Sewashi y Dorami intercambiaron una mirada preocupada mientras Liam y los demás celebraban la victoria sobre el extraterrestre. A pesar de sentir gratitud por la ayuda recibida, no podían evitar cuestionarse cómo Liam y los otros sabían que necesitaban ayuda en primer lugar.
Después de un momento de silencio tenso, Sewashi se adelantó, su expresión sería reflejando sus pensamientos intranquilos —Liam, ¿cómo supieron que estábamos en peligro? ¿Cómo encontraron este lugar?—
Liam frunció ligeramente el ceño, lanzando una mirada rápida a su equipo para indicarles que era hora de pasar a lo que habían venido a hacer —Lo siento, no tuvimos la oportunidad de explicarlo antes— dijo, tratando de transmitir algo de tranquilidad con una sonrisa —Nosotros...tenemos ciertos métodos para monitorear eventos inusuales— Del bolsillo de su chaqueta, sacó un panfleto doblado. En la foto, se veía claramente a Nobita, pero lo que realmente llamaba la atención era la cifra escrita en el pie de página, una suma tan grande que resultaba difícil de leer.
Freya voló hacia el hombro de Liam —no te quiero asustar Nobita, pero hay un cuadrante en el espacio cuyos líderes religiosos te quieren muerto— dijo Freya viendo como el rostro de todos palidecía
Las palabras de Freya cortaron el aire. Nobita sintió cómo el corazón le latía con fuerza, la gravedad de la situación hundiéndose en su mente con cada palabra. Observó cómo el semblante de sus amigos reflejaba la misma mezcla de sorpresa y preocupación que sentía en su interior.
—¿Qué? ¿Muerto?— murmuró Shizuka, su voz temblorosa, mientras sus ojos se abrían de par en par en un intento por asimilar la impactante revelación.
Gigante tragó saliva con dificultad, su rostro pálido bajo la luz de la luna. —¿Qué tipo de líderes religiosos harían algo así?— preguntó, su voz apenas un susurro cargado de incredulidad y miedo.
Suneo, por su parte, se aferraba a su sombrero con manos temblorosas, su habitual actitud confiada reemplazada por una inquietud palpable. —Esto es una locura... ¿Cómo es posible que alguien nos persiga hasta el espacio?— exclamó, su voz llenándose de pánico.
Doraemon miró a Nobita sin poder ocultar su preocupación. —Esto es peligroso... muy peligroso— murmuró.
Dorami miró a su alrededor con ojos serios, pero también de miedo. —Tenemos que hacer algo al respecto— dijo, intentando mantener su voz firme pero se escucho temblorosa
Sewashi miró a Freya con una mezcla de incredulidad y temor. —¿Qué podemos hacer para proteger a Nobita?— preguntó.
Los ojos de Log brillaron dejando ver al planeta artificial de los navegantes de la galaxia —tu probabilidad de sobrevivir en la tierra son escasas...sin embargo si vienes con nosotros hacia los navegantes de la galaxia tu probabilidades mejorarian— dijo Log, mientras Liam, Freya y Goro Goro intentaban por todos los medios no parecer desesperados ante la perspectiva de llevárselo, esa era su misión sin embargo tenían que hacerle creer que Nobita desidia ir con ellos y no que ellos lo estaban llevando a la fuerza.
Sewashi frunció el ceño, preocupado por la situación. —Si nos están atacando en la Tierra, ¿qué nos garantiza que estaremos a salvo en el lugar al que llaman los navegantes de la galaxia?— planteó con cautela. —Creo que antes de tomar cualquier decisión, deberíamos entender por qué quieren hacerle daño a Nobita. Simplemente huir y ocultarnos no es la solución. Debemos abordar el problema de raíz si queremos garantizar nuestra seguridad a largo plazo—
Log decidió que era hora de continuar. —En cierta zona del espacio hay una estrella—, dijo con un brillo en los ojos, mostrando lo que parecía una estrella redonda, aunque diferente a nuestro sol. La luz que emitía era más similar a la de un bombillo. —Es por el poder detrás de esta estrella. Si te acercas a ella, serás capaz de hacer grandes cosas—, explicó.