Capítulo XXIX

344 20 2
                                    

POV Bulma
-se que tal vez no te encante la idea de que tenga que ausentarse así de pronto pero…
-la única desavenencia que tengo es que no uses mejor esa boquita en otro lado y no hablando
Me interrumpe y al instante siento su palma sobre mi nuca, por impulso mi mirada baja de nuevo para encontrarse con esa prominente erección que me humedece toda.
-por Kami! Qué horny eres!
Exclamo un tanto apenada.
-soy? Somos, por eso es que somos el complemento perfecto
Responde apegándome  a su cuerpo
-aaayññ! Qué tiernosito
-agh
Mira hacia otro lado un tanto ruborizado. Mi corazón se enternece cuando es así conmigo.
De nuevo me mira de frente, esa lujuria ha vuelto a él
-pero… estábamos en otra cosa
Menciona sugerente. Le sonrío
-por supuesto, mi príncipe. Y te compensare muy bien para que puedas soportar mi ausencia
Propongo al tiempo que voy bajando por su cuerpo dando pequeñas lamidas y besos por su cuello, pecho, abdomen…
-recuerdas que puedo volar a cualquier parte del planeta?
Me recuerda. Me he puesto de rodillas frente a él. Tomo entre mi palma  su falo para empezar a masturbarlo mientras me relamo los labios. Abro mi boca para probar su glande, lubrico con mi saliva. Escucho un “aaah!” de parte suya.
Combino los movimientos de mi mano con los de mis labios y lengua. Soy adicta a su sabor y a tener la boca inundada por su miembro, ahí ahogándome.
Después de unos minutos necesito aire. Separo mi boca
-serias… serias capaz de ir a buscarme para hacerme el amor?
Pregunto con arrogancia, levantando mi cara para mirarlo a sus ojos llenos de lujuria.
-seria capaz de -me rompe el pequeño short que traigo para tomarme de la cintura -irte a coger a donde sea que estés y tenerte gritando  debajo de mí
Finaliza poniéndome a la altura de su medio cuerpo. Gimo al sentir la punta del pene abrirse paso en mi interior.
-aaah! Nunca dejes de hacerlo… nunca
Imploro mientras me embiste apasionadamente. Es su modo de responder a mi súplica.
**
Llevo conmigo una pequeña maleta jalando y mi bolso de mano. Llego a la cocina por algo ligero para desayunar. Pongo mi bolso sobre la maleta y me dispongo a prepararme algo.
Las demás maletas ya están en el auto que me llevaré al hangar.
Cuando desperté Vegeta ya no estaba. Perdí la noción de la hora en la cual dormimos. Sonrío y siento calor en mis mejillas al recordar algunos de los momentos en cómo nos demostramos nuestro amor hace algunas horas.
Estaré ausente por una semana. No es la primera vez que salgo, pero si la primera que lo hago estando embarazada. Gracias a Kami hasta ahora mi embarazo ha sido tranquilo, no ha pasado de que a veces tenga antojos extraños. Los mareos y vómito ya desaparecieron.
Veo sobre la isla el estuche donde vienen las cápsulas de Vegeta, una es de comida, otra de ropa y otra una pequeña casa. Segura estoy que no la olvidó, simplemente no quiso llevársela. Me ha dicho que no le gusta que no mal acostumbre de esa manera. Suelto una risita de recordarlo y niego con la cabeza.
POV Vegeta
El alba está por llegar a este punto del planeta. Decidí venir a entrenar a un lugar aislado. Estoy un poco cansado, y no por el entrenamiento…
Por alguna razón, que aún desconozco o no quiero ahondar en ello por miedo a encontrarme en una situación cursi, quise salir de la Corporación antes que ella despertará.
Me cuesta demasiado expresar mis sentimientos y con ella prefiero demostrarlos. Y no es como que me sienta muy cómodo hurgar en mis propios sentimientos, es algo nuevo para mi.
He dejado que las cosas fluyan. Sí, a tal grado de que ya soy papá de un ser que todavía vive dentro de ella. Inconscientemente me encuentro ya buscando sus ki. Ambos están normal. No deja de sorprenderme la fuerza que posee ese pequeño bebé. La combinación de razas parece potencializar la fuerza y eso es algo que me complace y llena de orgullo.
Compartimos tantas características con los terrícolas y una de ellas es precisamente el mismo contenido genético, por lo tanto hay compatibilidad. Cosa que no sucedía con especies de otros planetas… recuerdo que cuando iniciaba mi vida sexual, una ocasión llegamos a un planeta lejano (iba con Nappa y Raditz) Las féminas de aquel lugar eran atractivas, aunque el tono de su piel era amarillento.
Yo, como “buen" novato, olvidé el detalle de cuidarme en esa ocasión … después tenía a los imbéciles de Nappa y Raditz burlándose de mi angustia… se supone que los saiyajin no éramos compatibles genéticamente con otras especies así que no había “peligro" de un embarazo, aunque eso no excluía alguna enfermedad así que la protección era básicamente más para eso que para tener alguna descendencia.
Cuando supe de la existencia de un hijo de Kakaroto quedé sorprendido y también por el poder de pelea de ese chiquillo.
Lanzo un rayo de energía hacia una de las montañas haciendo polvo gran parte de ella. Necesito estar en condiciones para protegerlos… es decir para demostrarme a mi mismo lo fuerte que soy. Agh! Compartir colecho con Bulma me ha vuelto tan… tan frágil.
POV Bulma
Recién que baje del jet, el chófer me trajo hasta el hotel. Justo ahora estoy en recepción registrándome, ya había reservado así que es más fácil.
Estoy firmando, cuando…
-Bulma Brief?
Escucho una voz masculina a mis espaldas. Me giro y, es un chico que me parece un poco conocido pero no lo recuerdo del todo.
-hola
Saludo por cortesía pero un tanto apenada por ni siquiera recordar quién es
-pero mírate qué hermosa te has puesto!
-gracias. Emm, y tu eres…?
-Oliver Brown
Extiendo mi mano y da un beso en el anverso de la misma. Por el apellido doy de inmediato se quien se trata. Es hijo de uno de los empresarios más importantes del planeta.
-es una gran casualidad verte de nuevo
No tengo idea de dónde nos vimos exactamente, pero supongo en una reunión de empresarios.
-supongo que estas por lo de la convención  cierto?
Continúa
-si
-y es una gran coincidencia que nos estemos hospedando en el mismo hotel.
-señorita, su habitación está lista
Interrumpe un chico del servicio
-oh, muchas gracias. Nos vem…
Estoy por despedirme del sujeto cuando
-permíteme  que te acompañe
Se ofrece tomando ya una de mis maletas.
Caminamos hacia el ascensor, el chico de servicio nos acompaña también. Dentro de mi vengo riendo, es en serio que aún estando embarazada los hombres no dejen de coquetearme?
-el atardecer está precioso, te invito a cenar, qué dices?
Abro los ojos incrédula a te su “invitación"

Continuará....

El principio de un amor para la eternidad V&BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora