CAPÍTULO 1:
"TRABAJO ES TRABAJO"
La suave brisa movió mi cabello y lo sentí casi como una caricia.
Respiré hondo y solté un largo suspiro.
—No está haciendo nada —soltó Ethan a mi lado —. Nunca hace nada.
No respondí, pero tampoco quité la mirada de mi objetivo.
—Podríamos irnos —volvió a hablar.
—O podrías callarte y cumplir con tu tarea —dije finalmente.
Crucé mis brazos sobre mi pecho, mientras apoyaba mi espalda sobre el árbol que tenía detrás de mí.
—Es que realmente me parece una pérdida de tiempo —volvió a hablar. Cerré mis ojos y tomé una respiración profunda —. Siempre está con esos dos raritos, que tampoco hacen nada, como él.
—No importa que haga o deje de hacer —dije, intentando usar la poca paciencia que me quedaba con Ethan —, se trata de que cumplas con tu trabajo y que estés listo para intervenir si sucede.
—No va a suceder nada —contestó, mientras caminaba de un lado hacia el otro.
Los árboles del bosque nos mantenían fuera de la vista del resto de las personas. Nosotros podíamos verlos, pero ellos a nosotros no. No éramos invisibles, simplemente sabíamos camuflarnos.
—Necesito que investigues a la chica que se le ha acercado últimamente, la rubia.
—¿Agatha está celosa de la nueva chica? —soltó con tono burlón.
Una mirada fue suficiente para que borrara la sonrisa de su rostro.
—Solo bromeo, no hace falta que me asesines con la mirada —soltó, pero no dije nada —. Entiendo, busco lo de siempre —agregó.
—Ve ahora.
—¿Ahora?
—Sí, ahora. Habla con quien sea que necesites hablar para saber algo de ella —dije mientras tomaba mi mochila, que descansaba en el suelo.
—Pero nuestro turno termina ahora —contestó, mirando su reloj que envolvía su muñeca —¿No se puede hacer cargo Jack?
—¿Jack es mi compañero de guardia?
—No.
—¿Quién es, entonces?
—Yo —respondió.
—Entonces tú harás lo que te ordeno —dije, alejándome —. A las nueve, en mi habitación, con lo que tengas.
—Bien —soltó, de mala gana.
Le estaba dando la espalda, mientras me alejaba, pero podía jurar que me estaba poniendo mala cara.
Comencé a caminar, adentrándome nuevamente en el bosque, a paso lento y seguro.
Cuando encontré la otra salida, me esperaba mi auto. Entré en él y salí de allí. Tenía trabajo por hacer.
Esa misma noche, tal y como se lo había ordenado, Ethan apareció en mi habitación.
Lo hice pasar y, mientras ordenaba unos papeles, él habló.
—Se llama Jennifer, tiene veinte años, es alérgica al maní, vive con su madre y su padre, tiene dos hermanos, le gust

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ELEGIDOS
Ciencia FicciónLa vida de Agatha, con los años, se había vuelto aburrida y solitaria (y eso que era joven). Despertaba, desayunaba, entrenaba, leía, entrenaba un poco más, y salía a cumplir con su trabajo. El último que le habían asignado era aún más aburrido: vig...