Capítulo 10. Pensamientos vagos

31 5 19
                                    

"Ahh..."

Me duele la cabeza.

"—...Rob...Robert—"

Estoy completamente perdido y sobrio.

"—No pares, sigue así—"

También algo confundido.
No recuerdo mucho, eso es evidente, pero creo que puedo intentar razonar sobre lo que pasó a noche. Al inicio me encontré con Patrick —un muy agradable chico— después tomé muy poco y empecé a estar vagamente ebrio por mi poca tolerancia.
Lo que pasó después no lo recuerdo en lo absoluto, solo puedo pensar en ruidos raros, ¿Un sueño?

"Ahh..."

¿Jadeos?
Nope, no recuerdo nada y el dolor de cabeza combinado con la sensación de cuerpo cortado no ayudan para concentrarme.

—Rob, buenos días —la voz de Jhon suena entre mis pensamientos.

No quiero levantarme, estoy completamente muerto. Me quejo. Siento que no dormí nada, estoy tan cansado, me duele demasiado la cabeza, mi garganta está desgarrada, supongo que me voy a enfermar también porque siento que me dará un resfriado o gripe. Maldita sea, yo solo fuí a acompañar a Jhon porque no quería ir solo y creo que terminé peor de lo que Jhon pudo haber estado en cualquier momento.

—¿Rob? —tranquilo e insistente Jhon repite mi nombre para que reaccione. Molesta.

Si tan mal estoy, ¿No se supone que estuve con Jhon para que también cuidara de mí y no terminar así?¿Qué fue lo que hice para terminar así?
Mejor no lo pienso tanto, el dolor solo aumenta.

—Robert, ya despierta —recibo pequeños empujones de Jhon lo que hace que molesto abra mis ojos y lo mire.

—¿Qué mierda quieres? —exaltado elevo la voz estando ya despierto.

—No me estés gritando Robert, solamente te despierto por dos razones —Jhon me calla al instante—. Ya es muy tarde y el desayuno ya lo preparó Hwan.

—¿Hwan?¿Qué? —al estar despierto descubro que no estoy en mi casa. Al parecer dormí en casa de Jhon, ¿Sí avisé que no volvería?—. ¿Dónde está mi teléfono?

—Lo dejé cargando toda la noche, bueno, desde que llegamos hasta ahora —responde Jhon viéndome muy extrañado, no entiendo el porqué—. Está en la sala, recién lo desconecté.

—¿Qué hago en tu casa? —sin querer ponerme de pie observo la linda habitación de Jhon pues aunque no sean una familia adinerada su casa se ve grande y formal. Solo es de dos pisos, pero al vivir poca gente aquí hace que se sienta grande, sus paredes lisas con un patrón tranquilo de blanco y negro que hace a la casa estar más iluminada al igual que sentirse llena de paz.

—No tengo idea Rob, dímelo tú.

—¿Qué? —eso hace que me salga del margen de la tranquilidad por la respuesta distinta de Jhon.

—Te perdiste toda la fiesta —Jhon se esfuerza por explicarlo de una mejor forma— Y cuando te ví ya estabas ebrio, bastante a mi parecer —ríe—. Nunca creí que te vieras tan gracioso estando borracho.

—¿No sabes nada de lo que hice? —me exalto un poco más, algo me decía que había cometido miles de errores sabiendo que Jhon nunca estuvo conmigo y entonces mi pulso se detuvo por no saber nada.

—Digamos que tal vez pueda hacerte recordar por lo que me dijo Patrick —agrega Jhon viéndose tan calmado— Hablé con él porque cuando te encontré estabas liado con él y Hwan como si siempre hubieran sido tus grandes amigos.

Hasta la flor más perfecta sufreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora