Capítulo 1. Todo sea por el proyecto

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Todo lo que puedo recordar es tan rostro borroso. Nos alejamos y después no pasó más el saludarnos. Cada quien está en su propio mundo mientras la distancia es grande y los días cortos; muero por volver a verlo...

Me centré tanto en mis pensamientos viendo rayos solares atravesar las ventanas del aula por estar aburrido. Esto de estar en el nivel académico de preparatoria y estudiar la especialidad de Dibujo técnico es cansado.
Yacía sentado frente a un chico de pelo teñido a un castaño mucho más claro al mío, tal chico es Jhon, mi mejor amigo.

Las clases siempre son sencillas sin contar al pelinegrito chico perfecto quien ingresó a esta preparatoria el semestre pasado y es nuestro actual jefe grupal. Aquel integrante se llama Hwan. Vaya nombre extraño. Su cabello es totalmente oscuro y ondulado, ojos simplemente con un marrón básico y luce un lunar bajo su ojo izquierdo —parece una verruga— además, tal chico de baja estatura siempre se muestra rodeado de gente pues no puede evitar distinguir entre los demás. Es ridículo el reconocimiento que recibe.
En cuarto semestre no destacó en lo absoluto, entonces creí que me libraría de él y su molesta presencia al pasar a las especialidades de quinto semestre, pero resultó con que él también escogió la especialidad de Dibujo técnico. Menuda suerte. Por lo menos estoy a punto de terminar este semestre.

Toda esa gente que adora a Hwan se figuran a moscas rodeando la basura. Centraba mi mirar en aquel jefe grupal ordinario, tan ordinario como su forma de hablar.

—¡Robert! —Jhon eleva su voz para llamar mi atención y hacerme desenfocar mi vista de Hwan.

Mi nublosa cápsula de pensamiento en la que paso la mayor parte del tiempo no me dejaba atender los anteriores llamados de Jhon.

—Uhm... —no puedo dejar de odiar a ese chico pelinegro y su lunar bajo su ojo izquierdo. Da rabia.

—¿Envidiando a Hwan como siempre? —pregunta Jhon antes de suspirar al no recibir mi respuesta—. Ya deja a Hwan en paz, no puedes hacer que alguien deje de ser popular con tan solo verlo —argumenta con una sonrisa—. Quizá solo sea tu orgullo el que te hace odiarlo.

—Ja ja —soplo una risa notablemente falsa—. Cállate Jhon, cierra esa boca tuya que tienes y no molestes —abro mi libreta y trazo líneas figurativas distrayendo mi enojo antes de empezar con las clases.

—Como tú digas.

Pasaron algunas clases hasta que en la última, la cual se es el módulo de "Artes exactas", se nos informa de un proyecto que se hará en parejas. No tendría ningún inconveniente si no se tratase de que el profesor elegirá los pares.

—Ojalá me toque trabajar con Jhon, con Eddy o hasta quizá acepte formar equipo con Lian —rogaba entre murmullos por un buen integrante de equipo. Entonces, me señala el profesor expresando analizar seriamente con quién me agruparía para trabajar el proyecto.

—Robert, harás equipo con Hwan. Bien...Metzi tú... —enseguida continúa mencionando nombres tras más nombres mientras que yo no tenía ni ánimos para exigir que me cambien al compañero, pues es claro que será más complicado progresar en este proyecto.

Aunque únicamente escuchaba la burlona risita de Jhon detrás mío que empeoraba mi malestar—. No puede ser, seguro me saldrán canas con ese mocoso creído —en quejas entre dientes con la molestia de tener la obligación de reunirme con ese chaparro por un simple proyecto.

—Tranquilo, te agradará, es buena persona y también puede que se hagan amig...

—¡Shh! —Jhon es interrumpido por el profesor que un poco molesto nos miraba a ambos para representar a quienes se refería—. Basta ya de platicar, es hora de trabajar —el profesor nos llama la atención haciendo que algunos compañeros nos observen solo por morbo de saber a quienes regaña. Gente estúpida que se entromete en las vidas ajenas. El profesor toma su hoja de pase de lista para seguir con lo suyo—. Deben juntarse con sus pares para empezar con su proyecto, tendrán poco tiempo ya que casi termina su penúltimo semestre, por ello no deben perder más tiempo.

Hasta la flor más perfecta sufreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora