Una Pequña Caída Para Todos, Una Gran Caída Para Otro

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Y así, finalmente el día cultural llegó.

Estoy caminando a la escuela, algo cansado, no he podido dormir bien estos días. Los rayos del sol mañanero me pegan fuerte, como a una rata calva qué se la pasa viviendo bajo tierra, afortunadamente las calles son algo tranquilas hoy pero lo de mi padrastro me tiene algo… intranquilo… es complicado supongo, pero enserio espero que no pase nada, no creo poder hacer nada contra el… la sensación de saber que soy inútil es… molesta… triste… debería dejar de pensar en ello, nada malo va a pasar y todo estará bien… al menos eso espero… aunque en el fondo… tengo miedo… mucho miedo… mejor seguiré mi camino, no quiero llegar tarde a clases…

Finalmente llego, hablo brevemente con la banda para pasar rápidamente las clases hasta llegar al receso.

Ahora estoy comiendo con la banda en el auditorio diría que estamos tranquilos pero dos de nosotros aquí no lo están. Reed no deja de estudiar su hoja, tiene la cara pegada a sus apuntes. Por lo que se, hará algunas reacciones químicas simples, solo como trucos para impresionar a quien lo vea, quizás incluir a alguien del público con un truco, poniendo fuego en sus manos y tal. Ahora que me doy cuenta, llevo ojeando mi sándwich de pollo. Mis ojos arden un poco, están cansados y el ardor en ellos es molesto, tengo más calor de lo usual, mi piel está caliente y de igual modo que mis ojos, mi piel arde en algunas zonas, debe ser la falta de sueño o irritación quizás.

Tomo el sándwich y comienzo a comérmelo de forma calmada y algo lenta, el sabor es bueno, después de todo ahora es mi mamá quien cocina y… no lo se, sabe mejor que cuando yo lo hacía… delicioso… —hmmm…

—vaya que estas disfrutando ese sándwich de pollo, Anon, dame un pedazo quiero probar— Fang se inclina hacia mi, lo pienso un poco pero si algo recuerdo de mi padre es que siempre decía algo como “la comida sabe mejor cuando la compartes” o algo así, no lo recuerdo. Corto un pedazo pequeño con algo de pollo en el sándwich y se lo doy a Fang— gracias— elle toma el pedazo y rápidamente el sándwich cae a través de su hocico, parece un delfín viéndolo desde aquí.

Todo continua tranquilo y termino mi almuerzo, decido recostarme un poco en el asiento. Realmente tengo sueño y siento la cara algo mojada por algunas gotas de sudor qué tengo, ¿esta sudadera siempre fue así de calurosa?.

Cierro un poco los ojos para que descansen un poco sin dormirme, escucho de fondo la pequeña conversación de Fang y Trish, sin hacerle mucho caso realmente, la escucho pero no le presto atención, nunca he sido de oír conversaciones ajenas y ugh, enserio me arden poco los ojos, me los tallo un poco, ni siquiera se cuanto tiempo he dormido, ¿he dormido tan siquiera? El día y la noche se sienten tan conectados que… hasta parece decirme que en efecto, no he dormido. Mi cuerpo se siente cansado y mis ojos se sienten pesados… es algo molesto pero puedo mantenerme a flote por muy difícil que sea, “debo de”, es lo único que pienso…

Sigo así por algunos minutos hasta que escucho que Fang y Trish detienen su conversación, solo para oír como Trish y Reed salen del auditorio, al parecer fueron por algo para el espectáculo de Reed, mi brazo tapa mi ojos así que probablemente pensaron qué estoy dormido. Escucho como Fang se acerca.

—¿estas dormido?— dice en un tono algo bajo.

—no— digo mientras sigo tapando mis ojos y siento como elle pone una silla a mi lado— ¿Qué pasa?— digo algo extrañado.

—¿has estado fumando?— ¿Qué?, sorprendido quito mi brazo de mi cara y levanto la cabeza para ver a Fang a mi lado.

—¿Por qué lo dices?— puedo sentir mi ceño frunciendo se en confusión.

—tus ojos están rojos hace bastantes días— elle me observa unos momentos— aunque viéndote mejor ¿no has dormido, cierto?— las ojeras me delatan.

—seh, algunos problemas, nada con lo que no pueda solo…— reconozco de nuevo su mirada de incredulidad.

—¿quieres recostarte en mis piernas un poco?, quizás te ayude a descansar— la propuesta es demasiado jugosa como para negarme.

—claro— ambos nos levantamos y Fang se sienta en el suelo sobre sus rodillas, esta mierda me recuerda a un anime , hay una fina alfombra así que debería estar bien. Seguido de ello me recuesto poniendo mi cabeza en sus muslos.

—bien, ahora dime, ¿qué sucede ahora?— ¿debería contárselo enserio?.

—¿enserio quieres saberlo?— mi pregunta suena tonta por algún motivo…

—claro que si, idiota, ¿Cuántas veces debo recordarte lo mucho que me preocupas?, no solo a mi, los demás también te quieren, eres un gran amigo y un novio excelente— esto me hace parecer un tonto… a quien quiero engañar, solo quiero correr en brazos de alguien para que resuelva mis problemas… eso o esconderme de todos… Fang comienza a acariciar un poco mi cabeza y frente con un pañuelo, secando así algo del sudor de mi cabeza.

—ugh, es solo que… mi padrastro esta aquí y… es molesto porque… ya sabes…— me detengo antes de seguir.

—¿Por qué?, entiendo que es el hombre que más daño te hizo en tu vida pero eres un tanque de 2 metros, no veo modo en que no puedas derribarlo y… cierto… ¿el problema de golpear, cierto?.

—si… aun sigue ahí y… no creo ser capaz de golpearlo… y la sensación de repetir todo de nuevo y que… no pueda defenderme a mi y menos a mi madre me… me revuelve el estómago un poco…—hace mucho que no sentía miedo, no desde que bueno… mi padre se fue.

—ahora entiendo porque llevas algunos días así…—dice Fan algo triste por mi.

—¿así como?— veo con curiosidad a Fang.

—te ves tenso y cansado a la vez, como si no pudieras estar tranquilo en casi ningún momento… ¿la sensación es agobiante no?—me siento de la mierda.

—y que lo digas, mis ojos se cierran solos a veces… pero… con mi suerte de mierda podría hallármelo de camino a casa… o no se que el mismo venga a casa o a la escuela… o quizás en un centro comercial o… o— Fang me interrumpe.

—deja de sobre pensar esto, Jesús raptor, solo piénsalo, quizás el se canse y se vaya eventualmente, quizás nunca te lo encuentres o lo arresten, no sé, veo improbable algo así. Creo que deberías descansar… —tiene razón pero no puedo…

—enserio me gustaría pero… no puedo sabiendo lo cerca que esta… no es seguro… —Fang solo me mira, sus ojos me hipnotizan de un modo qué no entiendo…  son muy bellos… me hacen recordar la primera vez que la vi.

Finalmente nos quedamos en silencio, nuestra cara de tristeza pasa rápidamente y progresivamente a una sonrisa cálida, y aunque estoy relajado, no logro dormir ni un poco. Eventualmente, el receso termina, Fang y yo nos vamos a nuestras respectivas clases, lo cual me hace recordar que el evento cultural, después de esta clase, todas las demás clases se verán interrumpidas por el evento cultural, podría irme a casa si quiero pero Reed me pidió ayuda en su pequeño experimento de química, no mucho solo acercarle unas cajas con tubos de ensayo y cosas así, todo muy sencillo la verdad.

Me reúno con Reed, su camioneta me recuerda a cuando le di una paliza a Regís y Lucas, je… me siento nostálgico por algo que paso hace algunos meses, pero… se siente como si hubieran sido… los mejores meses en años… todos hemos cambiado… para bien, mi madre esta aquí, pude rehacer mi vida…

—oye bro, ¿podrías dejar de ver la caja y traerla?— Reed me saca de mis pensamientos.

—¡oh¡ claro, perdón— tomo rápidamente la caja con ambas manos y pronto me veo llevándola junto a Reed, su puesto esta algo lejos supongo— ¿y que piensas hacer con todo esto?.

—algo simple realmente, solo necesito probarme a mi mismo para saber que tan capaz soy, o algo así dijo Trish— entiendo, necesita confianza solamente— va a ser una reacción simple que básicamente va a generar mucha espuma, quizás manche un poco la mesa por eso no le puse mantel.

Reed parece algo nervioso y realmente no se como dar ánimos así que simplemente caminamos hasta el puesto y dejo la caja sobre la mesa mientras Reed acomoda tubos de ensayo sobre ella, el ya estaba vestido con gafas y una bata, no se ve mal.

—bien, te dejo— trato de despedirme de Reed pero su mano me detiene en seco.

—espera, ¿no vas a estar aquí?— dice Reed algo preocupado mientras toma mi muñeca.

—uh, pues ya no me necesitas y Rosa me pidió ayuda, al parecer hay bastante trabajo en su área, quiere dejar todo impecable antes de que lleguen el público, tampoco entiendo mucho esto del día cultural y todo esto— Reed parece algo preocupado pero simplemente me suelta así que me voy despidiéndome de él, Reed no dice ni una sola palabra.

El tiempo se fue volando mientras limpiaba y mientras hacía esto mismo podía notar algunas cosas… cosas sobre mis compañeros de limpieza Naser y Rosa, ellos simplemente no se separaban, parecían uña y mugre, nunca mejor dicho pues ambos estaban bastante sucios de tierra, parece que esta pareja de tortolos necesita un empujón y Rosa no deja de hablar sobre lo que quiere plantar para impresionar a los demás y por lo menos para mi ya es aburrido así que  me decido a hablarles.

—así que… ¿hay algo entre ustedes dos o soy solo yo?— Naser se veía algo incómodo con mi intrusión, supongo que no esperaba mi pregunta tan de repente pero esta conversación sobre plantas me tiene aburrido, misión… ¿en proceso?.

—uh-uhm quiero decir… so-solo somos buenos compa- Rosa interrumpe a Naser simplemente viéndolo con una sonrisa algo pícara y poniendo su mano en su hombro, algo paso entre estos dos para que ella ya no tenga tanta vergüenza con Naser, no puedo evitar contener un poco la risa al ver esta escena.

—creo que para este punto somos algo más que “compañeros” ¿no, Naser?— Rosa ataca, el sonrojo de Naser es más que evidente, esta bastante avergonzado, aunque esto no para a la mexicana, que no deja de reír bastante frente a él y su timidez.

—oh vamos… ya te dije que no me presiones, se supone que sea yo quien te lo proponga— al parecer Rosa ya intentó acercarse a Naser, y Naser solo cubre su casa con su mano para esconder su evidente vergüenza.

—ay Naser, es obvio que te atraigo, solo deja las cosas fluir entre nosotros dos— Rosa solo le da algunas palmadas a Naser en la espalda mientras inclina su cabeza hacia el bastante contenta.

—b-bien, solo dame tiempo— Naser solo baja su cabeza y toma con ambas manos su escoba de forma algo tímida.

—bueno, no entraré más en este tema pero si pude darle un empujón al carro para que avance por mi perfecto— me alegro por estos dos tortolos.

—solo no saques el tema tan de repente como ahora…— Naser sigue bastante avergonzado, Rosa ataca.

—bueno supongo que tenemos algo de que hablar para después, ¿no, Naser?— me sorprendo un poco por lo atrevida que es Rosa, supongo que realmente quiere estar con Naser pero el no da su brazo a torcer.

—bien supongo que los dejo por ahora par de enamorados, no se que haya pasado entre ustedes dos pero espero y les vaya bien en lo que hagan— supongo que me hace feliz que mis amigos estén felices.

—gracias Anon, por cierto ya te puedes ir ya no hay mucho que limpiar realmente— bien, más ayuda el que no estorba supongo y no quiero hacer un mal tercio entre esos dos, me despido de Rosa con mi mano mientras ella se lleva a Naser bastante feliz con su brazo sobre su espalda.

Me muevo entre las multitudes de gente, vaya qué vienen personas a este tipo de cosas, gente algo mayor al parecer, no se que hacen por aquí pero mucha de esta gente se ve importante, veo dos caras a la distancia así que simplemente me acerco a ellas esquivando a mucha gente en el proceso, tener este cuerpo tan ancho me dificulta esta tarea.

Finalmente llego hasta Stella y Rubén, tienen un puesto para vender cosas de anime y demás… ¿el director realmente aprobó esto? Bueno si el lo aprobó algo bueno debe de tener, me acerco a ver y Stella me saluda tan solo al verme.

—hola Anon, ¿interesado en mi mundo anime?—¿su que…? Miro el letrero verde el cual esta frente a la mesa, y si dice “mi mundo anime”… no tiene mucha imaginación para los títulos, el mantel es verde pero el letrero tiene ese título en letras verdes con fondo blanco y algunos png de anime… ¿ese de ahí esta mal hecho? Si… Dios… en el puesto noto rápidamente algunos pines, peluches y otros artículos más como bolaspoke y demás cosas.

—hey bro— Rubén me saluda después de Stella, esta disfrazado de Baki… y Stella… ¿es madoka mágica?... O alguna chica mágica creo, el cabello rosa y atuendo con colores cereza, rosas y blancos me hace pensar eso.

—hola chicos— veo un poco más el puesto notando algunas cosas más como unos sándwiches algo rosados, se ven bien— hey, ¿esos son sándwiches de fresa?— digo apuntando a ellos.

—¿ah?, si, le pregunte a una chica, de la convención a la que fuimos, por la receta, ya que note que vendió todos sus sándwiches, ¿quieres uno?— joder si, se ve putamente delicioso.

—claro— trato de tomar uno pero Regís me detiene tomando mi mano—¿Qué pasa?— pregunto confundido.

—son diez dólares— mierda… sabían que no era gratis pero… coño 10 dólares, mejor compro un pin, Rubén me suelta y yo quito la mano.

—bien, bien, ¿Cuánto puesta el pin?— esas cosas no valen más de cinco dólares, no se ven tan caros.

—veinte dólares—¿Qué?... Las palabras de Rubén resuenan en mi cabeza con fuerza, retumbando en cada célula de mi ser, y yo… yo solo logro verle estupefacto por el precio tan alto de estos… pines… cada parte de mi solo logra darme una respuesta la cual comienza a hacer eco en mi cabeza… “soy pobre, jodidamente y asquerosamente pobre”— ¿dijiste algo Anon?— Rubén me escucho… mierda.

—ah, no nada solo decía que estaban lindos— respuesta automática de salvación ejecutada con éxito, comprare un sándwich mejor…

—dame un sándwich mejor… —digo algo sin ganas pero conformándome, le doy los diez dólares a Rubén y tomo mi sándwich de fresa, se ve bien y esta fresco, debe de haberlos dejado en un refrigerador o hielera.

Saco el sándwich de envoltura de plástico transparente, soy la primera mordida notando como Stella y Regís me miran expectante, después de todo ellos los prepararon al parecer, un trabajo en pareja, saboreo el sándwich en mi boca, notando como el sabor de la crema se mezcla bien con el sabor de las fresas haciéndose notar ambos sabores, el pan blanco añadiendo una buena textura y sabor puro a este mismo. Simplemente es bueno, no tengo otras palabras para este. Finalmente trago el pedazo y Stella habla.

—¿y bien?¿Qué tal esta?— dice Stella de forma algo emocionada, definitivamente tengo que decirle que esta cosa es buenísima.

—esta riquísimo, ¿Sage te ayudo, cierto?— reconozco que Stella jamás habría cortado tan bien estos sándwiches perfectos en forma de cuadrado.

—¿eh? ¿Cómo lo supiste?— Stella se sorprende de mi buen sentido del gusto, llevo ya algunas semanas comiendo lo que me trae Sage, es obvio que reconoceré su trabajo.

—mera corazonada—digo mientras sonrió algo confiado.

—además de ser buen boxeador, ¿tienes buen sentido del gusto?— dice Rubén de forma curiosa.

—cuando eres tu el que cocina tu comida, tratas de no comer mierda todo el tiempo— falle bastante al inicio pero fue sencillo después, no soy el jodido máster chef o algo pero me defiendo bien.

—ya veo porque le agradas a Sage— a veces hablo con Sage para que me de consejos y demás cosas pero no se solo me hice su amigo de forma rara.

—bien, supongo que ya estuve mucho tiempo aquí y realmente no voy a comprar nada, y tengo que ver a los demás aun— Stella y Rubén parecen bastante complacido con mi visita así que supongo que mi trabajo aquí esta terminado.

—oh, bien supongo que iras a ver a Reed, ¿no?—cierto, quizás necesite algo de apoyo.

—nos vemos bro— me despido de Rubén mientras chocamos puños y hago lo mismo con Stella.

Paso algunas multitudes, sin saber realmente porque había tanta gente reunida alrededor de… oh, son Fang y trish cantando, hay bastante gente alrededor suyo, me acerco a escuchar y de repente. Entiendo porque hay tanta gente reunida, la voz de Fang, cantando tranquila, su voz melodiosa combina bastante bien con la guitarra que esta usando, Trish la apoya bastante bien. Es agradable que hayan decidido cantar algo suave para atraer gente, su voz es relajante para mi en muchos sentidos, me hace sentir en las nubes.

El show de Fang y Trish termina y cuando estoy por irme noto como Fang me ve de entre la multitud, yo la veo y ella me ve algo feliz pero de forma… ¿coqueta?... Fang me lanza un beso… yo solo me avergüenzo… le amo con todo mi ser ahora pero… hay no lo se solo se que le amo. Me despido de ella con mi mano y una sonrisa y continuo en mi camino.

Sigo caminando entre las multitudes, hay bastante gente al parecer, veo algunos puestos y incluso hay unas chicas haciendo un show de marionetas, tienen llenas las sillas así que deben de ser buenas. Sin darme cuenta, incluso yo estoy inmerso en la historia, ¿me estas diciendo que el tipo y la tipa qué se odiaban al inicio acaban teniendo hijos?, ellas si que saben contar historias supongo. Veo mi celular y… mierda, olvidé ir a ver a Reed, debería ir de inmediato, quizás necesite ayuda, lo note algo nervioso mientras movíamos las cajas antes.

Continuo retrasándome por ver otros puestos, vaya que hay alumnos en esta escuela, finalmente y luego e tardar bastante llego al puesto Reed pero noto como solo poca gente lo observa, algunos adultos, supongo que gente de universidad y así, realmente no me importa mucho, me relaja bastante estar en este “día cultural” es tranquilo y no tengo que pensar mucho en eso…

Salgo de mis pensamientos para ver como a Reed se le cae un tubo de ensayo dentro de otro más grande haciendo un desastre en su mesa… supongo que a esto se refería, la gente simplemente se va algo decepcionada, algunos otros riéndose y Reed… Reed solo queda con una expresión asustada y triste simplemente corre hacia el estacionamiento mientras tapa si cara, debería ir con el, estoy apunto de seguirlo hasta que algo toma mi muñeca con fuerza, me detengo para ver quien es, es Trish y se ve muy, muy enojada.

—¡anon que demonios, se supondría que lo apoyarías todo el tiempo!— ¿Qué?.
—¿de que hablas?— estoy algo confundido ahora.
—¡Reed dijo que serias su mano derecha o algo así, en cambio te veo por ahí dando vueltas como un idiota viendo todos los lugares! — Trish me grita bastante y… ¿Qué carajos le dijo Reed?.
—espera, espera, Reed nunca me pidió eso, me fui porque Rosa también necesitaba mi ayuda y el simplemente se quedo callado— la expresión de trish cambia bastante a una más preocupada y molesta.
—oh mierda Reed, iré con el, perdón Anon — me dice Trish de forma rápida.
—no importa, deberíamos ir a apoyar a Reed— trato de irme de nuevo pero de nuevo Trish jala mi mano de nuevo.
—espera, yo me encargo de esto, enserio… yo hablaré con el— ella parece esta algo triste, sin embargo la entiendo y la dejo ir, espero que todo salga bien…

El día acaba y ya es bastante tarde, me puse nervioso así que no me despedí de nadie  y me pongo camino a casa rápidamente, las calles de nuevo están muy tranquilas, camino hasta que recibo un mensaje de mi madre enviándome a comprar verduras al mercadillo, dice que me lo pagará en casa, lo comprare de mi dinero, el sol se está poniendo así que debería apurarme.

De camino al mercado, algo… algo se siente raro en todo esto. De camino al mercado dobló en una esquina y yo solo me congeló al verlo… el esta aquí… que no yo… trato de darme la vuelta y irme… pero mi cuerpo se queda petrificado… el se voltea en… en lo que aparece ser una cámara muy lenta y se da cuenta de mi presencia, estoy sudando bastante ahora, mi cabeza va a mil por hora… el habla pero solo escucho un pitido en mi oído… comienzo a sentir como me hiperventilo, mi pecho duele… el parece enojarse bastante y comenzar a gritarme… este momento parece… eterno, el me da una cachetada y comienza a golpearme, caigo al suelo después de varios golpes en mi cara… la sangre mancha su puño y mi sangre mancha mi cara y el solo continua golpeándome en el suelo… mi cuerpo se siente pesado demasiado pesado… siento como pierdo la conciencia y… todo parece borroso ahora… no puedo hacer nada, no puedo huir y no puedo defenderme… lo siento… lo siento a todos…soy un puto inútil.

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⏰ Última actualización: May 10 ⏰

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