5🌺

121 13 1
                                    

Tomo mi celular buscando el contacto del doctor de la familia. En el fondo quiero que esto sea mentira y solo si me lo dice él estaré más tranquila.

-¿Que haces?- me pregunta

-Hablo con el doctor para ir a verlo, vamos-

Camino hacia la salida, no siento que me siga así que me giro y lo observó

-¿Pasa algo?-

Niega con la cabeza y empieza a caminar hacia mi, abro la puerta y veo a mi secretaria.

-Cancela mis citas y dile a mi padre que tuve una urgencia, después hablo con él -

-Como usted diga señorita-

Paso de largo hacia el ascensor sintiendo como Lucía me ve a mí y a Esteban, es más que claro que escuchó la conversación, pero orita no me importa, primero debo saber que haré respecto al cachorro y con el Omega.

Estando en el ascensor lo observó bien, su traje blanco, sus mejillas más rosas de lo normal y ese maldito olor más dulce que de costumbre.
Pienso, como maldita sea no me di cuenta lo que pasaba cuando me topaba con él en el edificio, solo creía que me evitaba porque quería olvidarse de lo que pasó. Que imbécil.

-¿Si no quieres que se den cuenta porque no usaste supresor en spray?, Tu olor da en evidencia que estas esperando - levantó una ceja.

Me mira confundido- Lo use, me rocíe toda una lata-

-¿Como entonces puedo olerte?-

-¿Y yo como voy a saber?, Tu eres el padre, quizá solo tú puedes olerlo- me mira

Puede ser...

Llegamos a la planta del estacionamiento y salimos a buscar mi auto, le abro la puerta, se monta y me voy a mi lugar sentándome y enciendo el motor

-Abrochate el cinturón-

Salimos de ahí y me calmo mentalmente, no quiero un accidente en estos momentos,pero estoy tan nerviosa que mi corazón no deja de latir rápidamente.
Esteban enciende la radio poniendo música y tarareando.
¿Como puede estar tan tranquilo?, Por la diosa, lleva un bebé dentro y la que siente desfallecer soy yo.

En todo el camino no paro de pensar en lo que pasará, las posibilidades, y más que nada en Santiago, como le voy a decir, si no le dije lo del engaño porque creía que no pasaría nada, y ahora decirle que no solo eso, si no también que embarace al Omega con el que lo engañe, Diosa, me va matar.
Me regaño mentalmente mientras sigo conduciendo.

Llegando al consultorio me estacionó y bajo del auto, voy a su lado y le abro la puerta. Sale y entramos juntos al lugar, la recepcionista nos recibe y le informo quién soy.

-En un momento la atiende el doctor, porfavor tomé asiento -

Nos dirigimos a las sillas y Esteban se sienta pero yo me quedo de pie a su lado. Miro alrededor, dos alfas y tres omegas, uno de ellos se me queda viendo, lo escaneo y siento que Esteban me toma de la mano jalándome hacia el.

-Sientate a mi lado -

Tomo asiento a su lado y decido ignorar todo, solo esperar a que nos llamen.

Si alguién me hubiera dicho que esto pasaría, posiblemente le vomitaria encima.
Mi loba está tan feliz que siento mi pecho vibrar y tratando de calmarme me acerco a su cuello a olerlo, mi loba quiere su aroma cerca, así que hay que darle lo que quiere para que deje de presionarme. Esteban se tensa, se gira a verme y por un momento pienso que me va besar.

En tu nombre estoy Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora