Capitulo 3

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Esas palabras resonaron en la cabeza de Taehyung muchas veces, la sangre caliente comenzaba a circular por su pene y rápidamente se había puesto más duro, pero solo tenía que cerrar los ojos y calmarse. Jungkook estaba en la luna de la borrachera y no se bajaría hasta mañana, por eso simplemente le dijo. "Vamos a que bebas agua para que se te pase la borrachera". Su cosita linda negó y luego empezó a refunfuñar, cuando se lo quitó de encima y trató de llevarlo a la cocina. Jungkook empezó a reírse coquetamente y le dijo.  "¿No quieres? Entonces tendré que salir fuera y buscar a un hombre de verdad que me quite estas ganas de que me abran el culo."


Taehyung sabía que no debía dejarse llevar por unas palabras de su mejor amigo en ese estado, pero la tentación y el deseo eran una lucha intensa. De nuevo tuvo que cerrar los ojos y contar hasta 10, pero al abrirlos, el menor tenía las piernas abiertas mostrándole su agujero rosado. "Dios sabe que lo intenté", pensó el rubio antes de lanzarse con ansias hacia la gran cama, donde su amado sonreía satisfecho por conseguir lo que quería. El mayor lo miró y le dijo. "Si tanto lo deseas, este hombre te va a llevar al límite". Entonces, las fuertes manos de este levantaron el pálido trasero del pelo negro y lo apretó mientras compartían un apasionado beso.

La lengua de Taehyung exploraba su boca, su cavidad bucal era un terreno de juego. Estaba tan húmeda y caliente que nunca quería separarse de esa boca. Aunque su mejor amigo era un besador experto, el rubio era el dominante y más experimentado. Jungkook apenas podía seguirle el ritmo, experimentando una sensación nueva y diferente. En ese momento, no podía pensar claramente debido al alcohol, solo ansiaba sentir ese gran trozo de pene en todas partes. Tae era el deseo de cualquier persona, y Jungkook no era una excepción.

Las manos juguetonas del pelo rubio recorrían todo su cuerpo pálido, dejando algunas zonas enrojecidas como las nalgas al ser apretadas y los pezones rosados que se volvían rojos cuando eran pellizcados. Jungkook tuvo que soltar la boca del mayor para poder respirar, estaba agitado y excitado hasta la médula, con la imagen de Taehyung follándolo en mil posiciones en su mente. Cuando logró respirar mejor, le pidió al mayor. "Hyung, antes de metérmela, quiero que me hagas sexo oral." Taehyung le lamió el labio con deseo y le respondió. "Te prometo que te voy a lamer muy bien ahí abajo."


Taehyung lamió desde el cuello blanco de su lindo conejito hasta el ombligo. Al mirar hacia abajo, se dio cuenta de que tenía un prominente pene, aunque no como el suyo. Luego, con sus grandes manos, abrió aún más las blancas piernas de lo que ya estaban. Se le hizo agua la boca y, sin perder tiempo, empezó a chupar con ambición la rígida entrada. Su cosita linda se estremeció rápidamente ante la fuerte lamida, pero luego fueron más y más. La lengua del rubio era ágil y larga, acariciando con destreza el estrecho agujero, dejándolo empapado.

Cuando finalmente completó su tarea, dejó a su cosita linda respirando agitado y queriendo más. Rápidamente abrió el cajón de la mesita de noche y sacó un condón y un sobre de lubricante. Jungkook lo miró con esos grandes ojos que antes eran dominantes, ahora su mirada era tan sumisa como la de un cachorro. Con un tono coqueto, dijo. "Sin condón". Pero Taehyung respondió. "Debemos usar protección incluso si somos dos hombres".


"Si vamos a hacerlo, tiene que ser sin condón, quiero sentir cómo me llenas y si insistes en usarlo, no podrás disfrutarme." A Jungkook le encantaba jugar sucio y poner a prueba la paciencia de Taehyung, quien solo le devolvió una sonrisa sarcástica y lo empujó para colocar le las piernas sobre sus hombros, para después decirle. "Entonces no te quejes cuando estés lleno de mí semen y no puedas caminar." Acto seguido, procedió a darle placer con sus hábiles dedos.

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