—.Vaya, me alegro por ustedes. —Traté de sonar contenta pero no podía, cada vez me sentía peor.
—.¡Gracias! —Dijo ella en un tono irónico.
—.¿Cómo la cara de moco puede ser tu novia? —Susurré muy bajo para que no me escucharan, bajando mi mirada. En serio, cómo esa chica podría ser noviade un chico tan lindo como Adam. Ojalá y todo fuera un sueño pero no, esa era la triste realidad.
—.Perdón, ¿Qué? —Dijo ella un poco molesta. Quizás había escuchado lo que dije.
—.So... —Le respondí con amargura. Sabía que eso la enojaría más. Ella sólo rodeó sus ojos, y volteó su mirada a Adam, haciendo una sonrisa.
—.Bueno, amor, ya me iré a casa. Nos vemos. —Dijo dándole un beso en la comisura de su labio, de despedida. Lo que hizo que mi sangre hirviera de rabia, tratando de no matarla. Pero respiré hondo, y me calmé. Era su novia, y yo sólo su amiga, ella tenía derecho. —.Mhm, adiós, Destiny. —Dijo en un tono de fastidio mientras me hacia un movimiento de despedida con sus manos. Se volteó y se fue alejando, mientras movía su cabello de un lado a otro. Cuando ya no la vi, di un suspiro de alivio. A lo cual, Adam hizo una mueca. Tomé fuerzas, y me voltee rápidamente para irme de ahí. No quería ni verlo, no porque estuviera enojada con él, solo quería estar sola.—Dess, yo... —Dijo tomando mi brazo, haciendo que me volteara. —.Lo que iba a pasar... —.Hizo una mueca desviando su mirada.
—.No pasó nada. —Le dije colocando mi dedo en sus labios, en plan de que hiciera silencio, mientras me alejaba un poco. —.Sólo no importa, olvídalo. —.Hice una pequeña mueca fingiendo una sonrisa.
—.Dess, ¿Cómo quieres que lo olvide? —Dijo en un susurro bajando su mirada.
—.Olvidándolo. —Le dije alzando su mirada para que me viera. Se veía triste, podía sentir que de la misma manera que yo.
—.Es que Dess, tú me... —Hizo una pausa en su frase. Negó rápidamente como si lo que fuera a decir era prohibido.
—.¿Qué? —Le pregunté sin entender. Ojalá y fuera “Tu me gustas”, o “Tú me atraes”. Pero no, eso nunca pasaría, ni en mis mejores sueños. —.Adam, ¡Habla! ¿Yo qué? —Le insistí mordiendo levemente mi labio.
—.Tú... —Me iba a responder. Pero ¡BOOM! La campana sonó, eso quería decir que tendríamos un descanso. Yo bufé, sólo quería que me respondiera, y a buena hora viene la campana y suena. —.Gracias, querido Director. —Murmuré, asintiendo enojada.
—.Ven, vámonos. —Dijo jalando de mi mano mientras corría hasta la salida. Yo lo miré un poco extrañada, pero no le dije nada y lo seguí apretando su mano.
—.¿Por qué corrimos? —Le pregunto un poco cansada. Ya habíamos salido de la Universidad, y llegamos a un pequeño parque que había, así que me pareció extraño.
—.No sé, solamente no quiero entrar a clases, y si nos quedábamos, alguno de los profesores nos vería, y nos haría entrar. —Hizo una mueca, tratando de no reírse mientras se encogía de hombros. Yo sólo lo miré y le di un leve golpe en su hombro.
—.¡Oye! Eso dolió. —Rió mientras fingía dolor tocándose el hombro.
—.Eso te pasa por niño malo. —Le respondí de igual manera riendo mientras negaba, mostrándole mí lengua.
—.Hey, señorita. No me saques la lengua. —Quizo tratar de sonar como padre enojón, pero al ver que no sucedió, estalló en risas. Comencé a reírme por su comentario, y le di un pequeño empujón. —.Mala. —Dijo cruzándose de brazos, mientras hacia un leve puchero.
—.¡AW! —Expresé con mucha ternura, mientras lo miraba atenta. Se veía súper tierno de esa manera.
—.¿Qué? ¿Viste un gato? —Se río mirándome raro.
—No. —Negué rápidamente. —.Te vi a ti. —Reí bajito para acercarme a él y comenzar a jugar con sus mejillas.
—.Estás loquita, Dess. —Negó sonriendo para quitar mis manos de su mejilla y poder abrazarme. —.Te quiero mucho, princesa. —Me susurró en el oído, dándome un pequeño beso en la frente.
Yo sonreí amplio al escucharlo.
—.Y yo a ti. —Dije dándole un beso en su mejilla, mientras me acariciaba el cabello.
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Mí Gran Amor.
RomanceLa gran historia de amor que habla sobre las adversidades que Destiny y Adam han tenido que pasar; como el odio, la envidia, y las mentiras. Pero para poder ser felices, estar juntos y lograr de ello, deben caminar de la mano sin soltarse. ¿Qué pasa...