Ecos en el viento (Itsuki Nakano x Fuutarou Uesugi) (HIATUS)

Capítulo 5: Guerra

El amanecer bañaba la base aérea de Fort Grays en tonos dorados cuando los pilotos del escuadrón fueron convocados a una reunión de emergencia en la sala de operaciones. El rumor de la incertidumbre se propagaba entre ellos mientras se dirigían hacia el lugar designado, cada paso cargado de ansiedad por lo que pudiera estar por venir.

Fuutarou Uesugi se unió al grupo, su semblante imperturbable ocultando la creciente inquietud que sentía en su interior. La atmósfera en la sala estaba cargada de tensión cuando el general tomó la palabra y anunció solemnemente la noticia que cambiaría el curso de sus vidas: Érusea había declarado oficialmente la guerra contra Osea.

El murmullo inquieto se apoderó de la sala mientras los pilotos asimilaban la gravedad de la situación. Fuutarou sentía el peso de la realidad aplastándolo, su mente girando con las implicaciones de lo que acababa de escuchar. La guerra había estallado, y ahora él y sus compañeros estaban en la primera línea de fuego.

"Diablos, esto escaló mucho más de lo que creía" pensó Fuutarou

"Solamente espero que nada de esto logré llegar a la capital"

El general empezó a hablar nuevamente - Además no solamente nos han declarado la guerra en palabras, si no que ya hemos recibido múltiples bombardeos en nuestras bases a lo largo de la región de Usea, es por esto mismo que tendrán su siguiente misión hoy mismo, espero que estén preparados para atacar una base enemiga, se desplegarán en aproximadamente 6 horas, ahora váyanse y prepárense para la tormenta que se avecina-

Tras estas palabras del general la muchedumbre se empezó a disipar lentamente, entre esas personas abandonando la sala se encontraba Fuutarou, quien se dirigía a su barracón para tomar una y prepararse para su siguiente despliegue.

Tras su ducha, Fuutarou caminaba por los pasillos de la base, las palabras del general seguían retumbando en su mente. Se detuvo un momento frente a la puerta de su barracón, sintiendo el peso del futuro que se cernía sobre él. La responsabilidad de proteger su país y a sus compañeros pesaba sobre sus hombros, y aunque su semblante seguía imperturbable, en su interior la ansiedad crecía como una tormenta que amenazaba con consumirlo.

Al ingresar a su habitación, Fuutarou se encontró con el silencio quebrado solo por el suave zumbido de la luz fluorescente. Se sentó en el borde de su litera, sumido en sus pensamientos. La guerra había llegado de manera repentina y cruel, arrebatando la tranquilidad de sus días y sumergiéndolo en un mar de incertidumbre.

Con manos temblorosas, Fuutarou comenzó a preparar su equipo para la próxima misión. Cada movimiento era meticuloso, cada ajuste una muestra de su determinación para enfrentarse al enemigo. Sabía que el desafío que se avecinaba sería uno de los más difíciles de su carrera, pero estaba decidido a cumplir con su deber y proteger a los suyos, sin importar el costo.

El tiempo pasaba inexorablemente, marcando cada minuto que los separaba del despliegue. Fuutarou se sumergió en sus preparativos, enfocándose en cada detalle como si fuera un mantra que lo mantuviera alejado del torbellino de emociones que amenazaba con consumirlo.

Cuando finalmente todo estuvo listo, Fuutarou se tomó un momento para cerrar los ojos y respirar profundamente. Se obligó a calmar su mente, a encontrar la serenidad en medio del caos que se avecinaba. Sabía que necesitaba estar en su mejor estado mental para enfrentar lo que venía.

Con paso firme, salió de su barracón y se dirigió al punto de encuentro designado. La base estaba en un frenesí de actividad, con pilotos y personal de apoyo preparándose para la batalla que se avecinaba. Fuutarou se unió al grupo, manteniendo su expresión impasible mientras esperaba las órdenes finales.

Finalmente, llegó el momento. El general apareció ante ellos, su mirada severa reflejando la gravedad de la situación. Dio las últimas instrucciones y deseó suerte al escuadrón antes de que se dispersaran para abordar sus aviones.