Capítulo 03: Una Extraordinaria Casualidad

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Un Gran resplandor escarlata rodeó la habitación donde Wanda, Peter y la semi consciente Úrsula se encontraban, pero ninguno de los dos últimos se dieron cuenta de eso. Aquel brillo escarlata se extendió, como un cegador destello que inundó todo el edificio, atravesando muros y ventanas, rasgando el concreto del mismo como si fuera papel, surcándolo como las venas que se llenaban de sangre en un cuerpo muerto... y lentamente, esas venas convertidas en destellos escarlatas tocaron el suelo de concreto en la agitada Manhattan, pero nadie se dio cuenta.

El destello atravesó caminos, iluminó los túneles del subterráneo, partió por la mitad los más altos rascacielos de la ciudad, pero nadie era consciente de ello... nunca lo vieron, y jamás lo verían de nuevo. El resplandor, surgiendo como una herida que se extendía por todo el cuerpo con la presión de un cuchillo, comenzó a extenderse por toda la isla. La embajada de Wakanda fue atravesada por completo ante el resplandor de color rojo intenso, y una luz blanca surgió del interior del edificio de Peter, mientras la herida en la realidad se fue volviendo más intensa y violenta.

Nadie, ni siquiera la misma reportera que Peter había conocido el día anterior, se dio cuenta del resplandor aun cuando pasó por encima de ella, atravesándola y partiéndola por la mitad... y, sin embargo, seguía caminando por la calle como si nada, revisando sus notas y siendo atravesada por miles de partículas de luz escarlata que se desperdigaban como el fuego.

El resplandor se elevó hasta el cielo, atravesando cada uno de los ventanales de lo que alguna vez fue la torre de los Vengadores. Las venas resplandecientes se expandieron más allá de los confines de la isla, atravesando ríos, mares y montañas... el viejo complejo de los vengadores fue eclipsado por el resplandor, y el mar reflejó el brillo hasta lo más profundo de los océanos. La herida de color rojo intenso atravesó los continentes, y alcanzó los lugares más lejanos. La barrera que protegía el país de Wakanda fue menos que neblina para aquella poderosa magia, y ni la reina de uno de los países más poderosos del mundo se percató del resplandor que surgía a sus espaldas.

En lo más profundo de las montañas, el resplandor atravesó pueblos y valles hasta golpear lo más profundo de Karma-Taj, y solo por una fracción de segundo, antes de ser tragado por la intensa luz, Stephen Strange se dio cuenta de aquella rasgadura en la realidad, pero cuando la luz lo atravesó de par en par... no hubo nada que pudiera hacer, por que cuando la luz desapareció para su propia visión, no recordaba que dicha luz hubiera existido en primer lugar.

El resplandor escarlata se desperdigó hasta rodear todo el mundo, y como si de una inmensa explosión se tratara, la tierra estalló en miles de partículas de luz que se desperdigaron por el espacio, convirtiéndose en dagas luminosas que viajaron por el universo, rasgando la realidad misma, convirtiéndose en partículas de energía que desaparecieron en la inmensidad del vacío... y consigo, una porción de la realidad había sido arrancada de si misma, y se había encapsulado en un mundo por encima del original.

Nadie, ni siquiera el maestro de las artes místicas, fue capaz de notar como un reflejo oscuro surgió en el cielo de la tierra, un cielo escarlata que cubrió la atmosfera, alejándose como una nebulosa silenciosa, cubriendo un mundo entero... creado con el único y secreto propósito de la Bruja Escarlata.

El mundo que se había quedado atrás no sería más que un triste y sucio reflejo del mundo perfecto que la bruja más poderosa de la creación... reharía para si misma, y para el joven Hombre Araña. Un mundo que nadie sospecharía que existe... ¿Por qué quien iba a creer alguna vez... que todos quienes habitaban ahí, eran la viva y auténtica copia de aquellos que quedaron atrás en la otra tierra...? Una tierra que, irremediablemente... quedaría condenada a la extinción.

Pero a Wanda ya no le importaría... solo le importaría su tierra perfecta. La tierra que construiría junto a Peter.

Cuando el destello escarlata se desvaneció, rodeando el nuevo mundo que había convertido en realidad para ella y su querido Peter, la mujer abrazó al muchacho, acariciando su pelo con ternura, mientras le permitía recostar su rostro contra su cuello.

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⏰ Última actualización: May 11 ⏰

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