No puedo.

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Existen momentos de la vida en los cuales te sientes desconcertada, confusión, confusión era muy poco para lo que sentía ahora, realmente, esto apestaba.

Las lágrimas aún rodaban por mis ojos, y los cálidos brazos de Josh rodeaban mi espalda, el nunca dijo nada, yo nunca paré de llorar, hasta que levante la mirada y lo mire a los ojos tristemente, quería decirfrar el por que de todas las cosas, el Dijo que me necesitaba, ¿Quien quiere a alguien como yo en su vida?.

Realmente todo esto...es algo extraño, ¿Que es lo que Josh quiere de mi?, le preguntaré.

-¿Q-que..?.-Me interrumpió con un "shh" y me mantuve callada.

-Vamos afuera.-Dijo llevandome de la mano hasta la puerta, al salir todo estaba oscuro, a exepcion de unas cuantas luces a los alrededores del pasillo, las escaleras estaban oscuras y yo realmente estaba asustada.

Durante el recorrido ninguno de los dos dijo ni una sola palabra, eso me daba aún más miedo, eran al rededor de las doce o quizá una de la madrugada, cuando Dijo que se iba a colar para verme realmente no creí que lo haría.

Páramos de caminar, mire los alrededores, estamos en la parte trasera del internado, aún no me soltaba la mano, no me incomodaba, sin embargo, se sentía incómoda.

El patio trasero era una especie de mini bosque, había pocas luces y daba un linda vista a la luna, simplemente hermoso de mirar.

Decidí hablar.

-Josh, realmente...-Suspire.-Yo nunca fui la nena de papi, por eso cuando alguien trata de mostrarme cariño...no se como reaccionar.-Mire nuestras manos.-Término alejando a las personas y encariñándome muy rápido por buscar afectó que jamás recibi.-Josh me miraba sorprendido por mis palabras.-Ya que mi papá...fue el primer hombre en romper mi corazón. No creó que alguien sea leal o fiel por que la lealtad es algo que nunca me mostró, no puedo confiar totalmente en alguna persona... Por que, el hombre que jamás debío lastimarme...fue el primero que lo hizo.-Mire a Josh, el estaba perplejo, yo me límite a mirar al oscuro cielo, el apreto más mi mano y entrelazó nuestros dedos.

Sentí miedo.

-No tengas miedo.-Dijo y se acerco mucho más a mi.-Yo no te decepcionare.-Me sonrio.

No debiste decir eso.

Me abrazo, me sonroje, y ambos apreciamos la oscura noche en kansas.

Alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora