Capítulo 2

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Sin lugar a dudas, esa noche fue una de las más extrañas de toda su vida, pero al final decidió continuar con sus actividades diarias.

Cada mañana que ve a su querida madre le preocupa que aquel ángel también se aparezca frente a ella y le cuente lo que hace. No soportaría la mirada llena de tristeza que aparecería presente en su rostro, sin embargo, la siguiente ocasión en la qué se encontró con el ángel, él le aseguro que no le diría nada a su madre, tampoco quiere verla triste, pero le pidió que cambie, ese ángel desea verlos a ambos arriba.

Conforme transcurren los días, Luzbel aparece cuando intenta matar a alguien, siempre logra impedirlo y es una de las cosas que le molestan de él.

A veces piensa en lo asquerosamente ingenuo que puede ser, lo cual es normal considerando su procedencia. Cada que se encuentran, él le da algunos consejos para conseguir otros trabajos o tener más oyentes, todo para que consiga más dinero y deje su trabajo como asesino.

—Eso jamás funcionará, Luzbel.

—¿Qué? ¿Por qué no? Es una gran idea —dijo emocionado.

—Es una idea estúpida.

En cuanto las palabras salieron de su boca, se sintió arrepentido por la expresión de profunda tristeza que mostró el ángel. Incluso antes de que le diera la espalda para seguir volando, fue capaz de ver lágrimas acumulándose en sus ojos.

¿Por qué le dolía verlo así?

—Oye —al ser ignorado avanzó más rápido, hasta sujetar su mano unos segundos y soltarla al tener su atención— no lo digo por ti. Sería una buena idea si la humanidad no fuera tan estúpida.

—¿Qué tiene que ver? —cuestionó confundido, pero aún sin querer verlo.

—Ellos desprecian a la gente de color —respondió— aún si funcionarán tus ideas y consiga uno de esos trabajos, los empleados, los mismos jefes o ambos no me tratarán como a los demás. Obtendré menos ganancias y es seguro que malos tratos.

—No tiene sentido… son… son humanos, deberían tener las mismas oportunidades sin importar algo como eso.

—Mira, así funcionan las cosas, conozco a personas blancas que son agradables, pero son muy pocas. Y con la radio, con ella tengo más oportunidades de sobresalir, las personas solo escuchan mi voz, nunca ven mi rostro —siente la mirada atenta del ángel sobre su persona— aún con tus ideas, me tomará un tiempo tener más oyentes, si tengo suerte y nadie descubre mi apariencia, hay oportunidades.

En aquella ocasión, permaneció por mucho tiempo la mirada decepcionada del ángel. Decepción de actitudes de la humanidad. ¿Por qué era tan importante si eran blancos o no?

Tal vez como si lo hubiera invocado Alastor, un mes después de esa conversación, una desagradable mujer lo descubrió. Ese día para su desgracia no pudo detenerla, pero toda la noche y la mañana siguiente se dedico a buscarla, puede que para entonces lo haya expuesto, sin embargo, detenerla ya no era su prioridad, su prioridad era acabar con su existencia por entrometida.

Fue al mediodía cuando sus caminos se cruzaron.

—Ni siquiera se te ocurra acercarte, asqueroso —hablo al notar la presencia de él— ¿Quién eres, idiota? ¿A caso quieres que les diga a los demás que te golpeen? Porque con mucho gusto lo haré. —Alastor al estar desconcertado por la mirada de la mujer, la terminó dejando ir. Su mirada reflejaba que era la primera vez que se veían.

Cuando reaccionó ya era muy tarde, se había ido, pero después la volvería a buscar y terminaría con su trabajo.

Por la noche, cuando estaba por llegar hasta su víctima, sorpresivamente Luzbel apareció frente a él. Tal vez para aquel entonces debía haberse acostumbrado, pero no era el caso.

Can you feel it? [Appleradio / Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora