CAP.8

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Nuestra pareja disfuncional continuaba su recorrido, en el camino tayuya recobro la movilidad total y fuerza en las piernas a hora llendo a un paso más rápido sin depender de Naruto.

Llegado un pequeño poblado ya que estaba atardeciendo, no era muy grande parecía más comercial.

Naruto: genial, ya extrañaba ver la s personas. No lo crees tayuya.

Tayuya: desierto modo tienes razón y también llegamos en un momento especial.

Naruto: es verdad, que estar celebrando?

Tayuya: no tengo ni idea.

Naruto: que dices? Vamos a divertirnos..

Para la peliroja se impresionó al ver qué Naruto la tomo de la mano arrastrando la hacía el pueblo.

Tayuya sentía como su pequeño corazón palpitaba al ver tal acción, Naruto y Tayuya recorrieron las calles, curioseando y deteniéndose ocasionalmente para observar los diferentes puestos, donde se exhibían objetos variados, desde alimentos hasta ropa y artículos artesanales.

Naruto: “¡Mira, Tayuya-chan! Parece que hay muchas cosas interesantes aquí”, señaló Naruto, entusiasmado por la atmósfera animada del lugar.

Pero tayuya aún notaba que no le soltaba la mano.

Tayuya: “Sí, definitivamente hay una gran variedad. Podríamos encontrar cosas útiles o incluso algo para disfrutar”, respondió Tayuya, mirando a su alrededor con curiosidad evitando que Naruto la viera sonrojada.

El aroma tentador de los alimentos callejeros llenaba el aire, y Tayuya no pudo resistirse a la tentación de probar algunas delicias locales, a hora era ella quien arrastraba a Naruto pero es hombre y no nota nada.

Tayuya: “¿Qué te parece si nos detenemos aquí y probamos algunas de estas comidas”, sugirió Tayuya, señalando un puesto de comida callejera donde se congregaba un poco de gente, ella se veía animada.

Naruto: “¡Claro, eso suena bien! Me muero de hambre”, afirmó Naruto, emocionado por la idea de probar la comida local.

Mientras Naruto y Tayuya disfrutaban de la comida en el animado poblado, un ladrón astuto acechaba entre la multitud. Observaba a cada persona en busca de una oportunidad para robar sus pertenencias valiosas.

El ladrón notó que Tayuya llevaba consigo un distintivo saco rojo que parecía ser de gran importancia. Sin dudarlo, se acercó sigilosamente mientras Tayuya estaba distraída saboreando su comida.

Ladrón: “¡Eh, bonita bolsa roja! Parece valiosa”, susurró el ladrón en voz baja mientras tratada de arrebatar el saco de Tayuya de forma sigilosa.

Sin embargo, Naruto, quien siempre estaba atento a su alrededor, notó la presencia del ladrón y rápidamente se puso en acción.

Naruto: “¡Oye, suelta eso!”, exclamó Naruto mientras se interponía entre el ladrón y Tayuya, adoptando una postura defensiva.

El ladrón se sorprendió al ser descubierto y retrocedió momentáneamente, evaluando si debía seguir adelante con su intento de robo.

Tayuya, percatándose de la situación, tomó rápidamente el control de la situación y se mostró decidida a proteger su saco rojo.

Tayuya: “¡No te atrevas a tocar lo con tus inmundas manos pedazo de mierda! Este saco es de gran valor para nosotros”, advirtió Tayuya con una mirada desafiante, demostrando que no se dejaría intimidar.

Las personas que presenciaron el acto reconocieron al ladrón y compartieron información sobre su reputación como un delincuente peligroso que había realizado varios robos y había amenazado a las personas en el pasado.

Un Amor Inesperado: El Remolino RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora