¢αριтυℓσ-1

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Un peli negro caminaba con dificultad por la oscuras y frias calles de Yokohama, buscaba alejarse lo mas que le permitió su condicion actual, cercas de donde estaba vio un edificio lúgubre, pareciera que eran departamentos antes de ser abandonado, la entrada estaba serrada, empujo la puerta con las pocas fuerzas que tenia, al lograr abrir se encontro con unas escaleras que guiaban al segundo piso, y algunas habitaciones al parecer, se podia observa que el edificio no tenia mucho de aver sido abandonado, estaba mas limpio de lo que aparentaba, con dificultad se dirige a la primera habitacion que estaba en el primer piso al entrar cerró con seguro la puerta tras de si mismo.

Se podia oir como el peli negro suplicaba ferviamente por ayuda a su Dios rogando porque el maldito dolor que sentia todo su fragil cuerpo al fin parase, su cuerpo se dirijo a lo que paresia ser una cama, quito la sabana que estaba sobre el colchon, un poco de mal estado pero nada de que preocuparse mucho, se quito toda la parte inferior de su ropa que ya hacia humeda (anteriormente por romper fuente durante el camino), en alguna parte de la habitacion.

Dostoyevski suplico entre lagrimas dejando caer su cabeza hacia atras, las contracciones se volvían cada vez mas constantes, su mente estaba teniendo una enorme desesperacion.

-ahhh, por favor..-

¿Cuanto ya habia pasado desde que lo vio?

-Kolya~-

Una contraccion mas fuerte fue lo que recibió su pobre cuerpo, sentia un fuerte dolor en la espalda baja, una sensacion de dolor mas generalizado, si iba morir en ese horrible lugar lo acepta pues esa es la voluntad de su creador, si lograba vivir haria todo lo posible con no cometer el mismo error.

-Kolya~~- volvió a repetir.

El albino le habia prometido alcanzarlo en el pais asiatico, donde iba a poder vivir con tranquilidad, podrán formar una linda familia, escapando de las estrictas leyes de su pais y ciudad natal, pero ya han pasado ocho meses sin saber un poco de la vida del otro, ya nunca mas aparecio llegando a perder la esperanza y el deseo que tenia con el bebe, dibia poder continuar con sus planes iniciales.

Solto un estruendoso grito de dolor llenando toda la angosta habitación seguido de un silencio sepulcral, luego para que unos minutos se escuchara el estruendoso ruido del llanto de un bebe, el azabache con la respiracion agitada y luchando con mantenerse despierto bajo la mirada a sus piernas donde ya hacia un pequeño cuerpo removiendo se y llorando.

Se reincorporo lo mas rapido que le permite su cansado cuerpo y cargo al pequeño en sus temblorosos brazos, estaba cubierto aun con un poco de sangre y seguia unido a la placenta por el cordon umbilical, habia visto a muchos de bebes recien nacidos, pero ninguno de esa manera pues las parteras eran quienes las que se hacian cargo de las mujeres y los pocos hombres que llegaban a dar a luz, si por alguna razon algunos hombres podrían procrear vida, y, el es uno de esos pocos algo que la verdad no creyo posible.

Por unos instantes su mente quedo completamente en blanco y toda la informacion que tenia en su cerebro almacenaba habia desaparecido, lo que estuvo leyendo durante meses se borro, aunque dentro de su mente algo le gritaba que hiciera algo para calmar al pequeño ser en sus brazos, lentamente lo fue acercando a su palido pecho, para luego empezar arrullar lo, meciendolo levemente de un lado a otro con sumo cuidado, logro calmarlo, fue limpiando con cuidado su pequeño rostro, palmeo su pequeña espalda, y antes de siquiera pensarlo la pequeña y fragil criatura dio un alarido que estaba lleno de alegria y finalmente poder relajarse.

Asi se dio la oportunidad de poder observar mejor a su pequeño, tan delicado, era tan perfecto, su cabello blanco con la otra mitad de un color negro como el suyo, sus ojos sin los mas hermosos que havia visto, tan particulares e imposibles de olvidar, ese era el milagro de la vida en todo su esplendor, y vivirlo conmovió a su corazon, se sentia incapaz de abandonarlo, no lo queria perder.

Si, ya habia tomado una desicion.

-Te quedaras con nosotros y te cuidaremos de todo- hablo seriamente el azabeche.

Tenia planeado esperar un poco mas a Nikolai, y si simplemente nunca aparecia, el cuidaria de su pequeño completamente solo. Se estiro para alcanzar la cobija que habia quitado con anticipacion para poder cubrir a los dos, asi protegiendo a ambos del frio, antes de esto en volvio a su pequeño con el abrigo que siempre llevava, se permitio dormir con tranquilidad en ese lugar, ahora a esperar al siguiente dia.

Esperaba ver pronto a Nikolai.

~~~¡¿ρα∂яєѕ!?~~~

Un poco corto pero es lo mejor que se me pudo ocurrir.

Probablemente haiga muchas faltas ortograficas, perdon por eso, me gustaria que me avisaran cada que vean una, gracias por ver.

Bye, bye~

~¡¿ρα∂яєѕ!?~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora