Can you feel it? [Appleradio / Radioapple]

Capítulo 1

Luzbel siempre a sido un ángel rechazado, no comprende porque lo consideran un alborotador y por ende, alguien peligroso. Es algo realmente confuso, porque aún con sus ideas, no ha hecho nada en contra del cielo, su hogar. Es un ser bastante obediente, después de todo, se trata de un ángel.

Desde la creación de los seres humanos ha sentido una gran curiosidad por ellos, todo su entorno, sus actitudes, formas de vivir. Le parecen seres fascinantes. Al inició se preguntaba del por qué prohibir aquel fruto, no encontraba la razón, se supone que el libre albedrío es bueno, funciona bien en ellos, ¿por qué sería diferente con los humanos?

Pese a sus dudas, jamás intento acercarse. Si el trato hacia él no es bueno, no se quiere imaginar lo que pasaría si se involucra. Es por ello que solo se limitaba a contarles sus pensamientos a escasos ángeles, los pocos que lo toleraban. Aunque ni así se salvo de recibir miradas confusas, molestas y una que aparentaba indiferencia, pero siempre con disposición a escucharlo.

La sorpresa y decepción que sintieron todos en el cielo fue apareciendo conforme los acontecimientos pasan. El fracaso entre la relación de Adam y Lilith, pudo haberse solucionado si no fuera por un ángel en particular. En esa ocasión decidieron no hacer algo al respecto, pero no paso mucho tiempo para que se arrepintieran. Incitaron a Eva a desobedecer y comer del fruto prohibido, abriendo paso a la maldad.

Todos creyeron firmemente que si algo malo sucedía, sería obra de Luzbel, nunca se imaginaron que aquel ángel, el más obediente y amable que cualquier otro, se atrevería a llevar acabo ese acto. Nunca esperaron eso de Miguel.

Luzbel arrepentido, considerando qué es culpa suya, intento interceder, pero no fue escuchado. Ni siquiera Miguel quiso su ayuda, acepto su destino junto a ella, después de todo, su hermano solo le contó sus pensamientos, nunca lo obligó a realizar nada de eso.

Pasados los milenios, observa con gran frecuencia tanto a la tierra como al infierno, está orgulloso de ver a su hermano prosperar, además de que sigue siendo el mismo con excepción de su apariencia. Continúan teniendo parecido, pero al ser un caído su cabello rubio se oscureció más y lo dejo crecer. Sus ojos son diferentes, son completamente negros y sus pupilas rojas. La piel también a oscurecido un poco y aquellas alas blancas que conocía son grises con un poco de rojo. Además, siempre lo ve con unos cuernos sobresaliendo en su cabeza y ropas moradas, ambos a la par de su esposa.

Es un gran gobernante e incluso luce feliz junto a ella, pero ni siquiera eso hace sentir menos culpable a Luzbel, si no fuera por él, seguramente su hermano y esposa disfrutarían juntos del cielo, al fin y al cabo fue una relación aceptada.

Nunca ha dejado de recibir comentarios no tan agradables, aunque ciertamente son un poco menos que antes, es por eso que encontró cierto escape viendo a la humanidad, sí, es decepcionante ver como se autodestruyen, pero también puede ver el lado bueno de ellos, no todos son así y eso lo reconforta.

Su curiosidad lejos de disminuir, fue en aumento. Nunca ha dejado de pensar en lo fascinantes que pueden ser, definitivamente eran una bella creación, incluso algunas veces decide bajar para apreciar mejor todo. Las primeras veces se rehusaban a que baje al pensar que puede provocar algo igual o incluso peor que Miguel, sin embargo, al ver que no hacía nada que los perjudique, le dieron la libertad de ir a la tierra cuando quiera.

Luzbel veía de manera general toda la tierra, en ocasiones deteniéndose en ciertos puntos y observando todo lo que sucede. Pocas veces le ha prestado mayor atención a la vida de alguno de los humanos, pero desde hace 2 años, hay uno en particular que ha atrapado su atención.

La manera en la que ama, cuida y protege a su madre, es de las más puras que ha visto en demasiado tiempo. Solo son ellos dos. Ambos son muy amables con los demás y trabajadores, aunque el hijo procura esforzarse en sus trabajos para que su madre no tenga la necesidad de trabajar, porque como es normal en la vida de los humanos, poco a poco se va debilitando.