"La marquesa Debling"

El compromiso.

Colin Bridgerton se encontraba en la sala de su hogar, luego del vertiginoso regreso familiar desde Hampshire. Estaba sentado en un sofá  recreando una y otra vez en su mente lo que había sucedido con Penélope. Los  pensamientos se enredaban  en su mente como una maraña de hilos imposibles de desenredar. La tormenta que había sacudido su mundo hacía dos noches seguía rugiendo en su pecho, no podía dejar de pensar en ella y en la manera en que se había alejado de él, una vez más, con lágrimas en los ojos y palabras afiladas como cuchillos.

Colin miraba fijamente un papel en blanco frente a él. Tenía que encontrar la manera de llegar a Pen, de demostrarle que sus sentimientos eran sinceros y que la amaba profundamente. Pero ¿cómo? Su mente se sentía agotada y su corazón pesado con la desesperación.

Fue en ese momento que escuchó un golpe en la puerta. Antes de que pudiera responder, su hermana Eloise entró apresuradamente, con una expresión preocupada.

-Colin, ¿puedo hablar contigo? Es importante.

Colin levantó la vista, sorprendido por la urgencia en la voz de su hermana.

-Por supuesto, Eloise. ¿Qué sucede?

Eloise se acercó, tenía una carta muy arrugada en su mano.

-Acabo de recibir noticias... Pen..- hizo una pausa porque las palabras no le salían- se va a casar con Henry.

El corazón de Colin se detuvo por un instante. La incredulidad y el dolor se mezclaron en su rostro.

-¿Qué? ¿Cómo puede ser eso posible? -preguntó, su voz estaba temblando.

Eloise asintió con una mirada llena de compasión.

-Lo sé, es difícil de creer. Pero es verdad. Penélope y Henry han decidido casarse, ella me ha enviado una carta esta mañana, cree que dentro de dos semanas celebrarán la boda y quería que yo lo supiera para estar con ella.

Colin se levantó de un salto, su mente había comenzado a correr a mil por hora.

-No puede ser. No puedo permitir que eso suceda. Pen no puede casarse con Henry... ella está confundida, estoy seguro de que no lo ama. -Se pasó la mano por el cabello, tratando de encontrar una solución-. Tengo que hablar con ella. Tengo que hacerla entender que la amo y que no es una obligación, que necesito estar con ella y ser su esposo.

Eloise lo miró con firmeza.

-Colin, te apoyaré en todo lo que te propongas pero tienes que pensar en lo que vas a decirle y cómo lo vas a hacer. Penelope está herida y confundida. Necesitas ser cuidadoso.

Colin asintió lentamente, las palabras de su hermana calaron en su mente.

-Tienes razón, Eloise. No puedo simplemente ir y exigirle que me escuche. Pero no puedo dejar que se case con Henry sin luchar por ella. No puedo permitirme perderla otra vez porque moriré.

Eloise sonrió suavemente.

-Entonces hermano, lucha por ella, pero hazlo con el corazón. Demuéstrale que la amas de verdad.

Mientras tanto, en la casa de Penélope, Henry observaba a su amiga mientras ésta terminaba de leer unas cartas . El rostro de ella estaba tenso y sus ojos enrojecidos, señales de que había llorado.

-Henry, ¿puedes asegurarte de que los niños estén listos para ir a la modista? -pidió ella con su voz quebrándose ligeramente.

Henry se acercó a Pen, la preocupación era  evidente en su expresión.

-Querida, por favor,  detente un momento. Quiero hablar contigo.

Penélope lo miró con sorpresa, pero asintió y se sentó en una silla cercana. Henry tomó asiento frente a ella, la miró profundamente y tomó sus manos entre las suyas.