La última Jenner

11. Met Gala

–¡¡Está hermoso!! –decía mamá por video llamada, admirando el vestido con entusiasmo.

–¿Te gusta? –pregunté, girando para mostrar todos los detalles del diseño.

–Me encanta. Se te va a ver increíble, Kate. Este vestido realmente captura tu estilo y la temática de este año. Estoy tan emocionada por la Met Gala, ¡no puedo esperar a ver cómo te queda todo junto!

Miré de nuevo el vestido en el espejo, apreciando cada detalle. El diseño de Versace era una combinación perfecta de elegancia y modernidad, con un toque de mis preferencias personales. Los adornos y la silueta eran exactamente lo que había imaginado, y aunque faltaban algunos ajustes finales, el vestido ya se veía espectacular.

–Faltan los últimos detalles, pero estará listo para la próxima semana –me aseguró el diseñador durante nuestra última prueba.

–Muchas gracias –dije con una sonrisa mientras seguía admirando el reflejo en el espejo. –Es increíble. No puedo creer que en solo un mes estaré en la Met Gala. La emoción y los nervios están a flor de piel. Espero que todo salga tan perfecto como lo imagino.

–Estoy segura de que lo hará –respondió mamá con confianza. –Todo el esfuerzo y la dedicación que has puesto en esto van a dar frutos. Además, el vestido es solo una parte; tú eres la estrella de la noche. Disfruta cada momento y siéntete orgullosa de todo lo que has logrado.

–Gracias, mamá. Eso significa mucho para mí –dije, sintiendo una oleada de gratitud y emoción. –Voy a dar lo mejor de mí y disfrutar de cada segundo. ¡No puedo esperar a compartir este momento contigo y con todos los que han estado a mi lado!

Terminamos la llamada, y mientras me preparaba para salir, no podía dejar de pensar en lo que me esperaba. La Met Gala era una oportunidad única, y aunque los nervios estaban presentes, la emoción y la anticipación me llenaban de energía.

(...)

Llegamos al The Mark Hotel, el lugar icónico donde todos los invitados al Met Gala se hospedan y donde los paparazzi esperan ansiosos a captar cada detalle. El ambiente ya era eléctrico, con destellos de cámaras y susurros de expectación en cada esquina. A pesar del bullicio, nosotras nos manteníamos concentradas en disfrutar del momento, sabiendo que esta experiencia sería inolvidable.

–¿Ya están listas? –preguntó Gigi al entrar a la habitación, irradiando la misma emoción que todas sentíamos. Ya nos habíamos instalado en el hotel, listas para la cena que teníamos planeada con las Hadid. Era uno de esos momentos donde la moda y la amistad se entrelazaban de manera perfecta.

–Sí, ya estamos –respondí, tomando mi bolso y dándole una última mirada al espejo para asegurarme de que todo estaba en su lugar.

Las cinco salimos juntas, cada una con su propio estilo y personalidad, pero unidas por la emoción de lo que estaba por venir. El restaurante nos recibió con un ambiente cálido y acogedor, perfecto para relajarnos antes del gran evento. La cena fue un recordatorio de por qué estos momentos eran tan especiales: entre risas, anécdotas y la complicidad que solo se comparte entre amigas de toda la vida, nos la pasamos de maravilla.

–Quiero hacer un brindis –anunció Kendall, levantando su vaso con una sonrisa que reflejaba orgullo y cariño. Todas la seguimos, con las miradas llenas de expectativa.

–Por mi hermanita chiquita, por su primer Met Gala –dijo Kendall, su voz llena de afecto.

–Por Kate –repitieron las demás, levantando sus vasos al unísono. El momento se sintió mágico, como si todo el esfuerzo, los nervios y la preparación culminaran en esa simple pero poderosa muestra de apoyo.