes pero no me tengo que quejar. Creo que estoy en la habitación principal la que ocupa el alfa estaba un poco polvosa, pero ya casi termino solo ordeno unos libros y termino, no eh conocido al alfa al parecer esta fuera y creo que hoy en la noche llega por eso me mandaron a limpiar y todos están muy movidos el día de hoy, todavía tengo miedo el conocerlo, no sé cómo vaya a reaccionar el verme aquí, no sé si en realidad es igual o peor que mi antiguo alfa, por eso trato de hacer y ordenar todo perfecto no me gustaría ser golpeada de nuevo cuando apenas estoy recuperándome, mi cuerpo ya casi no duele y los moretones ya se están borrando, mi mano ya se está curando solo tenga venda para no moverla mucho, me querían llevar aun doctor pero me negué, mi antiguo alfa nos decía que si queríamos lujos teníamos que hacer trabajitos con él, algunas si aceptaban pero yo nunca quise, no quería arriesgarme aquí.
Ajax
Más de un mes fuera buscando a mi luna, arreglando problemas de manadas y tratando de cambiar las mentes de los alfas más viejos, estoy más que fastidiado, porque no entienden que los tiempo cambiaron y tenemos que evolucionar, pero en fin, estoy tratando de cambiar varias tradiciones y costumbres machistas. En estos momentos me encuentro en el auto rumbo a mi manada, la idea era regresarme más tarde pero la manada de la que vengo ya me querían poner entre los ojos a su hija, no lo niego era hermosa pero solo para un momento, la única mujer que va estar conmigo toda la vida será mi luna, cuando la encuentre. Así que ahora me encuentro camino a mi manada, no avise que iba para allá, porque para empezar es mi manada yo puedo llegar cuando yo quiera y no tengo que estar avisando ni madres.
Por fin llegamos, nos estacionamos enfrente de mi casa o más bien casi castillo, baje e inmediatamente mi beta y mejor amigo vino hacia no a recibirme.
-Ajax, bienvenido- me dijo
-Gracias amigo- nos dimos un abrazo -¿Cómo han estado las cosas?- pregunte, empezamos a caminar hacia adentro de la casa
-Pues que te digo, las cosas con las manadas siguen estando igual, siguen los maltratos, las ventas de omegas, de hecho se compraron 2 omegas mujeres y un omega hombre, dos de ellos ya están instalados en la manada, el chico está trabajando en los cultivos y la chica está ayudando en el hospital, la otra chica la instale aquí ya que se necesitaba ayuda por aquí- me dijo, pasamos directo a mi despacho y nos sentamos, di un suspiro
-Necesito acabar con esas ventas, no puedo comprar a todos, las manadas no entienden-
-Ya muy pronto acabaremos con eso amigo, vamos avanzando muy bien, solo nos queda convencer a unas cuantas, ya son menos de las que empezamos-
-Tienes razón-
-¿Vas a conocer a los nuevos miembros?- me pregunto
-Si tengo que darles la bienvenida, pero primero me quiero dar un baño, le podrías decir si hacen la comida me muero de hambre, enseguida bajo-
-Si tranquilo, tomate tu tiempo- salió del despacho, me estire un poco y me levante y me dirigí hacia mi habitación, necesito un masaje y un buen baño para quitarme todo lo tenso de mis músculos.
El camino hacia mi habitación es un poco largo, subo las escaleras y me dirijo a mi habitación antes de llegar me llega un olor muy rico, acelero mis pasos, el olor viene de mi habitación, es un olor dulce pero a la vez fresco, huele como al mar y a la vez frutal.
-MATE- escucho es mi cabeza la voz de mi lobo, es mi lobo reclamado a su mate, a su mujer, quiere ir en busca de ella.
Abro la puerta con mis manos temblorosas y la veo ahí, esta distraída arreglando mis libros, es una omega, más feliz no puedo estar, mi mate la encontré, peor porque no siente mi presencia o mi olor, ¿no se ha transformado? Es la única razón, veo que se levanta y diosa, es un poco flaca pero su cuerpo es hermoso su cabello hasta la cintura y maltratado, veo que trae el uniforme de las sirvientas, ¿es de las chicas que compro?, no aguanto estar lejos de ella así que me acerco sigilosamente, no puedo mantenerme en control cerca de ella, mi lobo me pide que la marque, pongo mis manos en su pequeña cintura y ella se sobresalta, se tensa, se intenta alejar de mí y la aprieto aún más a mi cuerpo, es muy bajita su cabeza llega a mi pecho y a comparación de mi cuerpo que es más grande, es muy pequeña, a lado mío se ve muy indefensa y eso solo me excita y me aumenta las ganas de marcarla y hacerla mía, se mueve mucho y eso solo hace que se rose con mi amiguito, gruñí un poco, me acerque a mi oído.
-Deja de moverte dulzura- le dije, su cuerpo empezó a temblar –Tranquila no voy a hacerte daño, ¿Cómo te llamas?- mi cuerpo y mi lobo me piden a gritos que la marque
-L..Li.. Lía, señor- diosa su nombre es hermoso, aprieto mas mi agarre y la trato de poner lo más cercas de mí, acerco mi cabeza a su cuello –Q..que hace señor- me dijo nerviosa
-Lía eres mía- le gruñí.
No me resistí.
La mordí.
NOTA
ESPERO Y LES GUSTE, REGALENME UN BONITO COMENTARIO Y UNA HERMOSA ESTRELLITA
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Mi Omega
Werewolf-Te busque por mucho tiempo, no pienso dejarte ir- -¿Por que me quieres?- -Eres mía-