Uesugi Fuutarou mejor conocido por su alias "Trigger" es un piloto prodigio de la fuerza área de la República Federal de Osea, Fuutarou se destacó por su excelente desempeño y habilidad a la hora de pilotar cazas, esto lo lleva a tener la oportunida...
Fuutarou se despertó en su habitación con la cabeza llena de pensamientos confusos. La discusión con Brownie seguía resonando en su mente, dejándolo sin saber qué sentir o qué hacer respecto a la situación.
Se sentó en su litera, mirando fijamente al vacío mientras intentaba ordenar sus emociones. Por un lado, sabía que no había sido justo con Brownie al no corresponder a sus sentimientos, pero por otro, no podía fingir algo que no existía en su corazón.
El sonido del despertador rompió el silencio de la habitación, recordándole que tenía deberes que cumplir. Se levantó con pesadez, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
Mientras se preparaba para el día, Fuutarou seguía dando vueltas a la situación en su cabeza. ¿Debería disculparse con Brownie? ¿Debería intentar explicarle sus sentimientos, aunque temiera lastimarla más? Las preguntas seguían sin respuesta mientras salía de su habitación y se dirigía hacia el comedor.
Por la mañana, Fuutarou fue despertado por el suave tintineo de su despertador. Se estiró con pereza, sintiendo el peso del cansancio acumulado en su cuerpo. Se levantó lentamente de la cama y se vistió con su uniforme militar, preparándose para enfrentar otro día en la base.
Mientras desayunaba en el comedor, un capitán se acercó a él con una expresión seria en el rostro. -Uesugi, tengo un mensaje para ti-, dijo el capitán, entregándole un sobre sellado.
Fuutarou frunció el ceño mientras abría el sobre y leía el contenido. El mensaje indicaba que no tenía ninguna misión asignada para ese día, lo que significaba que tendría tiempo libre para descansar y recuperarse del enfrentamiento del día anterior.
"Bueno, creo que después de lo que ha pasado un día libre no suena nada mal" pensó Fuutaro
-Gracias por la información, capitán-.
Después de recibir la noticia de que no tenía ninguna misión asignada para el día, Fuutarou decidió aprovechar al máximo su tiempo libre. En lugar de quedarse en la base, decidió salir y tomar un café para relajarse.
Caminó por las calles cercanas a la base militar, disfrutando del aire fresco de la mañana y observando el bullicio de la ciudad. Finalmente, encontró una acogedora cafetería y entró, dejando que el aroma del café recién hecho llenara sus sentidos.
Se sentó en una mesa junto a la ventana y ordenó una taza de café negro. Mientras esperaba, observó a la gente pasar por la calle, sintiéndose momentáneamente alejado del mundo de la guerra y las responsabilidades militares.
Cuando llegó su café, tomó un sorbo y dejó que el cálido líquido lo reconfortara. Se permitió relajarse por un momento, dejando de lado las preocupaciones y los conflictos internos que lo habían estado atormentando.
Después de terminar su café, Fuutarou se levantó de la mesa con una sensación renovada de calma y claridad. Sabía que aún tenía que enfrentar la situación con Brownie, pero por ahora, decidió disfrutar de este breve momento de tranquilidad antes de regresar a la base.
Después de disfrutar de su café, Fuutarou decidió darse un pequeño capricho y pedir un postre. Levantó la mirada y llamó a la mesera para hacer su pedido.
-Buen día, ¿que más se le ofrece?- pregunto una chica de pelo rosa oscuro.
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