Capítulo XXXV

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POV Bulma

Aplico el serum de noche sobre mi rostro al tiempo que doy suaves masajes con los dedos. Sin duda es uno de los momentos que más disfruto, es muy relajante. Finalizo aplicando una ligera bruma de spray que tiene un olor delicioso. Acomodo la diadema que uso para el maquillaje, rosa con orejitas de coneja, mientras dejo pasar el tiempo y que los productos se absorban en mi piel.

Escucho el cancel del baño abrirse, volteo la mirada en automático; es Vegeta que salió de la ducha y totalmente desnudo, mis cachetes se enrojecen. Él lejos está de inmutarse siquiera.

-cielos! Eres tan... tan natural

-no veo que te moleste

Responde con cierta burla para ponerse al lado mío, y sí, mis ojitos se me van a cierta parte de su anatomía.

Toma de entre el cajón del tocador del baño su crema y loción corporal, que a la fecha es lo único que usa.

Me embobo disfrutando de su cuerpo y de todo lo que irradia y es que sí, es un hombre sumamente atractivo. Me mira a través del espejo con una sonrisa retorcida.

-cierra la boca

Sacudo la cabeza y cambio la mirada

-te odio

-no pareciera

-me refiero a que te pones simplemente crema y tienes una piel super hermosa

Me quejo con un suave puchero

-pues no recuerdo a las mujeres saiyajin así

Menciona como evocando a su mente las imágenes

-así? Así como yo?

-...

- Te refieres a que tengo una piel más linda?

-jhum! Yo no dije nada!

Me evita la mirada y yo me emociono toda que lo abrazo, mi pancita choca con su costado que termino soltando una risita

-pronto me costará tener más contacto físico así súper estrecho

-bah! Como si sólo pudiéramos coger mientras te miro a la cara

Desestima con una naturalidad excelsa

-por Kamisama! Yo me refiero a... me pregunto si siempre has sido así?

-los saiyajin fuimos educados percibiendo cada parte de nuestro cuerpo como algo muy normal

-vaya, ahora entiendo porqué Goku es así

-qué tiene que ver ese idiota?

Pregunta con cierta molestia. A pesar de ser de la misma raza le es tan difícil congeniar con él.

-es muy... inocente, por decirlo de alguna manera. Y yo siendo niña de ciudad siempre lo vi así, la diferencia es abismal

-eso es muy evidente

Responde más calmado, sonrío para mis adentros, algo me dice que no odia por completo a Goku quien por cierto llega a desquiciarme en ciertos momentos

Suelto un suspiro

-doy gracias por haber conocido a Goku porque gracias a él te pude conocer, eso es muy lindo

-conociendo tu carácter puedo explicar el porqué inclusive llegaste hasta el planeta de esos sujetos verdes

Hace referencia a ellos con un ligero desdén, que entiendo porque no sólo fue la aventura en Namek sino compartir espacio en mi casa hace no mucho y siendo que Vegeta puede irritarse con tanta convivencia eso lo explica todo.

-oh, esa aventura fue genial! Fue como la prueba final después de toda la clase de aventuras que pasamos en la tierra

Recuerdo ya ahora más con risa que nostalgia

-en cambio tu siempre anduviste de niño explorador en los planetas

-en efecto

-supongo que aprendiste un montón de cosas, cierto?

-sí

-por ejemplo...?

Pregunto ansiosa

-aniquilar sujetos

Suelta natural, mi rostro se vuelve azul

-por Kamisama! Eso... ese no era mi punto

-ah, aparte? Algunas técnicas, idioma...

-significa que en esos lugares tuviste convivencia con los habitantes?

-de cierta manera

Cuando platicamos de esta manera me siento tan especial porque me abre ese caparazón de acero que tiene para poder conocerlo más y me siento orgullosa de poder sacarle más palabras que no sean solo monosílabos.

**

Los constantes movimientos en la cama me hacen despertar. Me giro y ahí está Vegeta acostado en posición casi fetal, completamente descobijado, su cuerpo transpira y tiembla. Me alarmó, toco su frente con el dorso de mi palma, fiebre no es. Su mandíbula está totalmente tensada, ya ha sucedido antes. Verlo así me causa una punzada en el pecho, algunas lágrimas bajan por mis mejillas, acaricio su rostro, intento abrazarlo para que esta pesadilla pase.

Con voz suave repito en su oído "Aquí estoy" "Pronto pasará" Imagino por todo lo que pasó en parte de su niñez y toda la adolescencia. Poco sé de eso, lo ha sacado a cuenta gotas. Si bien me ha contado algunas vivencias, mayormente aventuras, no ha sido esa parte obscura que le tocó vivir.

Doy algunos besos en su rostro, acaricio su espalda. Siento cómo va relajándose su cuerpo, pareciera que la proximidad de mi cuerpo de alguna manera está funcionando.

La primera vez que tuvo una pesadilla, ya compartiendo la cama, me asusté demasiado pero recordé cuando de niña me sucedía y mis papás venían conmigo a abrazarme y consolarme. Deduje que de alguna manera tenía que ser algo parecido, nos vemos vulnerables, frágiles...

Ahora que estoy embarazada he estado leyendo diversos artículos  y siempre señalan la importancia del apego seguro, el contacto físico, y sobre todo el amor. Soy una mujer afortunada porque crecí con unos padres llenos de amor, Vegeta no lo tuvo y eso explica el porqué ahora es así. Con mucho amor, paciencia y su disposición podría ayudar a curar sus heridas así como lo hago con las físicas.

Su cuerpo se ha relajado, acomoda su rostro entre mi cuello y cabello. Tomo las sábanas para cubrir nuestros cuerpos y volver a dormir.

**
Abro los ojos de poco a poco, los tallo. Estiro el brazo izquierdo en busca de mi acompañante, estoy a tientas y no siento a nadie. Abro los ojos por completo y me incorporo. No está, la habitación está en completo silencio. Alcanzo a visualizar las cortinas de la terraza ondear, la puerta corrediza está entreabierta, alguien salió por allí.

Continuará...

El principio de un amor para la eternidad V&BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora