𝐔𝐒𝐀 ¿¡𝐐𝐮𝐞 𝐡𝐚𝐬 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨?!

los cambios

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

En la casa del argentino, las provincias la estaban pasando bastante bien.

Ya habían llegado la mayoría de ellas a la casa, prepararon otro termo de mate y ahora estaban haciendo diferentes cosas.

Tucuman — ¿Tenés algún ocho? —

Entre ríos — ¿Que? Para ... ¿No estábamos jugando blackjack? —

Catamarca — yo pensé que jugábamos al poker —

Los tres se miraron confundidos, ni ellos sabían a qué estaban jugando.

Misiones — ¡UNO! — Dijo para después poner la carta en el centro de la mesa

Bueno no son los únicos perdidos en aquel juego de cartas.

Tenemos también a otras provincias mirando la televisión, llevaban media hora buscando algo para ver y al fin que se deciden comienzan a pelear.

Salta — no tarado, ese de allá, ese ¿Vez? Merece ganar los tres millones —

S. Del estereo — cualquiera estás diciendo, además, ese que decís vos, ya ganó los tres millones antes, ya tiene guita —

Corrientes — para mi que tiene que ganar la mujer con el vestido rojo —

Santa fe — a mi me parece que sos un pelotudo, pero bue, no me ando quejando —

Y otro grupo solo estaban sentados tomando mate y charlando, aunque el bonaerense hace rato que estaba parado enfrente de la puerta principal, con el celular en mano intentando llamar a su padre, sin éxito.

Córdoba — che gordo, cálmate qliado, están dando más vueltas que trompo vos — la cordobesa se acercó para intentar calmar a su hermano, aunque solo logro hacerlo enojar.

Bs. As — son las diez de la noche Córdoba y aún no llega ¿Cómo querés que me calme? Y deja de decirme gordo —

Córdoba — ya gordo tranquilo, sabes cómo es el papi, se va de gira por un tiempo pero siempre regresa, nunca nos dejaría —

Córdoba poso su mano en el hombro del contrario intentando darle ánimos, pero parece que no funcionó porque buenos aires se alejo para ir a ponerse una campera

Córdoba — para ¿Que haces? —

Bs. As — voy a ir a buscarlo, quedarme acá sin hacer nada es una estupidez —
Dijo sin mirarla para terminar de abrocharse la campera — ¡¡Tuerto!! —

Ante ese llamado el entrerriano volteo a verlo sin soltar las cartas que tenía en su mano

Entre ríos — eu — dijo desinteresadamente

Bs. As — voy a salir, si no llego antes de las doce vayan a buscarme a mi y al papi ¿Te parece? —

Entre ríos levantó su pulgar en señal de aprobación, eso era suficiente para él bonaerense quien se dirigió a la puerta

Aunque esa misma puerta fue abierta por otra persona, buenos aires logro dar unos pasos hacia atrás antes de que la puerta le diera en toda la cara

Al ver de quién se trataba suspiro del alivio, estaba bien.

Bs. As — ay viejo, sos vos, gracias al cielo estás bien —

La provincia sonrió un poco para después sacarse la campera, ya no era necesario ir por él.