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—Entonces, has hecho un trato con MinHo, el chico que odias para salvarle de la bancarrota con su alquiler.

—Exacto, aunque dicho así suena demasiado generoso.

—Lo es.

—Vamos, Seungmin, no es para tanto.

—No decías eso las miles de veces que has hablado mal del chico, Sung, ¿y ahora quieres ayudarlo?

—Me daba pena verle tan mal.

—Me alegra que le quieras ayudar, pero no me parece muy coherente que hablaras así de él y que ahora quieras ayudarlo.

—A ver, gano popularidad y algo de dinero.

JiSung comenzó a recordar el suceso de la noche anterior, en el que tampoco es que se mantuviera sobrio.

—Vale, si tan mal estáss... Te propongo un trrrato —a Han le costaba pronunciar bien las palabras, pero sus ojos entrecerrados y cansados solo se centraban en el barista, que reía con sorna, atento al menor.

—No creo que sea buena ide-

—Shhhh —Han llevó con fuerza su dedo índice para callar al pelinegro, quien sonreía incrédulo con el ceño fruncido, al cabo de unos segundos el castaño volvió a su posición inicial —Nos retamos a duelosss, yyyy... De ahí hacemos... ¡Apuestas! Pedirrremos dinero para ver por quién apuesta la gente.

—¿Qué ganaría yo de ahí? —Lee apartó el vaso vacío que JiSung tenía a su lado para evitar que se cayera por los espontáneos movimientos del castaño, luego se cruzó de brazos.

—Puessss... Tú te dejarás ganar y así ganaremos dinero por los que apostarron por ti, y así yo sería el mejorr... Y tú tendrás dinero para tu alquiler yyy... Esas mierdas.

—Sinceramente, tan mala idea no es... ¿Acaso piensas mejor ebrio? —como respuesta se llevó una bofetada sin fuerza, que le provocó risas sin cesar mientras miraba con ternura al menor, a quien debería de cuidar al estar moribundo en el Pub donde trabajaba.

—Creo que en realidad, terminé quedando en ridículo.

—Al menos ganas fama, era lo que querías desde pequeño con eso de la esgrima, ¿no?

—Como se nota que quieres ser psicólogo, Min.

El mejor amigo de JiSung, Seungmin, era un chico de primera cuando se trataba de ayudar a la gente desde que eranun crío, por lo que supo que lo mejor al fin y al cabo sería ser psicólogo para adolescentes.

—Me halagas, Sung.

—Pft, ya me gustaría a mí ser como tú.

—Hablando de eso, ¿ya sabes lo que quieres estudiar? —Seungmin en cuanto vio el silencio de JiSung, frunció los labios—. Oye, tienes que encontrar algo que te motive.

—Pero no hay nada, estoy en la Universidad para literalmente pasearme por los pasillos, Seungmin, tú por lo menos tienes claro lo que quieres, igual que MinHo.

—¿Qué quiere MinHo?

—Forense —Seungmin arrugó la nariz de inmediato, algo asqueado—, ya, es algo... Innovador.

—No lo veía tan drástico. ¿Cómo lo sabes?

—Lo escuché hablando con su hermano.

—Cotilla- pero ese no es el caso —Seungmin se acercó a JiSung, quien yacía en su cama rendido mirando al techo en todo momento, pero Seungmin obstaculizó su campo de visión al acercarse—, tienes que saber lo que te hace sentir bien a ti con algo que tú mismo te sientas cómodo. Un trabajo es para una vida entera y no estamos para malgastarla en algo que odiamos, ¿lo entiendes?

Fencing. 𝖬𝗂𝗇𝖲𝗎𝗇𝗀 #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora