Qin por la mañana, Chu por la noche.

Capítulo 18

Quizás fue porque esa posición encogida le daba una sensación adicional de seguridad, como si pudiera aferrarse a algo abrazándose tan fuertemente así, Chu Yu mantuvo la cabeza profundamente inclinada mientras el sudor goteaba de la punta de su nariz. Incluso cuando el dolor se volvía particularmente insoportable, simplemente clavaba los dedos profundamente en la ropa de cama debajo de él sin decir una palabra.

Cuando el médico corrió hacia allí, jadeando y resoplando, Qin Zheng llamó a Chu Yu varias veces, pero Chu Yu no despertó. Al final, solo pudo sacarle la mano a la fuerza.

Fue entonces cuando Chu Yu abrió repentinamente los ojos. Parpadeando sus ojos ardientes a través de una neblina de sudor, reconoció vagamente que el médico había llegado. Así que finalmente desplegó lentamente su cuerpo hasta quedar acostado, permitiendo que el médico le tomara el pulso.

Qin Zheng limpió el sudor de la frente de Chu Yu, haciendo todo lo posible por contener la preocupación y la ansiedad en su corazón mientras consolaba a Chu Yu con dificultad, "Vas a estar bien. ¿Te quedaste dormido hace un momento?"

Chu Yu negó con la cabeza y dijo con voz ronca: "Me dolía tanto, me sentía un poco delirante."

El corazón de Qin Zheng se contrajo. Abrió la boca ligeramente antes de contener las palabras que quería decir, temiendo molestar al médico que estaba tomando el pulso de Chu Yu en ese momento.

Desabrochando la túnica de Chu Yu, el médico puso una mano en su vientre hinchado. Ese cuerpo bien cuidado era encantador de una manera que no parecía débil en absoluto. Con una piel tan suave y fina como la nieve, incluso la curva redondeada de su vientre era exquisitamente hermosa. Por lo tanto, Qin Zheng se sintió aún más horrorizado mirando desde el costado mientras el médico presionaba los dedos contra la piel de Chu Yu, dejando marcas a su paso.

Chu Yu simplemente frunció el ceño. Si no fuera por el hecho de que Qin Zheng le estaba sosteniendo la mano todo el tiempo y podía sentir cómo su agarre se debilitaba por el dolor, probablemente no habría notado ninguna reacción significativa de su parte.

El médico había sido traído por Chu Yu desde casa y era alguien en quien se podía confiar por supuesto. De lo contrario, Qin Zheng habría sentido una gran tentación de quitar esas manos de donde estaban presionando repetidamente el vientre de Chu Yu.

Después de examinar a Chu Yu durante aproximadamente el tiempo de una taza de té, escribió una receta y comenzó a prepararse para hacer acupuntura. Los ojos de Chu Yu permanecieron cerrados todo el tiempo; por lo tanto, Qin Zheng no podía decir si se había quedado dormido o no.

Fue solo cuando la sangre dejó de filtrarse por debajo del cuerpo de Chu Yu que el médico finalmente se levantó y dijo en voz baja: "Marqués, si pudiera tener una palabra a solas contigo".

Qin Zheng asintió y estaba a punto de alejarse cuando escuchó la voz débil de Chu Yu: "Doctor Chu, no hay necesidad de mantenerme en la oscuridad. Por favor, hable con franqueza..."

El doctor Chu hizo una pausa ligeramente, luego dijo: "Segundo Maestro Chu, probablemente ya esté al tanto de la condición de su cuerpo. Nutrir el éter fetal durante el embarazo se basa en los principios del yin y el yang, y la exposición al frío puede ser una fuente de gran detrimento. Después de estar sumergido en agua de río, a menudo experimentó un dolor físico extremo en todo su cuerpo y sufrió intermitentes ráfagas de frío y calor, movimientos fetales frecuentes e inquietos, mareos, dolores de cabeza y escalofríos abdominales. Además, desde la última vez que dio a luz, su cuerpo ha seguido siendo afectado por la estasis sanguínea. En aquel entonces, varios médicos imperiales del palacio le advirtieron repetidamente que... no era recomendable que su cuerpo tuviera otro hijo, que no sobreviviría al proceso. Y sin embargo..."