Maria José movía sus dedos impacientemente sobre la mesa haciendo ruido al momento que caían sus algo largas uñas, todo estaba en silencio y habían dos hombres a un lado de ella parados sin decir nada y sostenían una arma esperando atentos a cualquier orden que les daría la pelinegra. Y un interruptor sonó por toda la oficina, era el teléfono que tenía a un lado Maria José sobre su escritorio
- ¿Si? - atendió presionando el botón
- señora Garzón, el señor Gonzales está aquí - anunciaron y María José volteo a ver a sus hombres para darles una señal de que salieran - déjalo pasar - los dos asintieron y salieron con su arma en mano.
Al mismo tiempo que ellos abrían la puerta, José entraba y se sorprendió al verlos y se hizo a un lado dejándolos pasar para después mirar a María José y caminar hacia la silla que estaba frente al escritorio
- ¿Todo bien? - se refería a los dichosos armados
- todo bien, por favor toma asiento, ¿Quieres algo de tomar? - ofreció haciendo su silla hacia atrás para agacharse y abrir una pequeña puerta que tenía el escritorio, era un mueble que contenía varias botellas y unos cuantos vasos
- si, un tequila por favor - pidió y María José asintió sacando la botella y extenderle uno a José para después servir en el
- ¿Que tal la familia, José?, ¿Te puedo llamar José? - termino de servir y miro directamente los ojos de José que esté bebió y se puso más cómodo sobre la mesa
- claro, siempre y cuando yo te pueda decir Majo - María José río pero negó
- dime Poche - dijo con una sonrisa y José asintió con la misma sonrisa - ¿Tienes hijos? - pregunto con curiosidad y José asintió
- si, un hermoso hijo. De hecho tiene el mismo color de ojos que usted - respondió con orgullo y María José apretó su vaso que justamente estaba bebiendo de el
- ¿Ah si?, ¿Y cuantos años tiene? - pregunto alzando una ceja y José suavizó una sonrisa al recordar a su hijo
- tiene 5 años, en unos meses cumplirá los 6 - dijo tranquilamente y María José solo asintió - ¿Y usted?, ¿Tiene hijos? - la pelinegra alzó la mirada y después negó
- yo aún no estoy para tener hijos - contesto con orgullo y con una sonrisa de oreja a oreja
- lo mejor que le puede pasar a alguien es ser padre, debería ya pensarlo. Nunca sabremos cuando sera nuestro último día - dijo con sabiduría José y María José asintió con media sonrisa - ¿Y tiene esposa? - María José asintió sin pensarlo mucho pero también sin ponerle mucha atención pues se había quedado pensando en las palabras de José - ¿Si tiene? - volvió a reaccionar María José y lo miro confundida
- ¿Disculpa? - le pregunto y José río
- ¿Cómo es su esposa?, la mía es hermosa. Muy hermosa diría yo, realmente lo tengo todo con ella - dijo con ilusión
- ¿Tiene esposa? - ignorando la pregunta de José, María José le pregunto con mucha intriga y el chico asintió
- si, ella es la madre de mi hijo. Los dos amores de mi vida - menciono el pelinegro con mucho orgullo
- ohhh...- una idea se le pasó por la mente a José y este se levantó rápido de su asiento llamando la atención de la pelinegra
- ¿Por qué no viene este fin de semana a mi casa?, así le presento a mi familia y usted a su esposa - le dijo el pelinegro y María jose negó - oh, vamos, solo será una carne asada. De socios - dijo fascinado por su idea
- yo no...- María José le iba a decir que no tenía esposa pero el chico la interrumpió
- ¡No se diga más!, el sábado por la mañana viajamos para Los Angeles - comento con alegría y se levantó de golpe de su silla - hasta entonces, Poche - le extendió la mano a la pelinegra y esta sin entender mucho. También la extendió y José se despidió con una gran sonrisa para después salir rápidamente de la oficina de María José sin darle mucho tiempo de reaccionar.
Hasta que la puerta se escuchó cerrarse fue cuando cayó en cuenta que veria a Daniela después de mucho tiempo y que ahora tendría que conseguir una esposa para ese mismo fin de semana. No tenía mucho tiempo y tenía que apresurarse para tener todo listo antes del viaje que será en un día, muy poco tiempo para ordenar aquella agenda tan apretada que solía tener, pero está vez se daría un pequeño descanso.
No podía creer que después de muchos años por fin vería a Daniela y no solo a ella, a su hijo que compartía con José. Nunca imagino que tendrian un hijo en poco tiempo y que esté creciera tan rápido, pero eso no lo pensaría ahora, lo principal era conseguir una esposa falsa.
.....
- juliana, please, solo ayudame con esto y nunca más te volveré a pedir otro favor - suplico María José siguiendo los pasos de la puertorriqueña que recogía la ropa sucia de su hijo
- no, Poche, tengo que cuidar a Logan y llevarlo a la escuela. Sabes que el idiota de Maicol está de viaje y no creo que regrese hasta dentro de un mes - menciono la mujer deteniendo su trabajo que estaba haciendo para después seguir en eso y de nuevo caminar
- pero tú además de Paola, son mis únicas amigas - dijo la pelinegra caminando detrás de Julieta
- ¿Y por qué no le dices a ella? - María José negó
- ¿Que?, ¡No!, además ella está en Madrid ahora mismo, justo hoy en la madrugada su vuelo salió - juliana suspiro pesado y María José esperaba ansiosa su respuesta hasta que la puertorriqueña asintió cansada y la pelinegra festejo pegando un gritó
- ¡Pero con una condición! - dijo apuntandola con su dedo
- la que tú quieras - respondió sin dejar de lado su emoción
- si no encuentro niñera para este fin de semana, llevo a Logan conmigo, ¿De acuerdo? - la alta hizo una mueca - si no, olvídate de eso - sin mucha opción la pelinegra acepto a regañadientes
- bien, espero y encuentres una, hasta pronto juliana - metió sus manos a sus bolsillos y camino a su lado para salir de la casa de Juliana.
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one of the girls
ContoDaniela Calle era la chica típica fresa que lo único que le importaba era su vestimenta y sus tan preciados lujos al igual que para ella era muy importante el tipo de persona que estaba a su alrededor pues tenía que estar en el mismo estatus social...