AstaxVanessa 2.0

520 20 5
                                    

En la habitación de Vanessa

Una vez se despidieron de Nero, lograron entrar sin más problemas a la habitación de la maga de hilos. Ya para entonces ambos estaban muy ebrios, pero más que eso muy calientes y eran sus deseos los que conducían sus acciones.

—Ven —dijo la pelirrosa mientras le hacía una seña a su compañero para invitarlo a la cama.

El pelicenizo vestía poco menos de su ropa habitual. Sus pantalones azules, su polera blanca y su manto de los Toros Negros. Por otro lado, Vanessa solo llevaba ropa interior. Así, mientras caminaba lentamente hacia la cama, el pelicenizo pudo ver de espaldas como se contorneaban las caderas de la su compañera. Los muslos gruesos que relucían bajo la luz de la luna que atravesaba las ventanas, y el trasero redondo con el cual estuvo jugando hace poco y que ahora podía visualizar mejor. Una vez que ella se sentó en la cama pudo ver su frente, un brasier rojo sostenía sus senos que parecían rebotar ante el mínimo movimiento que ella hiciera. Bajo la luz de la luna, su cuerpo semidesnudo el cual se encontraba ya algo sudado por la experiencia que habían pasado poco antes con Nero se veían aún más espectacular y placentero. Vanessa estaba sentada al filo de la cama, colocando sus brazos levemente hacia atrás, hacía que su pecho fuera hacia adelante, mostrándolo aún más grande de lo habitual. Su cuerpo mojado invitaba a Asta a venir mientras sus piernas se abrían un poco.

—Esta bien —respondió el pelicenizo.

Él se puso rápidamente frente a ella. No había necesidad de más juegos, puesto que ambos ya habían tenido suficiente de ello y deseaban lo mismo. Sin perder mucho tiempo, Vanessa logró deshacerse de la ropa de la parte inferior de Asta, exponiendo su miembro frente a ella.

—Esto es lo que quería —señaló Vanessa con voz lujuriosa.

Acercó su rostro al miembro de su compañero y lo empezó a lamer de un costado. Luego siguió con el otro. Usaba su lengua para saborear cada parte, hasta que finalmente lo colocó dentro de su boca y empezó a chuparlo.

—¡Mmmf! —gemía Asta.

—¡Glup glup! —se escuchaba mientras Vanessa comía el pene de Asta—. ¡Puaag! —sonaba al momento en que lo retiraba de su boca antes de volver a chuparsela de nuevo.

La pelirrosa no dudaba en usar su lengua para recorrer el miembro de Asta mientas lo metía a su boca una y otra vez. Cada vez más intenso, mientras ella misma se calentaba y empezaba a mojarse ahí abajo.

—¿Quieres tocarlos? —preguntó Vanessa mientras retiraba su brasier.

El pelicenizo no tuvo que responder y lanzó sus manos sobre ellos mientras la pelirrosa seguía succionando su miembro cada vez más fuerte. Con sus manos, Asta podía apreciar la suavidad y grandeza de las tetas de su compañera. Empezó acariciándolas y moviéndolas hacia un lado, hacia el otro y alrededor. Luego extendía sus manos sobre ellos, para después contraerlas apretando fuertemente sus senos sobre los pezones. Repitió este movimiento unas cuantas veces.

—¡Mmmph! —gemía Vanessa al sentir la fuerza de su compañero—. ¡Ahh! ¡Sí! —gemía aún más fuerte cada vez que se sacaba el miembro de Asta para poder respirar.

El toque sobre sus pechos, y la velocidad con la que entraba el miembro del pelicenizo en su boca hizo que la pelirrosa alcanzara el primer clímax de excitación rápidamente. A su vez, Asta sentía como la lengua de su compañera ponía cada vez más sensible su miembro al punto de estar por eyacular. Ante esto, agarró fuertemente la cabeza de Vanessa y la empujo para sí mismo mientras se corría en su boca. Ella trataba de alejarse un poco para poder respirar mientras recibía todo el semen de su compañero en la boca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Black Clover: One Shots (Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora