Cartas

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Hace varios días de la visita de Emily, había por un largo tiempo si no es que decimos semanas que el ambiente se había vuelto demaciado tenso ante el inminente ataque que para variar no sabían cuando sería y aunque ya estuvieran listos para el ataque no ayudaba a bajar la tensión, ya que Charlie ya no hablaba con su padre aunque el lo quisiera, solo estaba con sus amigos y pocas veces hablaba con Adam 

Aunque Adam no le importara mucho de quien de ese hotel le hable o no, la mayoría del tiempo estaba solo con su hijo, aunque en cierta manera eso le agradaba mucho era como recuperar los años perdidos, pero lo que ciertamente se le hacia extraño era que Lucifer en tanto tanto tiempo ya no haya salido de su habitación del hotel ya que hacia poco que se había mudado ahí para no dejar a su hija a la suerte

De repente una Charlie cansada toco la puerta de la habitación de Adam, este al abrir la puerta se sorprendió de verla y la dejo pasar, la chica había agarrado la manía de su padre al encerrarse después de no sentirse bien 

-¿Qué pasa Charlie? -Dijo intrigado y preocupado 

-Adam... ¿Tu crees que debería hablar con mi padre? -Dijo en voz baja- Se que es extraña mi pregunta pero ya se lo pregunte a Vaggie..., Angel Dust..., Husk... incluso a Alastor pero necesito la opinion de alguien que tenga hijos... Claro si no es mucha molestia

-Bueno... no sabría que decirte por que... no es como si hubiera tenido una mamá -Dijo riendo entre dientes

Charlie abrió los ojos y se apresuro a corregirse 

-¡Claro que por supuesto que no! Pero necesito la opinión de alguien como padre la razón de ocultarle a su hija... sobre su madre -Dijo triste

-Oh... era eso -Dijo nervioso por la confución- Bueno según yo tu padre solo te quiere protegerte... ¡Pero eso no quita que fue de una manera tan estupida!... Digo me refiero a que a cierta edad del hijo es valido pero no se 

-Oh bueno gracias Adam -Dijo un poco decepcionada ya que en verdad quería un apoyo de otra persona como si fuera su padre,  pero eso no salió tan bien

-Si... perdon por no ayudarte es que no estoy acostumbrado a que alguien me pida mi opinión... Deberías de hablar con Caín, el estuvo en una situación similar que tu -El sonrió con amabilidad 

-Bueno... pero creo que no le agrado por mi padre 

-No te preocupes no creo que sea tan así -Dijo levantandose notando a la chica algo decepcionada y de verdad sintió que la había cagado con un apoyo tan vago- ¿Quieres un abrazo?

Charlie lo miro y luego miro al suelo- Creo que si me ayudaría un poco -Dijo para luego sonreír y abrasarlo, después se fue a tocar la puerta de Caín con un poco más de animos pero justo a tiempo se detuvo y lo pensó mejor para luego alejarse de la puerta ¿De verdad no le guardaría rencor por su padre? Ahora que sabía todo lo que paso entre su padre y Adam, no estaba tan segura de como sentirse, pero de algo que si estaba segura es que se sentía muy mal

Se alejo y pensó que si podría hablar con su padre se sentiría mejor, toco la puerta y esta se abrió pero no había nadie, Charlie se asustó pero luego bajo la vista a una caja abierta llena de cartas viejas y otras más recientes, la recogió y vio que todas decían "Para Adam" desconfió un poco de eso ya que en algunas había una letra puntiaguda y en otras redonda, pero sin  duda las dos eran de su padre

Fue corriendo a su cuarto y cerro la puerta y ventanas como si hubiera descubierto un secreto del gobierno, prendió la luz y puso en orden las cartas, de la más vieja a la más nueva, agarro la carta más vieja que estaba en esa caja y decia:

Adam

Supongo que los demás ángeles cuando se enteren querrán echarme del cielo, pero                        debes  de saber que ya tengo un plan para eso. No quisiera que te quedaras solo con esa                mujer así que me asegurare de que vengas conmigo, no te preocupes no sufrirás por que yo me encargare de eso, podremos construir un reino donde todo es mejor que el Edén.  Siendo sincero conmigo es un poco tonto escribirte cartas que nunca resiviras y eso me desanima un poco, pero estas cartas me ayudan a estar un poco más cerca de ti, aunque mañana será el gran día que te diga sobre lo que siento estoy tan emocionado que por todo lo que soñé por fin se hará realidad y ya no tendré que escucharte hablar de tu molesta compañera.

¿Perdonar? ¿Olvidar? ¡Claro que no es lo mismo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora