Ella encaja en su regazo.
Y conoces a tu esposo. Sabes lo vulnerable que es su corazón cuando se trata de su hija.
Su hija, su flamita, que ahora está sentada en el regazo de otro hombre, su novio.
"No estoy seguro de él", susurra Satori en tu oído en la cocina, fingiendo estar ocupado con el postre. Tienes un ojo en él y el otro en tu hijo, corriendo desenfrenado por la casa, demasiada energía en su cuerpo.
"Estás celoso, cariño. Eso es diferente. Él la está tratando bien, sabes eso."
"Hmpf". Echa otro vistazo hacia la sala de estar.
"Pero ella es mi flamita", se queja, su voz lo suficientemente baja como para que solo tú puedas escuchar.
"Lo sé". Le susurras suavemente, presionando tu mano sobre su pecho, sobre su corazón latiente. "Pero tienes que dejarla crecer".
Él te mira y puedes ver todo el amor y la inseguridad en sus ojos, todos los sentimientos de un corazón que aún sangra incluso después de haberse cubierto de costras tantas veces.
"Te amo", le dices y él asiente, atragantándose con sus palabras. Él pone su mano sobre la tuya y la aprieta.
"Yo también te amo, mon feu".
*mon feu = "mi fuego" en francés.
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Flamita | Tendō Satori
Fiksi PenggemarEncaja en su regazo un poco demasiado bien, su cabeza pequeña sostenida por su brazo derecho, su cabello del mismo color que el suyo. "Satori", susurras y haces un gesto hacia tu hija, "Dámela. Es hora de dormir." Él te mira con sus mejores ojitos...
