PROMISES AND DEBTS - EWFSOO

25. Deudas y Promesas.

Nuestras miradas se encontraron en un segundo.

No estaba segura de qué expresión tenía mi cara, pero estaba segura de lo que estaba viendo en la de él.

—Min-hae..

No parecía enojado, parecía aliviado de verme, y en cierta parte eso relajó todo mi cuerpo.

Aún así, no podía evitar tener pensamientos intrusivos que me hacían temer sobre lo que pudiese pasar en ese momento.

Sin embargo, inhalé y di algunos pasos más, encontrándome también con mi tía y.. Na-rae.

Mi garganta se cerró, pues me daba escalofríos ver a los tres allí, uno al lado del otro sobre ese poco elegante sofá azul.

—Min..— habló mi tía y se levantó rápidamente para acercarse a mí y darme un fuerte abrazo.

Normalmente esto me habría alegrado, sin embargo, me hizo sentir un poco peor.

Estos últimos días me había sentido abandonada por ella, durante cuatro meses, estuvo demasiado ausente.

Podía entender que ella no fuera mi madre, pero yo realmente la había sentido como una.

Se separó de mí y me analizó de arriba a abajo, con sus manos descansando en mis mejillas.

—¿Te encuentras bien?— preguntó ella.— Esta ropa no es tuya.

Tomé sus manos y las separé de mi cara, asintiendo.— Lo estoy.— "pero no por ustedes"... pequeño detalle.

Caminé a su lado dirigiéndome al asiento individual que se encontraba en el extremo de la mesa de café.

El aire era incómodo, nadie sabía qué decir. No sabían por dónde empezar, y tampoco me correspondía a mí rescatar la situación que ellos mismos habían ocasionado.

—Lo siento por todo, Min-hae.— habló Na-rae.— Sé que parte de todo esto fue ocasionado por mí, por mis niños...— Ella fue interrumpida.

—No.

¿No?

¡Mi padre había dicho "No"!

Mi mirada fue automáticamente hacia él. Esperando que continuara con un fundamento lógico o, mínimamente, una disculpa.

—.. si fue culpa de alguien, fue mía. No incluí bien a Na-ri y Gu-won, tampoco hice que Min-hae se sintiera cómoda. Entonces.., no es culpa de ninguna. El único culpable soy yo, y el que debe arreglar la brecha entre nosotros, también soy yo.

Y aunque lo que decía era, parcialmente, cierto, no sabía cómo hacerle entender que, aunque intentara como más quisiera, no podía sentirme incluida en una familia que no era mía.

Entonces, cuando mi padre quiso continuar hablando, un grupo de niños entró correteando y riendo mientras se apresuraban a ganarle a sus amigos el fanfic que querían.

Na-rae y yo sonreímos con ternura, pero mi padre y mi tía simplemente miraron como si los que estuviesen fuera de lugar fueran ellos.

Aclaré mi garganta.— Creo.. que los que sobramos aquí somos nosotros, hablemos en otra parte.— dije y me puse de pie.

Ellos asintieron y fueron ellos quienes salieron primero. ¿Por qué mi padre había elegido tal lugar? Realmente no tenía una respuesta lógica, tal vez lo eligió por presión o apuro.

Ya fuera, el ambiente era tenso y frío por la fuerte brisa de invierno.

—¿Dónde quieren ir?— pregunté.