¿Acaso cada angel que baja al infierno se tiene que enamorar de un habitante?
Lucifer y sus familia tiene un gusto culposo por los humanos. Los ángeles tampoco se salvan de amarlos...
Lucifer Morningstar x OcFemale/Male x Lilith Magnes
Sera x OcF...
Lucifer Morningstar x OcFemale/Male x Lilith Magnes
Charlie Morningstar x OcFemale/Male x Vaggie
Carmilla carmine x OcFemale/Male
Velvette x OcFemale
Rosie x OcFemale 🔘
Verosika mayday x OcFemale/Male
Alastor x OcMale/Female x Niffty
Emily x OcFemale/ Male
Lute x OcFemale/ Male x Adam
Sera x OcFemale
Odette Carmine x OcFemale/Male
Clara Carmine x OcFemale
Octavia Goetia x OcFemale
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Tiempo: Seis meses para el exterminio
El primer intento de seguirla fue fallido, porque se encontró su amigo Clarence y estuvieron conversado por horas mientras lo ayudaba con las cosas que compraba... pero ahora que la ha vuelto a ver un día después... no desaprovechara la oportunidad.
La silueta esbelta de la mujer iba a unos metros adelante de Haziel. Por momento no se iba a acercar a la mujer, era interesante, pero le prometió Clarence irlos a visitar, para conocer el distrito Caníbal.
Volteo asustada cuando escucho un grito agonizante al otro lado de la calle eran caníbales matando a un demonio jabalí que estaba buscando pelea. Al volver la vista al frente el Overlord ya no estaba.
—Maldita sea.— Soltó un suspiro resignado, al perder a la mujer decidió seguir y cruzar la calle a preguntar donde vivían Clarence y su hijo a las Damas que se estaban dando un festín con las tripas del animal.
El trío de mujeres se detuvo al ver la sombra alzarse sobre ellas, y al voltear notaron a la bella jovencita.
—Buenas tardes, Señoritas, estoy algo perdida, y me encantaría si pudieran ayudarme a familiarizarme.— Se miraron sus sonrisas se extendieron coquetas.
—Oh, claro que podemos hacerle el favor.— Hablo la mujer castaña, la castaña estiro su mano ensangrentada, siendo imitada por las otras dos mujeres.
Haziel comprendió de inmediato y las tomo delicadamente de las manos, ayudando a ambas, y de ultimo a la de melena borgoña que parecía más renuente a ayudarla.
La joven caníbal mantenía un ceño ligeramente fruncido, poniendo nerviosa a la princesa, Haziel optó por seguir el ejemplo de Cassiel y besar delicadamente la mano de la chica, mirando fijamente como el ceño desaparecía y era opacado por el sonrojo creciente en su rostro.— Muchas gracias, Damas...
