soukoku oneshots

Oscuridad

Le costó mucho superar la muerte de Odasaku.

Y le va a costar más superar la muerte de él amor de su vida.

Recuerda haber recibido aquella noticia.

Se reía como un loco.

No lo podía creer.

Se quedó solo, denuevo.

Justo cuando pensó que su vida iba mejorando.

No podia llorar.

Solo salían risas de su boca.

Kyouyo lo tomó muy mal a eso, pensaba que se estaba burlando de la muerte de unos de los Ejecutivos de la Port Mafia.

Pero no era así..

No podía controlar sus emociones, prefirió reírse al frente de todos, prefirió verse cómo una persona sin corazón, en vez de mostrar toda su vulnerabilidad.

Tuvo que fingir todo el día, fingir que estaba alegre de eso, fingir que no se estaba muriendo por dentro.

El pelirrojo a pesar de su abandonó, pudo perdonarlo.. pudo entenderlo, no estaba 100% perdonado, pero entendió el motivo de qué el castaño abandono a la Port Mafia.

Solo pasaron algunas semanas, semanas en que Dazai no fue a la Agencia.

Él no llevaba el tiempo ni la hora, pensaba que solo había faltado tres días, Pero fueron semanas.

Semanas en las que solo se la pasaba durmiendo, escapando de la realidad.

Semanas en que las drogas calmaban todos sus problemas.

Semanas en las que se ahogaba en el alcohol, más en aquel vino.. ese vino que el pelirrojo tanto amaba.

El alcohol y las drogas ya no hacían efecto, no sabía cómo distraerse.

Sus brazos estaban hechos un desastre.

Cómo ya no sabía que hacer con su miserable vida, se vio obligado a presentarse al trabajo.

Fingió aquella sonrisa denuevo.

Fingió estar bien.

Aunque no por mucho tiempo podría hacer eso.

Atsushi fue el primero en darse cuenta que el castaño había ingresado a la Agencia, el primero en que le fue a preguntar que rayos había pasado con él— Dazai-San!—La voz de Atsushi se escuchaba a lo lejos, casi no entendía lo que decía.

Pudo soportar eso.

Pero no qué Kunikida empiece a gritarle, no le molestaba.. Pero, pudo ver al pelirrojo  en aquel lugar que estaba Kunikida. con sus preciados ojos azules, quejándose por su estatura, y que solo se veía aquel sombrero que Dazai detestaba, amaba el cabello de Chuuya, y ese sombrero arruinaba todo.

Dazai se quedó congelado.

Lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas.

No podía hablar.

Mucho menos cuando Kunikida se acercó apresurado hacia él.

oh Dazai, veo que andas sensible. Solo te grite, lo hago todos los días..— Kunikida estaba bastante confundido con la situación..

Y más cuando el castaño empezó a sollozar, mientras se tapaba la boca con sus manos, intentando contener su llanto.

Eso llamo la atención a todos de la Agencia, haciendo que se acerquen a Dazai preocupados.